Sobre mi parto…

Se que muchos estáis esperando que escriba mi parto, Mamífero es el primero que me lo recuerda a menudo 😉

Si,tengo que hacerlo, quiero hacerlo. Fue el día más bonito de mi vida y merece una entrada, por lo menos. Lo que pasa es que tengo que dedicarle mucho tiempo y energía recabando datos, traduciendo tantas emociones a palabra escrita… Sacando de mi subconsciente desde los pequeños detalles, hasta lo más importante y significativo que se me ha olvidado. ¿Cómo puede ser? He olvidado detalles importantísimos de un día tan esperado!!!

Será que no estaba en plena consciencia, que eso para mi no pasó. Lo viví con tal intensidad que mi cerebro no pudo participar. Mamífero dice que cuando me preguntaban si quería cambiar de postura o algo, yo siempre decía: no se. Y no lo recuerdo, pero, claro, no sabía, no pensaba. Estaba en un trance similar al de la meditación en el que la mente va en piloto automático. La cabeza estaba lejos, yo era puro cuerpo.

Un parto sin epidural se vive desde otro plano, visceral, con la cabeza ida. Ese «planeta parto» del que tanto se habla, existe, y lo que pasa ahí, ahí se queda. No importa el dolor, no es tan grave.  No importan las horas, el tiempo es relativo. No importa si lloras o gritas, no eres consciente. No importan las caras de quienes te atienden, no las recuerdas. No importa si estabas atenta a lo que pasaba, estabas dónde debías, conectada con tu cuerpo y tu bebé.

Del parto de Aritz tengo grabados a fuego cada segundo, cada detalle, recuerdo el lugar al milímetro, cada contracción… Todavía puedo revivir el dolor emocional y físico, tal cual lo sentí entonces. Vivir algo tan duro genera un estrés postraumático que hace que los flashbacks y la ansiedad al recordarlo voluntariamente o no, te acompañen siempre. En cambio, del nacimiento tan feliz y respetado de su hermano puedo escribirlo en apenas un par de líneas.

Si le doy vueltas, recuerdo momentos, y puedo hilvanar los hechos para darle un sentido a mis divagaciones. Tengo que hacerlo con tiempo, calma, y ayuda de Mamífero. Él estuvo presente en todo momento, y puede recordar más cosas. A veces, hablando, le pregunto como fue tal cosa, o me da detalles e información que yo no sabía. Es extraño que otro recuerde mejor tu parto que tu misma! Por eso quiero escribirlo algún día, a todo lujo de detalles, para no acabar de olvidar esas horas tan mágicas 🙂

A líneas generales puedo deciros que:

  • El olor de un recién nacido, de TU cachorro es indescriptible y embriagador.
  • Cuando nace tu hijo no te crees lo que está pasando, es como si, de golpe, cayeses del planeta parto a la Tierra.
  • Fue un parto respetadísimo, me trataron con mucho cariño y profesionalidad aún en los momentos más críticos.
  • La dilatación fue maravillosa, agradable, íntima, fácil y bastante rápida… me sentí como en casa.
  • Mi hijo es un campeón, aguantó un expulsivo de 5 horas sin ningún tipo de sufrimiento, y una salida muy dura para él.
  • El dolor no fue insoportable, en serio, no le tengáis miedo. Recuerdo mucho más doloroso el parto de Aritz, simplemente, porque estaba aterrorizada.
  • Lo peor fueron el calor y la sed, es lo que más me desconcentraba y fue muy agobiante.
  • El agotamiento se disipa en el momento en que tienes a tu bebé en el pecho, es impresionante como el subidón hormonal ayuda en la recuperación.
  • Algo que todos me preguntan: Si, repetiría un parto natural sin epidural, sin duda. En ningún momento pensé en pedirla, no sentí que no pudiese con ello.

Comparto con vosotros una foto de la dilatación, estando de unos 7 centímetros. Ese rato lo recuerdo muy bien, y con mucho cariño. Con la luz ténue, y Mamífero (que no aparece porque estaba haciendo la foto) sentado detrás de mi. Solos los dos, hablando, riendo, comiendo, bebiendo… e imaginando que en pocas horas tendíamos a Biel e brazos. Estoy sentada en la pelota, colgada del fular (que bien me fue ese combo), y comiendo anacardos entre contracciones 🙂

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Quiero también, dejar constancia en el Hospital de Olot de lo bien tratada que me sentí, y felicitarles por la gran labor que hacen para adecuarse a las necesidades de las familias en los nacimientos. Fue clave la buena actitud de la matrona, que creyó en mi cada momento, animándome, acompañando, sin intervenir, respetando mi voluntad y explicándome amorosamente cada paso a dar. Me hicieron sentir muy capaz, fuerte, y adulta. Algo que por desgracia, no pasa en todos los nacimientos, en los que se ningunea e infantiliza a la mujer, dejándola en el plano de la niña que no sabe parir.

Pedí una hoja de aclamaciones el día que me dieron el alta, pero todavía no he podido rellenarla….  Intenté recordar los nombres de las mujeres que nos acompañaron en el nacimiento de Biel para mencionarlas, pero no los he podido retener 😛

Cambiar de hospital y escoger ese fue lo mejor que pude hacer, y repetiré,  en un próximo parto. El personal tanto de paritorio, como de la planta de maternidad son excelentes, están bien actualizados en cuanto a cuidados en el nacimiento y postparto, y la lactancia. Ojalá todos los centros y personal evolucionen en esta línea, que la violencia obstétrica termine, que nadie más tenga que sufrir la mala praxis y faltas de respeto en momentos tan delicados.

Espero tener tiempo pronto para compartir con vosotros el nacimiento de Biel, que fue muy emocionante y intenso. Con mi empoderamiento, mis falquezas, y el final más feliz.

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Abrazos mamíferos❤

¡Ha nacido un minimamífero!!

Estoy desaparecida por la mejor razón del mundo:

Biel nació el miércoles 24 a las 3:50 de la madrugada 🙂

Está sanísimo, y nosotros felices, y agradecidos a la vida por darnos este regalazo. Gracias a tod@s los que nos habéis felicitado, poco a poco voy sacando algo de tiempo para leer y contestar vuestros mensajes y comentarios, y espero poder colgar alguna foto y post, pero ahora el primero es el peque!

Este minimamífero nos tiene enamorados ❤

 

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Abrazos mamíferos ❤

Pródromos de parto, ¡falsa alarma!!

Ya llevamos unos días en los que todo el mundo está en vilo, a Mamífero en el trabajo le preguntan los compañeros cada día, y la jefa si le ve andando con prisas ya piensa que me he puesto de parto. Se acerca la luna llena, y ayer la miraba pensando que va a ser la última que pase con Biel en mi tripa. Según me ha dicho hoy Mamífero, ayer al atardecer que vimos la puesta de sol, él estaba pensando que a lo mejor era la última que veía sin Biel aquí fuera. Antes de ir a dormir, me preguntó como estaba, porque voy teniendo dolores al largo del día y por la noche aumentan, y está pendiente de ir corriendo al hospital. Siento que hay muchas expectativas, y me sabe mal que él esté intranquilo, y todos los que están pendientes también.

Yo la verdad es que estoy muy zen, lo estoy llevando mucho mejor de lo que pensaba. No tengo ansiedad, ni me preocupa cuando va a ser, solamente tengo ganas de que pase, y lo espero con ilusión. No tengo miedo, ni me preocupa el parto. Se que va a ir bien, Biel está sano y que nos tratarán estupendamente. La verdad es que he pasado más nervios durante el embarazo, o antes de las ecografias que ahora que esto ya llega a su fin. Pienso en que se acaba este embarazo tan duro y siento paz, alivio y tranquilidad, no me angustia en absoluto.

He estado un par de días resfriada, hacía muchísimo que no cogía nada, y ha llegado en el momento más pesado del embarazo… Ayer por la noche estaba rara, que es cuando me da el bajón, dolor de cabeza de la mocosidad, y contracciones, así que no le di más importancia. Esta madrugada, además de los despertares de costumbre, a las 3 me ha dado una arcada, que no ha llegado a más, pero el estómago se me ha quedado revuelto hasta la mañana.

Me he despertado poco antes de las 7 con dolorcitos  suaves como de costumbre y la barriga revuelta, pero no me ha parecido nada fuera de lo normal. Me he tomado un vaso de leche de arroz para que se me asentase el estómago con la intención de intentar después, dormir algo más. Entonces he notado que mojaba las braguitas, pensaba que era flujo pero al notarlo más líquido he mirado, y he visto que estaba teñido con algo de sangre, color rosadito.

He respirado hondo y no me he puesto nerviosa, me he agachado para comprobar si salía más (por si había roto bolsa), y no parecía salir en mucha cantidad. Al poco rato he tenido dolores como de regla, pero era muy suavecitos. Mi guardiana Maru se ha pegado a mi ronroneando, y Flip me vigilaba a un palmo, ambos sintiendo que estaba rara, pero tranquilos, dándome paz. He avisado a Mamífero que se estaba preparando para ir a trabajar, y le he dado un buen susto, pobre… Su reacción a los pocos minutos ha sido vomitar en aspersión el café que se acababa de tomar. Que pena me ha dado que estuviese tan nervioso, y a la vez me ha parecido muy cómico, sobre todo porque la ha liado parda al no poder aguantarse. Después de esto, Maru se ha ido a darle mimitos a Mamífero que estaba peor que yo xD

No sabíamos que debíamos hacer, lo que si que tenía claro es que quería comprobar que no fuese fisura o bolsa rota, para no correr riesgo de infección como pasó con Aritz. Así que he llamado al hospital, y he hablado con la matrona de guardia, muy amable, que me ha dicho que lo mejor era que fuésemos y lo comprobarían.

Mamífero ha avisado en el trabajo, y como no tenia dolores fuertes, hemos ido con la calma, esperando a ver si las contracciones se hacían más fuertes y rítmicas. He intentado desayunar, pero nada más me ha entrado un yogur. Luego hemos acabado de pasar la música que quiero tener para el parto, preparado la comida y las últimas cosas que llevar al hospital, hemos dejado a los gatos con suficiente comida y agua… Y nos hemos pegado una ducha, a ver si se activaba la cosa con el agua caliente, y pensando en ponernos guapos y limpitos para recibir a Biel.

Al principio estábamos casi convencidos de que aquella era la última ducha con Biel en mi barriga y que volveríamos a casa con él en brazos, ¡que ilusión pensar en eso!! Pero después de la ducha los dolores han disminuido, y ya hemos empezado a pensar que a lo mejor nos volvíamos a casa poco después. De camino me ha entrado mucha hambre y he podido desayunar, mejor ir con las pilas cargadas por si acaso.

Hemos llegado casi a las 11 de la mañana al hospital, había bastante gente en urgencias con una hora y media estimada de espera. Pero a mi en seguida me han llamado y tras cuatro preguntas de rigor, nos han pasado a paritorios. Una auxiliar de enfermeria me ha tomado las constantes, y después ha venido la matrona de guardia. Me ha tomado una muestra del líquido para comprobar si era o no fisura, y me ha puesto los monitores media hora para ver como iba.

He tenido unas 4 contracciones en ese tiempo, y el corazón de Biel respondía bien. El resultado ha dado negativo, o sea que no he roto bolsa, así que me ha hecho un tacto para ver si había empezado el trabajo de parto con esas contracciones o si no. Ha sido muy doloroso y me ha recordado a los tactos horribles del embarazo de Aritz… Con el agravante de que la mujer ha tenido que apretar muchísimo para llegar al final (me ha pasado como a mi compañera del Pollito Mamífero…). Y cuando no se llega al final, pues claro, es que el cuello está posterior y bien cerradito…

La conclusión ha sido que no estaba en trabajo de parto, sino con pródromos, con el cuello algo acortado, pero todavía no en marcha. El manchado, según la matrona, se debería a que las contracciones que voy teniendo ya están ablandándolo y por eso sangro un poquito. En resumen: que podíamos volver a casa, y a esperar que las contracciones sean más seguidas y dolorosas. Eso puede ser hoy mismo, como me puedo pasar así un par de semanas más, así que a echarle paciencia, e intentar ayudar a que se ponga en marcha la cosa (chocolate, andar, risas, amor, canela, hacer sentadillas…).

De momento sigo manchando lo mismo, y con los dolorcillos que para mi no son de parto, esperando que vayan a más. Y mientras tanto, tengo a Mamífero atacado y preocupado por si me pongo o no de parto, ¡que mal me sabe!! Creo que ahora intentaré dormir algo no vaya a ser que por la noche esto se active y me pille con la batería baja.

Ahora lo que me preocupa es seguir sangrando durante muchos días(dados los antecedentes de mi anterior parto) y no saber hasta qué punto es normal. Se por experiencia que por más que aumente el sangrado, si el cuello sigue cerrado, me harán volver a casa, y no quiero que pase como con Aritz que acabó con infección por la fisura de la bolsa y desprendimiento de placenta por las contracciones.

Esto de estar dudando creo que es la peor parte… lo bueno es que el bebé ya está cocinado, y si me pongo de parto no hay problema. ¿Vosotras tuvisteis muchas falsas alarmas?

 

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Abrazos mamíferos ❤

 

Segunda clase de educación maternal, más de lo mismo…

Hoy hemos tenido clase de educación maternal, y esperaba hacer un post con el contenido, pero ha sido un poco flojilla, la verdad. Por no decir que no ha habido contenido directamente… Se han añadido 3 chicas más (¡menos mal!), todas entre 31-33 semanas, o sea, que soy la que salgo primera de cuentas. Hemos seguido con el tema del parto, repitiendo bastante lo que se habló en la primera clase (os lo conté aquí), y poca información nueva nos ha dado, menos que en el primer día de clase. Es que se han pasado algo más de hora y media comentando partos propios y ajenos, de tal o cual conocida, y marujeos varios. Hasta de la vida privada de mi anterior ginecólogo se ha hablado…

Sigo siendo la única que prefiere intentar un parto sin epidural, y contínuamente se repite de lo doloroso que es y lo difícil que es aguantar un parto a pelo. Vamos, que muy empoderante no es… y lo peor, es que mi propia matrona remarca «lo quiere sin epidural y es el primero» (¿hola?), como si fuese una ingenua que no sabe lo que es una contracción y me flipase por el parto natural, como muchas, que según comenta, al final, se rajan… Pues vale, será que mi hijo fue una indigestión y en vez de parirlo se me cayó sin que me enterase…

Además, se escuchan lindezas como: en una cesárea el padre no puede entrar y no podemos dar el bebé a la mamá porque es un quirófano, y ¿como lo va a coger con los brazos en cruz? Entonces, en los hospitales que hacen cesáreas humanizadas, con papá y mamá juntos, y en las que el bebé no se separa de ellos, ¿cómo lo hacen? O que diga que se hace el piel con piel porque los «nuevos» estudios demuestran que es lo mejor, si muy nuevos… Vamos, que el hospital está desactualizado, y encima nos quieren hacer creer que van a la última.

Se ha hablado de lo horrible del parto, y lo dura que es la lactancia y la maternidad (eso las mamás repetidoras), que afirman que no es todo tan ideal como lo pintan, (todo super positivo xD) Y claro, hay que ser realistas, obviamente tiene sus cosas negativas, pero te tienes que plantear si realmente te compensará, hacerte a la idea que la vida te cambiará muchísimo, y que pueden surgir muchos imprevistos. Y si quieres ser madre/padre, deberás apechugar con todo, lo bueno, lo malo, e incluso lo peor. Yo pensaba: si es dura la lactancia, la maternidad y el parto es horroroso… Mejor no  explico como es parir un hijo sin vida, tener los pechos llenos de leche sin nadie a quien amamantar y sentirte madre pero que se considere que como no hay bebé, sigues siendo primeriza.

También se han comentado anécdotas vividas en el hospital (que más bien son negligencias, pero como nadie murió, pues no pasa nada) como que no te hagan caso porque eres primeriza y acabes pariendo en la habitación (me suena…), o que no haya anestesista en el hospital porque se equivocaron cuadrando turnos (muy normal, en caso de urgencia vital, genial…). Nos ha avisado también que no hagamos como algunas, que llegan casi en completa tan panchas habiendo roto aguas, o siendo embarazos pretérmino, que es una irresponsabilidad.

Me muerdo la lengua, one more time… porque yo me pasé desde la semana 17 quejándome de dolores rítmicos (nadie supo ver que eso eran contracciones, y yo claro, no tenía ni voz ni voto porque era novatilla…), que perdía mucha sangre, y que aquello no era normal. Harta de ir a urgencias y que me mandasen para casa con una palmadita en la espalda, diciéndome: es que las primerizas os asustáis en seguida… Entonces claro, una aguanta el dolor porque no sabe de que va la cosa y no quiere ser una blandengue, y se siente mal por haber molestado para nada, cuando todo parece estar bien. Pero resulta que si aguantas como una campeona, y cuando llegas, ya estás dilatada de 6 centímetros como estaba yo, con la bolsa rota (era tal cantidad de sangre la que perdía que nunca supe cuando la rompí), un desprendimiento de placenta, y el bebé fallece por una infección, encima, te tienes que sentir mal por no haber ido antes…

Hemos sentido que perdíamos el tiempo, como si estuviésemos de charla en el bar, no hemos aprendido nada de nada… Hemos salido de allí que Mamífero estaba indignado, dice que pedir el día de fiesta para eso no vale la pena. Si es que hasta él podría dar más datos útiles y consejos sobre el parto sin haber parido. Vale que el chico está bien puesto en materia, pero hombre, la matrona tiene una formación superior, y para hablar del parto de la vecina o de la amiga ya está el resto de la vida, ¿no?

 

Menos mal que tanto en el embarazo de Aritz, como en este, yo ya iba bien informada y preparada para el parto previamente… Porque si me tengo que esperar a las 34 semanas para recibir estas clases, mejor que me vacíen el útero, porque estaría muy perdida… Espero no ponerme de parto demasiado pronto y al menos, hacer alguna clase de cuidados del bebé o lactancia, a ver si me aportan algo nuevo.

Por cierto, me he dado cuenta, y ahora ya empiezo a preocuparme un poco, que tengo poca tripa comparada con las demás… Y hace 3 semanas que apenas cojo peso, y no veo que aumente demasiado la barrigota. Yo me siento grandota, pero veo a las demás que están de menos semanas, y tengo menos panza que ellas… Ya se que cada una es un mundo, pero como ya me han dicho varias personas que no parece que esté de tanto, y como no veo un gran avance, ahora que debería crecer más que nunca, pues me mosqueo. En los controles, igualmente, no me han dicho que vaya mal, así que debo confiar que todo va bien. Menos mal que el viernes tenemos la última ecografía y saldremos de dudas. Espero que Biel esté cogiendo el peso correcto, porque por lo demás, yo me encuentro bastante bien.

Edito y añado: Una pregunta que me hago, ¿dónde están las parejas de las mamás???!! 

Mamífero es el único chico-pareja que viene a las clases, ¿por qué? Y no es que se trate de madres solteras… Me parece muy fuerte que se siga delegando la responsabilidad únicamente en la gestante, la igualdad al traste, la implicación a la porra, los deberes como padres-pareja al margen… Como si no pintasen nada durante el parto, puerperio, lactancia y crianza. Se deja en manos de mamá, y luego ya veremos si la pareja quiere aprender y aportar algo.

Ambos miembros de la pareja tienen el mismo derecho de pedir permiso laboral para ir a las clases, pero seguimos siendo las mujeres las que nos llevamos ese papel. Normal que los empresarios sean reticentes con las mujeres en edad fértil… A todos ellos, les doy las gracias por mantener esa lacra social. ¡Que vergüenza!!!

¿en vuestras clases de educación maternal cuál era el ratio de mamás con pareja? Porque aquí me parece lamentable… El año pasado hubo uno más que vino, al menos eran dos, pero este… 

Cambiando de tema, ayer me dio un venazo, que ya era raro porque en todo el embarazo no he cambiado muebles de sitio y yo soy muy aficionada a eso… y se me ocurrió que poniendo la cama en el lado opuesto a dónde estábamos, nos quedaría más espacio para maniobrar con la cunita. De la otra manera ya cabía, pero quedaba todo muy encajado al milímetro, y a la larga sería un poco agobiante y poco práctico para movernos y limpiar. Sigue quedando todo bastante justito, y eso que la habitación es grande, pero es que con la cama en medio y puertas de armario y balcón a ambos lados, poco espacio queda para muebles sin que molesten. Pues eso, que hoy hemos hecho el cambio cuando hemos vuelto de la clase, y ya está todo en su sitio.

Y, poco más de nuevo por el momento.

El viernes espero tener buenas noticias que contar 🙂

 

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Abrazos mamíferos ❤

 

 

 

 

 

 

La bolsa para el hospital

Antes que nada, deciros que el dolor que sentí hace un par de días ha desaparecido. ¡Menos mal! Pasé un par de días dolorida, pero ahora todo ha vuelto a la normalidad. Según como lo siento,  Biel está en cefálica, y espero que así siga hasta que decida nacer! 😀

También quería contaros que tuvimos otra alegría el miércoles al recibir un paquete de una amiga que nos ha hecho un gran regalo, muy útil. Lleva por título «El niño ya come solo», es sobre BLW (baby led-weaning) o ACS (aprender a comer solo), un método de introducción de sólidos respetuoso en el que se deja al bebé experimentar con la comida en trozos desde el inicio de la AC para que él mismo regule, gestione, aprenda y disfrute de la comida. Es el método que tenía en mente seguir con Biel, y me faltaba leer una buena guía, por lo que, es un gran regalo, te lo agradecemos S!!!

Volviendo al tema de hoy, tenía pendiente hablar de la bolsa del hospital, en las clases nos dieron una lista, pero, la voy a completar con lo que nosotros creemos necesario llevar. Según nos han aconsejado, he preparado dos bolsas, la de Biel y la mía.

Mi matrona aconseja que en una bolsa a parte, pongamos la primera puesta (body, pijama, pañal, gorrito y calcetines si el pijama no lleva pies), y en otra bolsa aparte también las braguitas y compresa de la mamá (o braguitas desechables). Para facilitar en el momento que se necesite que esté lo indispensable a mano y no tener que escoger y rebuscar en toda la bolsa lo que necesitamos. En principio, como vamos a hacer piel con piel, no será necesario vestirle más que con el gorrito y calcetines como mucho, pero bueno, pondremos esa primera muda a parte, por si acaso.

El ingreso en el hospital si ha sido por parto vaginal es de 24 horas, y si es por cesárea 3-4 días o más si hay complicaciones. Para un ingreso de 24 horas, realmente, me parece excesiva la cantidad de ropa que piden que lleves, y más teniendo en cuenta que haremos piel con piel, por lo que irá desnudito la mayor parte del tiempo… Pero nunca se sabe, así que haremos caso de los consejos.

También desaconsejan para evitar alergias la ropa en tejidos de lana de angorina, lana gruesa (u otros tejidos demasiado gruesos), y manoplas. Por supuesto, la ropita debe de haberse lavado previamente con un jabón neutro, y las etiquetas deben estar cortadas.

BOLSA PARA EL BEBÉ

  • 3-4 bodies o conjuntos completos (aquí hace frío así que de manga larga y mejor si son con pies).
  • 2 pijamas o conjuntos.
  • 2 pares de calcetines o patucos (si los bodies y pijamas llevan pies no es necesario).
  • Un par de gorritos de algodón sencillos de poner.
  • Cambiador.
  • Arrullo o mantita.
  • Neceser con lo que consideréis necesario para la higiene y cuidados del bebé, nosotros llevaremos: jabón neutro y esponja natural para el culete, aceite (de almendras o rosa mosqueta), crema de caléndula para pañal, peine, tijeras de punta redonda, alcohol de 70º (o cristalmina) y gasas estériles para las curas del ombligo.
  • Pañales (10-15 desechables talla 0).

Esto es lo que me piden, y yo añado:

  • Unas cuantas gasas (paños de algodón) para las babitas, regurgitaciones y para secarle en los cambios de pañal.
  • El fular elástico.
  • Un abrigo, gorro y manoplas para la salida del hospital que aquí hace mucho frío.

 

 

BOLSA PARA LA MAMÁ

  • Sujetadores de lactancia.
  • 2-3 camisas para dormir o pijamas que faciliten la lactancia.
  • 1 paquete de compresas de maternidad de algodón (o braguitas desechables).
  • Zapatillas (yo en lugar de eso llevaré un par de calcetines gruesos con los que voy más cómoda).
  • Discos de lactancia y crema de lanolina pura (yo llevaré la lana natural para las posibles grietas o irritaciones).
  • Neceser para la higiene personal (cepillo y pasta de dientes, cepillo para el pelo, jabón de aleppo para ducharme, y toallitas).

Y añado:

  • Frutos secos, fruta, agua y bebida isotónica/agua de coco para el parto (y si puedo, un par de sobrecitos de jamón para reponer fuerzas también!)
  • Cargadores para los móviles.
  • Ropa de calle para la salida del hospital.
  • Libreta de embarazo e informes (indispensable!).
  • Empapadores (para no liarla en el coche si rompo aguas camino del hospital, y posteriormente para fugas nocturnas de sangre y/o leche).
  • Pinturas y papel para hacer una estampación de la placenta.
  • Braguitas de algodón cómodas y calcetines.
  • Música para el parto.
  • Cámara para grabar el parto (estamos pendientes de préstamo).

 

Ya tengo ambas bolsas a medio preparar, faltan algunas cosas por comprar en la farmacia que en caso de urgencia se consiguen fácilmente, ya me siento más tranquila teniéndolas a mano 🙂

¿Que llevaste tu, o que llevarás? ¿Creéis que me falta o sobra alguna cosa?

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Abrazos mamíferos ❤

Primera clase de maternidad: el parto

Ayer empezamos las clases de maternidad, las imparte la matrona que me ha llevado los dos embarazos (no es la del hospital en el que pariré). Por lo que ya asistimos a casi todas las clases el año pasado, y aunque sea un poco repetitivo por haberlas hecho antes, siempre va bien refrescar la memoria. Este año somos solamente dos mujeres (el descenso de la natalidad es alarmante…), el año pasado éramos cuatro, y Mamífero, claro.

En esta primera clase hablamos básicamente del parto, de como deseamos que sea, como transcurre, como controlar el dolor mediante la respiración, que expectativas tenemos y qué puede ocurrir… También nos puso unos vídeos de parto en casa, los mismos que vimos el año pasado, lo que me parece muy bien ya que es un tipo de parto que normalmente no se enseña, y pocas veces se da en un hospital.

Mi matrona parte de la base de si quieres o no epidural para enfocar el parto de una u otra manera. Y en parte es cierto, porque eso determina muchos factores, pero no es determinante, porque nunca se sabe si finalmente dará tiempo a que te la pongan, o si no la querías y al final no te sientes capaz. Lo más importante es estar preparadas para cualquier eventualidad, y abiertas a todo, como dijo ella misma, que no nos frustremos con el tipo de parto que finalmente tenemos si no se ajusta a nuestras expectativas.

También hablamos de lo que tenemos que llevar al hospital, para el bebé y la mamá, pero eso ya os lo cuento en otro post 😉

Hasta aquí todo correcto, ahora, me voy a permitir opinar y hacer un poco de crítica constructiva…

Mi matrona es bastante partidaria del parto natural, y tal como enfoca las clases, parece que en su hospital las cosas se hagan de una manera muy respetuosa. Según ella: no rompen la bolsa (a mi si me la rompieron y no hacía falta porque el niño se me salía, literalmente…), hacen piel con piel (pero apuntando que si el bebé tiene frío lo visten y ponen en cuna térmica, que es un sinsentido…), no hacen episiotomía sistemática (como debe ser, pero muchas se la llevan…), te dejan moverte mientras dilatas y que hagas lo que sea para estar cómoda (a mi ni me dejaron moverme, ni ir al baño, ni comer ni beber y me hicieron parir en litotomía aunque les pedí que me dejasen poner de cuclillas sobre la cama), como atendemos pocos partos no aceleramos el proceso (yo con un parto de menos de 15 minutos me sentí muy presionada e incluso insinuaron llevarme a quirófano para sacar la placenta)…  y una larga lista de afirmaciones en las que me tuve que morder la lengua…

A lo mejor, si me hubiese atendido ella el parto, hubiese tenido una mejor experiencia… Pero sabiendo que no solamente está ella, y que es una lotería quien te pueda tocar, es un error pintarlo tan bonito cuando hay tanto por mejorar en ese hospital… Y sobre todo, sabiendo que hay compañeros que dan un trato pésimo y que muchísimas mujeres (todas las que conozco que han parido allí lo corroboran) han tenido muy malas experiencias. La actitud de: lo hacemos todo super bien, es peligrosa.  Ni siquiera en el hospital al que fuimos ayer, en el que pueden presumir, tienen ese ego, al revés, desean mejorar.

También nos dijo que en lugares dónde hay mucha presión asistencial se debe de acelerar el parto con oxitocina porque hay mujeres esperando. Pues no, lo que se debe hacer, es exigir a dirección que se adapte el servicio a las necesidades de trabajo. La atención al nacimiento, tiene que ser igual de digna, haya muchas o pocas mujeres de parto.

Otra cosa que nos dijo es que hay mujeres que se ponen histéricas, que están enfadadas, gritan y se descontrolan… Y que a esas mujeres, a veces hay que ponerles la epidural antes de tiempo porque no aguantan, y entonces como la anestesia parará el proceso, claro, ya aceleramos el parto con oxitocina… Obviamente pasa que muchas mujeres estén fuera de si, pero me parece lo más normal del mundo. Si es tu primer parto, sobre todo, tienes sensaciones desconocidas, dolores y mucho miedo, y no todas pueden estar modo zen.

Cada una aguanta hasta dónde puede, y, por supuesto, si una mujer dilatada a 3 centímetros está rabiando, no la van a hacer esperar para ponerle la epidural a los 7, no tiene porque sufrir si no quiere. Pero no puede ser que ya se de por hecho que esa mujer no va a aguantar las horas que le quedan de dilatación, y que tendrán que acelerar el parto. Las matronas, además de asistir al parto propiamente, están para acompañar y dar alternativas, seguridad y alentar a la mujer e intentar calmarla. No solo con medicinas se calma a una mujer, y claro que hay situaciones en que ni la medicina lo consigue, pero una mujer pariendo, como todos los mamíferos, se siente vulnerable, y es comprensible que se aterrorice o se bloquee. No se la debe considerar una histérica ni infantilizar su conducta, porque es una situación que, por incómoda que sea para el profesional que la atienda, entra dentro de la normalidad.

Por último, no me gusta nada que cuando se habla del parto, el protagonista sea el dolor. Por experiencias que nos cuentan, por lo que se ve en las películas, por lo que nos imaginamos cuando visualizamos un bebé saliendo de nuestra vagina… Todas pensamos en el dolor, el sufrimiento, lo «malo» del parto… Como dijo mi comadrona, somos una sociedad que no está acostumbrada a sufrir dolor, tenemos una baja tolerancia, ya que por cualquier cosa tomamos un analgésico y nos olvidamos del dolor. Estoy de acuerdo con esa afirmación, la mayoría actúan así, pero no comparto esa actitud (yo no tomo analgésicos si no es algo extremo), ni creo que sirva para ejemplificar el dolor de un parto. Principalmente, y esto es vital entenderlo, porque el parto es un proceso fisiológico, no patológico como un dolor de muelas.

Afirmar que en el trabajo de parto se siente un dolor horrible, insoportable, lo peor, es ya, un mal comienzo. Las contracciones duelen porque tenemos el útero rígido (útero espástico como dice la gran Casilda Rodrigañez), por eso cuando este se expresa, sentimos dolor. Pero algunas mujeres han logrado parir con placer. No hay mucha diferencia entre una contracción de parto y un orgasmo, el mecanismo y las hormonas en juego son las mismas. Lo que determina que la experiencia sea más o menos agradable es la predisposición, el ambiente y como lo vivimos.

Normalmente acompañamos a las contracciones de placer, por eso no nos duelen, pero con las de parto nos tensamos. Es como si cortases un estornudo, molesta porque estás creando una resistencia a algo que pasa espontáneamente, pero estornudar no es desagradable en si mismo. La misma palabra, contracción, tiene un significado que desentona con lo que realmente es y le da una connotación negativa. Me gusta más el concepto expansión, que es lo que realmente logran, abrir el canal de parto.

Quizá todo esto os suene demasiado extremo e irreal, y os doy la razón, porque somos animales culturales, y es muy difícil que concibamos las cosas de manera distinta a como nos las han explicado toda la vida. No pretendo decir que el parto no sea un momento extremo y que no exista el dolor, sino que, cambia mucho la percepción de este según como lo enfrentemos. La sensación del dolor se ve condicionada por la mente, y aumenta con el miedo, y el sufrimiento. Por eso existen personas capaces de soportar situaciones muy extremas sin sentir dolor, mediante el control de la mente.

Cuando escucho a profesionales del parto como a mi comadrona hablar de que el dolor del parto es algo tan horrible e insoportable, siento que el enfoque está mal, que se obvia mucha información. Durante el parto se segregan analgésicos de manera endógena, el cuerpo es sabio y no nos causa un dolor que no podamos soportar. Nadie muere de dolor. Es una decisión personal y igual de digna tanto si quieres ahorrarte ese trance, como pasarlo a pelo. Pero me da pena por esas mujeres que temen al dolor, que pasan el embarazo con miedo al parto y rezando para que les de tiempo a ponerse la epidural.

Con afirmaciones así, se generan muy malas expectativas, y es normal que llegado el momento se viva el trabajo de parto con mucha tensión y sufrimiento. A veces, por tiempo, o porque no te hace efecto la analgesia, los partos acaban siendo sin epidural, y es algo para lo que todas tenemos que prepararnos. Imagino lo traumático que debe ser para una mujer que deseaba no sentir dolor, tener que enfrentarse a un parto sin anestesia y sin ninguna preparación previa.

El enfoque de matronas como la que nos atendió en el nuevo hospital es completamente distinto en ese aspecto. El dolor no era el malo de la película, es algo que de entrada, consideran que se puede sobrellevar si se dan ciertas condiciones. Escuchar a nuestro cuerpo, dejarnos ir, y estar en un ambiente seguro es lo principal para que no nos anclemos en él, para avanzar con las contracciones, y no pese a ellas. Es vital informar de que hay muchas maneras de pasar ese momento de una manera agradable, íntima y disfrutar el parto, no sufrirlo.

Motivarían mucho más a las mujeres afirmaciones como: estamos preparadas para parir, podemos soportarlo perfectamente. Que se nos empodere, y nos animen a confiar en nuestro cuerpo. Que no nos quedemos con el concepto de que nuestro cuerpo nos juega una mala pasada y nos hace sufrir sin sentido. El nacimiento es un proceso maravilloso y las contracciones son una ayuda, no el problema.

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Abrazos mamíferos ❤

El hospital donde nacerá Biel y visita con la nueva matrona

Llegamos media hora antes de la cita al nuevo hospital, ya que fuimos con tiempo, y tardamos menos de media hora en llegar, ya que había poquísimo tráfico. Está a las afueras de la ciudad, rodeado de montañas, campos y naturaleza. Así que el lugar es de por si relajante, invita a dar a luz, la verdad. El edificio es muy nuevo, de construcción sencilla, sin ornamentos, pero con muchos ventanales por dónde entra la luz natural y se puede disfrutar del paisaje. Hacía un día cálido y soleado, y me imaginé lo bonito que sería despertar allí el día después del parto, con esas vistas, y sobre todo, con Biel pegadito a nosotros…

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Vistas desde una terracita de hospital

Nada más llegar, introduces la tarjeta sanitaria en una máquina, que registra cuando has llegado, y te da un papelito, en el que tienes un código. En esa misma máquina, después, puedes recoger el justificante de visita para llevarlo al trabajo según vi hacer a una señora, y seguramente tenga otras utilidades. Vas a la sala de espera en la que está el consultorio que te toca, y hay unas pantallas en las que van saliendo los códigos asignados cuando llega el turno. Todo muy práctico, ya que al estar informatizado, el médico o enfermera no tiene que salir a llamar, y si llegas antes, ellos pueden saberlo y agilizar las consultas. Quizá ya habéis visto este sistema en vuestros hospitales, yo no, y me parece un método sencillo y cómodo para todos. Si que he visto cosas parecidas en otros lugares como la seguridad social, pero nunca antes en centros sanitarios.

Así que, aunque íbamos con tiempo, nos llamaron en seguida. La matrona que me llevará el final del embarazo es una chica joven, muy agradable y se la veía interesada e implicada en su trabajo. Le expliqué de dónde venía, por qué, de cuántas semanas estaba, y los controles que me tocaba pasar. Estuvo un rato leyendo la cartilla para empaparse de mi historial obstétrico, que tiene miga, e iba haciendo preguntas para saber algunos datos más, incluso, anotó cosas que faltaban y eran importantes. Seguimos con la rutina de las visitas: tensión, peso, altura uterina, y escuchar el corazón de Biel. Todo correcto 🙂

Como os dije ayer, le comenté ese dolor que tenía, y al palparme la barriga y auscultar a Biel, me dijo que era muy probable que estuviese en cefálica, algo que me alegró mucho. Después, para completar el historial, me hizo más preguntas, y fue anotando todos los datos de la cartilla para más tarde poderlos introducir en mi historial. No escatimó en tiempo para que todo quedase bien documentado, algo que me dio mucha tranquilidad.

Después, empezó a programarme citas: la visita con la que será mi ginecóloga, analítica y ecografía. Le comenté que me deberían haber hecho una este mes pasado, pero que ya al ser muy tarde, veía que se solapaba con la del tercer trimestre. Me dijo que si, que ya no era necesario hacerla dos veces, y que en la última ecografia me verían el cuello del útero sin problemas. Hizo una llamada para agilizarlo, así que tenemos la ecografía para el viernes que viene, ¡que ganas!! En semanas sucesivas, tengo la analítica, en la que, según me dijo, me verían la hepatitis B y C, ya que en mi hospital no la miran, pero ellos lo hacen de rutina. Y para principios de febrero, conoceremos a mi ginecóloga, que ya tendrá los resultados.

Me preguntó por la vacuna de la tosferina, a lo que le contesté que no me la quería poner, y bien, sin juicio alguno, pasamos a otro tema. Hablamos del parto, me dio el plan de parto del hospital, que es bastante respetuoso de por si y viene a ser un 80% de lo que yo he puesto en el mío. El resto que falta, simplemente es por omisión, porque son partidarios de todos los puntos que cito en el mío. También nos dio una hoja con información sobre la administración de la vitamina k al recién nacido, nos explicó las dos vías de administración, para que rellenemos la opción que elegimos. Dijo que tanto su protocolo con las casillas que deseemos marcadas, como lo de la vitamina K y mi propio plan de parto, los lleve el día que nazca Biel. Añadió que cualquier cosa, la hable con las matronas que me asistan, que velarán porque se respeten nuestros deseos.

Por último, le comenté que queríamos ver las salas de parto, y familiarizarnos con el lugar, saber por dónde se entra a urgencias… y sin problemas, llamó a paritorios para comprobar que estuviese libre y limpio, y sin problema, nos mandó para allí a hacer la visita. Nos atendió una matrona muy simpática y con muchas ganas de explicarnos todo el material del que disponen, resolver dudas, y sobre todo, dejarnos muy claro que el objetivo era hacernos sentir a gusto, respetar nuestras necesidades, y dar una bienvenida al mundo cálida y serena a los bebés.

En paritorios había una ginecóloga, y 4 chicas más, supongo que eran matronas y enfermeras. Disponen de 4 salas, 3 de ellas de parto-dilatación, circundando el mostrador, las salas de material, limpieza, y sus dominios (una salita en la que comen y descansan). Hacen guardias de 12 horas, y según nos dijo, tienen una media de 1 parto y medio al día, con lo que la tranquilidad está prácticamente garantizada. Los paritorios están al lado de los quirófanos, y es un lugar a parte en el que intentan guardar silencio y tener un ambiente agradable. Todo está limpio, y no hay material quirúrgico a la vista en las salas para hacerlas más agradables, sino que tienen unos carritos con todo lo que puedan necesitar en la puerta de cada una.

La única sala que no pudimos ver, porque estaba ocupada, es la del ecógrafo, en la que  hacen la primera valoración según llegan las mujeres. Las otras tres, ya son destinadas a dilatación y partos, cada una con un tipo de material adecuado a las necesidades de cada mujer. Todas las salas, disponen de baño privado con ducha, una cunita térmica por si el bebé la necesitase, monitores para el control del bebé, muebles con material (gasas, empapadores…), sillones cómodos para la pareja, y camas de parto, reclinables, y ajustables para que puedas parir en la posición que desees.

No hay ningún potro de «tortura». En lugar de eso, el final de la cama se puede adaptar para subir unas plataformas en las que puedes apoyar los pies para poder empujar mejor. En todas las salas puedes disponer del material básico: silla de partos, pelota de dilatación, espejos para ver el nacimiento, poner música, aromaterapia, calor para el dolor… Y en todas ellas se puede regular la temperatura, las luces, y por supuesto, comer y beber durante la labor de parto. Lo que no tienen, por ejemplo, es el óxido nitroso, porque están en una planta que queda un poco bajo tierra, además está cerca de los quirófanos, y podría ser problemático por la poca ventilación.

La primera sala es la más sencillla, viene a ser la que usaría una mujer que desee la epidural, ya que puede usar todos los métodos que he mencionado mientras dilate, y una vez se la anestesie, pariría en la cama. Como nos dijo la matrona, el objetivo es hacer lo que desee la mujer, si ella quiere monitoreo constante y una matrona pegada a ella, eso tendrá, y si prefiere estar a solas con su pareja e ir haciendo el trabajo sin que se les moleste, ellas estarán al margen respetando su deseo de intimidad.

La segunda sala, dispone además de todo lo anterior, de un fular colgado al techo con el que te puedes ayudar colgándote, instalado encima de una silla de parto, con un sillón detrás para la pareja. También tienen una pelota con base que se puede poner en lugar de la silla de partos, y una mecedora para pasar las horas más cómodos. Esta sala y la primera, disponen de un tragaluz por el que entra luz natural.

La tercera es la más completa, y es la de la introspección total, allí no entra luz, solamente habrá la que la pareja quiera, regulándola mediante un foco orientable. Esta dispone de todo lo que tienen las otras dos, y además, tiene una bañera de dilatación espectacular. Muy grande, con asiento blandito, luces…  Mientras nos enseñaba las salas, la matrona iba enseñándonos posturas para dilatar, como usar los materiales, y en esta última sala, apagó las luces para que viésemos el ambiente tan íntimo  que se creaba. De momento, según nos comentó, todavía no les dejan atender partos en el agua, pero es un buen método paliativo del dolor, y muy relajante. En este punto, nos dijo que todo era empezar, que lo que deseaban era que a la larga les diesen el permiso desde dirección para atender partos en el agua, lo que demuestra que desean avanzar, y eso es muy bueno.

Como véis, no es que sea un gran equipamiento, realmente no es tan difícil ni tan caro tener salas de parto natural, es sencillo tener a todas las mujeres contentas. Lo que realmente marca la diferencia es la actitud, el mimo con el que se toman el trabajo de traer personitas al mundo, el respeto por ese momento sagrado y la voluntad de que sea una grata experiencia. Por supuesto que hay personal así de cualificado en muchos centros, pero, siempre dependes de quien te toque ese día. Y claro, si el protocolo de nacimiento del hospital no contempla ciertas cosas como indispensables y obliga a otras, eso lo condiciona todo. Allí, por lo que hemos visto y las experiencias que nos han contado, todos son partidarios del parto respetado, de escuchar a las mujeres, y que el proceso sea lo menos intervenido posible (si es lo que se desea y no es necesario) para que sea un acto fisiológico. De hecho, en nuestra provincia, es el hospital que más ha logrado aumentar el número de nacimientos, ya que muchas parejas de otras poblaciones nos desplazamos allí para dar a luz de una manera más respetada.

Nunca se sabe como irá un parto, pero aquí al menos, sabemos que de ir bien, de entrada no nos interrumpirán, no me vestirán de «paciente» si no deseo la bata, no me monitorizarán contínuamente si no hay motivos de peso, no me harán tactos si no los deseo, me explicarán cualquier procedimiento y pedirán permiso en cada uno, no nos separarán de nuestro bebé ni entre nosotros, no iremos a quirófano si no es por necesidad de una cesárea, no me negarán ir al baño, deambular, comer ni beber, no tendrán prisa por acelerar nada, no dirigirán la labor de parto si no lo solicito, no entrarán a la sala si no es necesario y lo harán pidiendo permiso, se guardará silencio, no habrá intervenciones si no son una emergencia médica, nadie estará de espectador innecesariamente, ni se alumbrarán mis partes si para su comodidad visual… y un largo etcétera.

La filosofía del centro es: haz lo que tu cuerpo te pida, y dinos lo que necesitas, nosotros estamos para tu comodidad y seguridad. Es sencillo, no intervenir si no es necesario, confiar en la capacidad de la mujer, dejarla ser protagonista junto a su pareja, y que se sienta tan cómoda y arropada, que su cerebro desconecte y el trabajo de parto fluya por si solo. La matrona nos dijo todo lo que quisimos escuchar, y más. Con lo que hemos vivido en mi anterior hospital, esa actitud me pareció un viaje al futuro, o un sueño. Nos dio tal confianza, seguridad, y nos dejó tan claro que lo principal era que estuviésemos a gusto, que parecía que en vez de una sala de partos fuese un hotel.

Además estuvimos un buen rato hablando de mi anterior parto, de las cosas que pueden suceder, como actuarían, las opciones que teníamos… Pude hacer todas las preguntas que me apeteció, sin prisas, ni juicios ni intentos de justificarse de antemano para que no esperásemos demasiado, al revés, pintaba las expectativas de éxito muy altas. Todas sus respuestas me parecieron correctísimas, y dentro de los esquemas de lo que para mi, es un parto respetado.

Como os dije, muchas de las matronas que trabajan allí, lo hacen también atendiendo partos a domicilio, por lo que tienen una visión clara de lo que puede necesitar una pareja que no desea un parto excesivamente medicalizado o intervenido sin necesidad, y a la vez, disponen de medios para atender a quienes si deseen un parto más controlado. Parten de la base que las cosas suelen ir bien, y que el éxito es mayor si discurre todo en un ambiente «como en casa», de hecho, nos confirmó que son poquísimas las veces que tienen emergencias serias.

Pregunté si atienden partos de nalgas, y nos dijo que siempre lo intentan, que tiene que complicarse mucho el parto para que se vaya a cesárea solamente por una presentación de nalgas. Que dejan la cesárea como ultimísima opción, siempre que la mamá esté dispuesta a intentar el parto vaginal claro, y que en todo caso, se esperan a que la labor de parto empiece por si misma en vez de ir a quirófano de manera programada.

También nos dijo que si deseamos emplear algún método alternativo para el dolor o de relajación (acupuntura, meditación, moxibustión, masajes, homeopatía, reflexología…), no tienen ningún problema en que hagas lo que necesitas. Ellos no tienen personal preparado para ello, pero si el acompañante o la mujer tienen esos medios, pueden hacer lo que deseen.

Por último, le pregunté que hacer en caso de emergencia, o duda de si estoy de parto, si iba directamente, o avisaba… Me dijo que podía llamar a cualquier hora, ya que siempre están de guardia, y pedir hablar con una matrona. Que me harían ciertas preguntas, verían mi historia y me darían consejo sobre que hacer, sin problema.

Nos dieron mucha confianza, el lugar, el personal y sus protocolos. Nos fuimos encantados, y comentando lo sencillo que sería dar una atención así para todas las familias. Está claro que este tipo de atención se da mejor con poca presión asistencial, pero, igualmente, es uno de los hospitales con mayor asistencia (y mejor resultado) en partos de nuestra provincia. Atiende más del doble de nacimientos que el hospital en el que di a luz a Aritz, y no hay color. En el caso de los hospitales que atienden muchísimos más partos, es una pena que se baje el nivel por el volumen de trabajo, más bien debería de adecuarse a las necesidades de asistencia, no dar una peor atención por ese motivo.

Por supuesto, si la atención es así de buena como nos la pintan, pienso poner una hoja de aclamación para felicitar al personal y al centro. Es una manera de que los estándards de atención al parto mejoren, o al menos, que sigan avanzando en esta línea.

Estoy deseando que llegue el día del parto y disfrutar de la experiencia, me parece un lugar perfecto para sanar mi anterior parto 🙂

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Parte del edificio

 

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Abrazos mamíferos ❤

Mi plan de parto

El plan de parto es un documento en el que se recogen las preferencias de los padres desde que se ingresa, hasta el día del alta, contemplando todas las posibilidades y variables. Aunque algunos centros ofrecen su protocolo de nacimiento, pero es de vital importancia leerlo, informarse, y tomar decisiones para hacer uno propio, ya que cada mujer puede desear algo completamente distinto, y todas las opciones son válidas.

Es un derecho del paciente presentar su plan de parto, y no hay una manera estandarizada de hacerlo. Es un documento que debe presentarse en el hospital en el que se dará el nacimiento, previamente a este, y debéis solicitar el sello del centro conforme lo reciban. De igual manera, os recomiendo poner un par de copias en la bolsa del hospital, una para vosotros, y otra para entregarla el mismo día del parto, para asegurar que lo tienen presente. Una opción para aseguraros de que el hospital recibe el plan de parto, y tener un comprobante de ello, es mandar una copia mediante burofax, tal como explica mi compañera de el Pollito Mamífero en esta entrada.

Cualquiera de los puntos, son revocables en el momento, dependiendo de las circunstancias y la opinión de los profesionales, pero siempre con el consentimiento de la paciente o de su pareja.

El objetivo es que se respeten nuestras elecciones y que transcurra en un ambiente respetuoso tanto con nosotros como para el bebé. Para mi, al optar por un parto natural y preferentemente sin epidural, hay varios puntos que para mi son de vital importancia, como el respeto de los tiempos, el libre movimiento, la no intervención innecesaria, la tranquilidad… Por eso, y al haber tenido una mala experiencia previa en el parto de Aritz, hemos optado por pedir el traslado a un hospital con protocolo de parto natural, más adecuado a nuestras necesidades.

Quien desee usarlo como plantilla, puede hacerlo libremente rellenando los espacios de datos personales, y obviamente, valorando punto por punto si es lo que deseáis o no. Yo he elaborado el mío a partir de 4 planes distintos que he leído (uno de ellos es el de la mamá de pollito), y he buscado mucha información para tomar mis decisiones. Podéis encontrar en internet numerosos planes, plantillas, y guías estandarizadas para elaborarlo.

Si esperáis un bebé os recomiendo hacerlo, no solamente para transmitir al centro vuestras opciones, sino también para hacer una reflexión acerca del mismo proceso de parto, lo que puede suceder y que tanto la mamá como su acompañante tengan claro lo que desean.

A continuación os dejo el mío, espero que os sea de utilidad para elaborar el vuestro, y para plantearos cuáles son vuestras preferencias 😉

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Abrazos mamíferos ❤

 

Estimados profesionales del Hospital (rellenar):

Dejando constancia escrita del Plan de Parto y Nacimiento buscamos primordialmente facilitar el diálogo entre el personal sanitario que nos atienda y nosotros (mi pareja y yo), expresando nuestras preferencias, necesidades, deseos y expectativas, siempre considerándome una mujer gestante con futuro parto de bajo riesgo y en ningún caso, una enferma.

Asimismo, soy consciente de las dificultades y/o imprevistos que puedan presentarse y por lo tanto, yo, la gestante, me reservo el derecho de cambiar (de manera, escrita u oral) cualquier preferencia aquí plasmada dependiendo del desarrollo de los acontecimientos. Así como espero que se me informe de cualquier posible intervención esperando mi consentimiento antes de cualquier práctica, según establece el art. 4.1 de la Ley 41/2002, de 14 de noviembre.

Pedimos disculpas de antemano si en este plan de nacimiento incluimos peticiones que ya están en el protocolo del hospital. Y somos conscientes de que cualquier variación en el mismo es posible a última hora, ya sea por nuestra parte o porque las circunstancias así lo precisen.

Por eso, yo, (rellenar nombre) con DNI nº (rellenar) y teléfono (rellenar) presento este Plan de Parto y Nacimiento con fecha prevista para (rellenar), en el Hospital (rellenar), con el fin de que sea añadido a mi historia clínica y pueda ser leído por los profesionales implicados en la atención de mi parto.

Mi pareja, (rellenar), con DNI nº (rellenar) , y yo hemos escogido su hospital por la atención respetuosa y protocolo de apoyo al parto natural y la lactancia materna que ofrecen a las embarazadas.

Gracias a; nuestra matrona (rellenar), y a las clases de preparación al parto que estamos siguiendo, nos decidimos  poner en contacto con ustedes, y tras poder ver sus instalaciones personalmente queremos que nos acompañen en este momento tan especial de nuestras vidas en el que recibiremos a nuestro hijo, (rellenar nombre). Para ello, hemos pedido un cambio voluntario de hospital de referencia, trasladándonos del ( rellenar nombre antiguo hospital) al suyo.

Para que el nacimiento del pequeño (rellenar) sea lo más natural y menos intervenido posible deseamos evitar a toda costa una inducción al parto y una cesárea. En caso de que surja una situación que se presente como una emergencia médica, sepan que contarán con nuestra total cooperación una vez que hayamos recibido explicación de la necesidad médica y que hayamos contado con tiempo para consultar la decisión entre nosotros.

Deseamos recibir explicaciones claras sobre todos los procedimientos, sobre el progreso de la labor a medida que se evalúe, y sobre cualquier posible complicación que se presente. En ausencia de circunstancias especiales, solicitamos que se respeten las siguientes peticiones.

  1. LLEGADA AL HOSPITAL

1.1. PROCEDIMIENTOS DE RUTINA A LA LLEGADA AL HOSPITAL

SI autorizo:

La medición de la temperatura corporal, pulso y tensión arterial considerando que son procedimientos que deben hacerse pues pueden tener implicaciones para el desarrollo del parto.

NO autorizo:

  • La colocación de una vía con suero ni medicación que no sea necesaria.
  • La amnioscopia, como prueba de rutina porque conozco los riesgos que conlleva.

De ser alguna de las dos extremadamente necesarias, no se realizarán sin antes obtener mi consentimiento informado.
Deseo se favorezca la micción espontánea y no el sondaje (si fuera estrictamente necesario se aplicaría únicamente con mi consentimiento).

1.2. PERSONAL SANITARIO, INFORMACIÓN E INTIMIDAD

  • En todo momento mi pareja permanecerá a mi lado, si no existe contraindicación.
  • Deseamos (mi pareja y yo) que todo profesional que me atienda se presente y me explique el motivo de su presencia. Deseo ser atendida por una matrona, y que, en la medida de lo posible, me asista el mismo equipo durante todo el proceso (entendiendo por supuesto, los cambios de turnos de personal).
  • Deseamos ser informados si voy a ser atendida por profesionales en periodo de formación (MIR, matronas en formación…) y en tal caso, esperar mi consentimiento.
  • Deseamos estar informados en todo momento sobre la evolución del parto y que se nos haga partícipe de las decisiones sobre el mismo.
  • Deseamos que durante la dilatación y el parto solamente esté presente el personal indispensable, entendiendo que podría ser necesaria la intervención de un ginecólogo o pediatra si surgiera algún imprevisto. Si el proceso de dilatación discurre con normalidad, deseamos estar mi pareja y yo solos todo el tiempo posible.
  • Deseo dar a luz en un ambiente tranquilo, cálido e íntimo (luz tenue, silencio, pocos espectadores…). Por lo que solicitamos que cualquier persona llame a la puerta antes de entrar y tenga la amabilidad de presentarse.
  • La información sobre posibles complicaciones y sobre ventajas/inconvenientes de posibles tratamientos o pruebas, así como el asesoramiento sobre pruebas alternativas será siempre bien recibida. Si yo no pudiera atender, mi marido se encargará, ya que él sabe perfectamente mis preferencias.
  • Deseo que se nos informe en todo momento de los procedimientos a seguir, y que no se me realice ninguna maniobra ni se me administre medicación alguna sin consentimiento previo. 

 

2. BORRAMIENTO Y DILATACIÓN

  • Deseo dilatar en la intimidad con mi pareja.
  • Elegimos que el inicio de la labor sea espontáneo, así que no precisaré inducción innecesaria.
  • El respeto por mis tiempos de parto, por las necesidades que puedan presentarse y por nuestra intimidad creemos que es fundamental para culminar con una labor satisfactoria.
  • Si se encontrase la presencia de meconio en el líquido amniótico, autorizo a que se realice una prueba de PH, para valorar la gravedad de la situación y poder decidir.

2.1. BOLSA AMNIÓTICA

Si llegase al hospital con la bolsa amniótica intacta:

  • NO autorizo la amniorexis artificial como proceso rutinario (esto incluye la maniobra de Hamilton), prefiriendo dejar que el proceso siga su curso natural, facilitando así, un parto respetado. Según entendemos el único caso en que este procedimiento estaría justificado sería para extraer sangre al feto y medir el PH del bebé.

2.2. TACTOS

  • Solicito que se me hagan el mínimo número de exámenes vaginales (siempre con permiso previo) para evitar rotura prematura de membranas y favorecer la introspección.
  • NO autorizo a que se me realice ninguna maniobra añadida a los tactos (maniobra de Hamilton, separación de membranas u otras), y sin ser informada debidamente de los motivos de ésta.

2.3. MONITOREO FETAL

  • NO deseamos que el monitoreo fetal sea continuo siempre y cuando el parto no sea de alto riesgo.
  • SI preferimos una MONITORIZACIÓN INTERMITENTE, que no restringe tanto los movimientos.
  • Si el uso de las correas fuera necesario, me gustaría utilizar unas inalámbricas, si las tuvieran, para poder seguir moviéndome libremente.

2.4. VÍA INTRAVENOSA

  • NO deseo que se me aplique una vía intravenosa rutinaria porque dificultará mis movimientos. En el caso de que fuese estrictamente necesario colocarla, se nos informará cuáles sustancias se administrarán por gotero.

2.5. ENEMA Y RASURADO PÚBICO

  • NO deseo la administración rutinaria del enema ya que no se aconseja.
  • NO deseo la práctica rutinaria del rasurado perineal al no ser necesario.

2.6. ADMINISTRACIÓN DE OXITOCINA SINTÉTICA

  • NO queremos la administración de oxitocina sintética como proceso rutinario porque estamos al tanto de sus efectos secundarios. Se procurará un ambiente para que yo pueda segregar de manera natural mi propia oxitocina (aclarado en el último párrafo del punto 2).
  • En caso de labor estacionada o lenta nos gustaría practicar la estimulación natural de oxitocina -del pezón o clítoris-, y contar con privacidad ininterrumpida para hacerlo así. Entre mi marido y yo haremos uso de los masajes perineales en la intimidad, e intentar así mantener la integridad de mi periné.
  • Si fuera estrictamente necesaria la administración de esta sustancia, se me aplicaría la dosis mínima siempre priorizando el bienestar fetal.
  • Permitan que la labor siga su curso natural sin comentarios sobre “apurar las cosas” o “acelerar la labor”.

2.7. EPIDURAL

  • NO deseo la administración de esta anestesia, en el caso de que el dolor fuese insoportable me reservo el derecho de poder cambiar de opinión y quisiera siempre y cuando fuera posible la dosis mínima (walking epidural), para aún con anestesia poder moverme.
  • Agradeceríamos que no se nos hagan ofrecimientos o sugerencias de anestésicos o analgésicos o conducción de la labor, a menos que así se solicite. Pero estamos abiertos al uso del óxido nitroso.

Preferimos utilizar técnicas alternativas para paliar el dolor, tales como:

  • Relajación (meditación), así como técnicas de respiración y vocales.
  • Aromaterapia.
  •  Luz tenue, ambiente cálido e íntimo.
  • Música suave de nuestra preferencia.
  • Masajes por parte de mi pareja con técnicas de frío y calor.
  • Uso del agua caliente (ducha o bañera si fuera posible).
  • Uso de materiales de apoyo (como por ejemplo pelota de pilates).
  • Métodos que activan los receptores sensoriales periféricos como la práctica de TENS (estimulación nerviosa eléctrica transcutánea), si disponen de ellos.
  • Inyecciones de agua estéril.
  • Óxido nitroso (si disponen de él).

 

2.8. MOVIMIENTO LIBRE DURANTE LA DILATACIÓN

  • Me gustaría poder ir al baño las veces que quiera, hacer uso de la bañera como método alternativo al dolor y, en su defecto, poder darme una ducha caliente.
  • Así como poder deambular, moverme y posicionarme libremente.

 

2.9. ALIMENTOS Y BEBIDAS

  • Deseo poder tomar alimentos o bebidas de fácil digestión si el parto se prolonga.

 

3. FASE DE EXPULSIVO.

  • Si fuera posible, NO deseo pasar a paritorio, preferimos quedarnos en la sala de dilatación o en la habitación.
  • Desearía disfrutar de una atmósfera de luces tenues y ambiente tranquilo, con palabras suaves de aliento, sin comentarios que puedan distraerme.
  • Deseamos el menor número posible de observadores sanitiarios.

3.1. PUJOS.

  • Quiero que mis pujos sean ESPONTÁNEOS, no dirigidos, pudiendo seguir mis instintos, siempre que no se me haya administrado la epidural y por esta causa sea necesario dirigirlos.
  • NO deseo realizar los pujos en apnea, prefiero realizarlos en espiración, más eficaces para preservar la musculatura perineal.

3.2. MOVIMIENTO DURANTE EL EXPULSIVO.

  • Deseo tener LIBERTAD DE MOVIMIENTO durante el proceso expulsivo, pudiendo adoptar la postura que más me convenga en cada momento, evitando la litotomía.

3.3. EPISIOTOMÍA.

  • NO deseo que se me practique este corte de manera rutinaria y sin razón de peso. En el caso que fuera estrictamente necesaria, se realizará una vez que se obtenga mi consentimiento. Soy consciente de que podrían producirse desgarros, pero a no ser que este se prevea de grado 3 prefiero que todo se desarrolle de forma natural. En todo caso, me gustaría que se me explicara siempre la situación y poder decidir.

3.4. MANIOBRA KRISTELLER.

  • NO deseo que se me practique bajo ninguna circunstancia esta maniobra para acelerar el expulsivo, por estar contraindicada por la OMS y por la SEGO dado que conlleva múltiples riesgos.  Esta maniobra podrá ser evitada si se me permite moverme, se respeta el ritmo de mi parto, no se dirigen mis pujos, se me alienta y ofertan métodos alternativos a la epidural…

3.5. PARTO INSTRUMENTAL.

A no ser que sea estrictamente necesario, NO deseamos que se usen elementos externos como:

  • Fórceps.
  • Ventosa.
  • Espátulas.

Si fuera indispensable, se hará con mi consentimiento previo, y con mi pareja presente en todo el proceso.

3.6. NACIMIENTO.

  • Deseo que seamos su padre y yo las primeras personas que establezcan contacto físico con nuestro bebé. Desearía poder recibirlo yo en el momento del nacimiento, y si no me sintiese capaz, que lo hiciese mi pareja.
  • Nos gustaría que se le deje salir por sí mismo sin tirar de él.
  • Me gustaría hacer uso de un espejo para ver como nace nuestro bebé si disponen de él.
  • Permitan el nacimiento completo del bebé previo a la succión de nariz y garganta, y ésta sólo en el caso de que fuera necesario.
  • Nos gustaría colocar al bebé sobre mi vientre nada más nacer, para favorecer el agarre espontáneo al pecho, por lo que agradeceremos su ayuda y asesoramiento. Si esto no fuese posible, mi pareja realizará el primer contacto piel con piel (método «papá canguro»).
  • Para mi, y para el bienestar de nuestro bebé, la lactancia materna es primordial, así que agradeceremos su respeto, paciencia, atención y asesoramiento en este ámbito. Así como poder realizar un auto-enganche satisfactorio, sin necesidad de pezoneras u otros artilugios. Si éste es precoz, además, me ayudara con el alumbramiento de la placenta.
  • Nada más nacer, deseamos estar unos minutos a solas con nuestro bebé, en un ambiente tranquilo y con luces tenues.

4. ALUMBRAMIENTO.

  • Nos gustaría poder tomar fotografías en el caso que nos apetezca.

4.1. CORDÓN UMBILICAL.

  • Queremos que el corte del cordón se produzca una vez deje de latir. Me gustaría que lo cortase mi pareja si él lo desea así.
  • Si mi bebé viniese con vueltas de cordón al cuello, y estas no impiden su salida con libertad, no deseo que este se corte para garantizarle así el oxígeno que necesita a través de la placenta hasta que comience a respirar por sí mismo.

4.2. ALUMBRAMIENTO ESPONTÁNEO DE LA PLACENTA.

  • Se esperará al menos media hora para el alumbramiento espontáneo de la placenta.
  • En este tiempo solicitamos intimidad para llevar al bebé al pecho y realizar la estimulación natural de los pezones para asistir en la expulsión de la placenta.
  • Me gustaría que se me informase del alumbramiento y estado de la placenta, y si fuera posible poder verla y tocarla.

4.3. ALUMBRAMIENTO DIRIGIDO DE LA PLACENTA.

  • Si no ha sido posible el alumbramiento espontáneo, acepto el uso de masajes como primera opción.
  • Como segunda opción, en el caso de que sea necesario un alumbramiento dirigido, SI autorizo la administración de oxitocina sintética, queriendo la dosis mínima en la medida de lo posible.
  • No autorizo la tracción del cordón para el alumbramiento de la placenta.
  • Tras el alumbramiento de la placenta, no deseo la administración de oxitocina sintética para la contracción del útero.

5. CUIDADO Y ATENCIÓN AL RECIÉN NACIDO.

  • Deseo que los primeros cuidados se le proporcionen sin separarlo de mi, o de su padre si yo no estuviese en condiciones.
  • Para que se promueva la lactancia materna desde el primer minuto, espero el apoyo del personal. NO autorizamos la administración de ningún biberón, sueros, infusiones, tetinas, ni chupetes a nuestro bebé.
  • Si por fuerza mayor, alguna revisión o prueba deba realizarse en una sala determinada y yo no esté en condiciones de acompañarle, su padre le acompañará.
  • Para realizar cualquier tipo de revisión o prueba (rutinaria o no), será necesario pedirnos el consentimiento informado. 
  • Todo cuidado inicial, revisión del pediatra o cualquier otro procedimiento se hará en un ambiente tranquilo y silencioso, e idealmente, transcurridas dos horas desde el nacimiento.
  • NO autorizamos la aspiración de secreciones ni sondajes al bebé si no es estrictamente necesario.
  • NO se realizarán las curas del cordón con yodo, preferimos un desinfectante líquido a base de clorhexidina o alcohol de 70º.
  • NO deseamos que se bañe, perfume o vista al bebé. Postergar la limpieza o frotación para permitir que la capa de vérmix caseoso sea reabsorvida. En el caso de que la limpieza sea recomendable, usar un paño suave.
  • Si no es necesario, NO aceptamos que se le administre ningún colirio oftálmico, pomada o gotas, ni ningún otro medicamento preventivo o curativo sin presentar signos patológicos y sin nuestro consentimiento expreso.
  • Aceptamos que se le realice el test de Apgar, la prueba del talón y revisiones no invasivas, siempre haciendo piel con piel conmigo. NO permitiremos que se le introduzca el dedo (permeabilidad anal). 
  • Autorizamos a que se le administre vitamina K por vía oral, aunque precisen varias tomas, no es necesario que se la inyecten.
  • NO queremos que se le administre ningún tipo vacuna nada más nacer. 
  • Por favor, usad un paño de tela suave entre el bebé y la balanza cuando se le vaya a pesar o medir.
  • Revisar el frenillo lingual.
  • Si nuestro bebé necesita ser ingresado en Neonatos, por favor permitan que mi marido o yo misma le acompañemos y realicemos todos los cuidados rutinarios necesarios posibles. Le daré pecho, por lo que deseo ayuda para extraerme la leche si fuera necesario y sobre todo acceso para poder amamantarla a libre demanda. Solicitamos acceso ilimitado a la Unidad de Neonatos y aplicación de la metodología “canguro” de ser necesario para ella.

5. EN CASO DE CESÁREA.

5.1. PREPARACIÓN Y ANESTESIA.

  • Solicito que mi compañero esté conmigo todo el tiempo, incluyendo el tiempo de preparación y aplicación de la anestesia.
  • Prefiero anestesia epidural. En caso de ser necesaria anestesia general, deseo que mi pareja continúe en la sala de operaciones durante todo el procedimiento.
  • Si hiciese falta anestesia general, si tras la operación, tuviese que estar en la sala de «despertar», deseo que mi bebé y su padre permanezcan a mi lado, y que sea él quien reciba al bebé. Aunque yo permanezca anestesiada, preferiría tener al bebé sobre mi pecho, y despertarme con él al lado. Si no fuese posible, será su padre quien realice piel con piel con el bebé.
  • Nos gustaría que una matrona u otro sanitario nos explicase como se está desarrollando la operación en todo momento.
  • NO autorizo a que aten mis brazos.

5.1. NACIMIENTO.

  • Por favor, permítanme bajar la barandilla o tela para poder atestiguar el nacimiento de mi hijo.
  • El cordón no se pinzará ni cortará hasta que deje de latir, y nunca antes de que mi hijo inicie la respiración. Si hubiera que practicar una reanimación se realizará junto a mí y con el cordón sin pinzar para que el bebé siga recibiendo oxígeno.
  • Mi compañero siempre que sea posible desea cortar el cordón.
  • Preferimos que no se le aspiren las mucosidades si el inicio de la respiración es espontáneo.
  • De igual modo que un parto vaginal, le daré el pecho a mi bebé, así que deseo que mi marido me lo coloque sobre mí inmediatamente después del nacimiento, mientras no haya ninguna emergencia médica. Ya que es mi deseo expreso el intentar el agarre espontáneo, aunque sea en la sala de operaciones, siempre que no exista complicación médica.
  • Durante el nacimiento de mi bebé deseo que el ruido sea el mínimo posible. Necesitamos un ambiente tranquilo, silencioso y respetuoso.
  • Deseo que, a pesar de ser una cesárea, se fomente el contacto piel con piel sobre mi pecho mientras terminan su trabajo de sutura. Esto favorecería tanto el comienzo de la lactancia materna como su recuperación. Denme al bebé inmediatamente y no lo limpien.
  • Si fuera necesario realizar pruebas de forma urgente o reanimación al bebé, quisiera que lo realizaran en mi presencia o la de mi pareja.
  • NO consiento que se me administre ninguna droga o medicación que me impida atender al bebé o me induzca al sueño, excepto analgésico local después de la cesárea.
  • Deseo estar acompañada en el postparto inmediato por mi pareja y el bebé y que este no sea separado de mí o de su padre en ningún momento.

6. ESTANCIA EN EL HOSPITAL.

  • Deseamos que la duración de la estancia en el hospital sea la mínima posible siempre que no hayan complicaciones.
  • Durante el ingreso, practicaré colecho con el bebé.
  • NO administren a mi bebé leche artificial si no está realmente justificado (como en el caso de hipoglucemia grave), y en el caso de estarlo, ruego que se nos informe previamente y se nos expliquen los motivos. El complemento lo administraremos yo o su padre mediante una jeringa o un vasito. No autorizamos el uso de biberón.

 

Agradecemos de antemano su atención y dedicación, y esperamos que todo fluya con normalidad y naturalidad en la venida al mundo de (rellenar nombre del bebé).

 

Fecha:                                                                                          Firma:

 

 

25N, día contra la violencia obstétrica

 

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He sido víctima de la violencia obstétrica, por desgracia, como muchas mamás y bebés. Algunas no llegan a ser conscientes de haberla sufrido, otras se sienten mal después de su parto y se lo cargan a las espaldas, la mayoría desconocen que es la violencia obstétrica. Algun@s dicen que no es violencia, otras que exageramos, otr@s que no es violencia de género.

Si no es violencia dar un trato inhumano a una mujer en momentos de vulnerabilidad como el embarazo, parto o una revisión ginecológica, ¿que es? La violencia no solamente es física. Si ha tenido la fortuna de no sufrirla en tu vida, me alegra, pero no la niegues, no la invisibilices. 

Si  no es violencia de género, ¿porque solamente nos afecta a nosotras? Si, existen también actos de violencia en otras especialidades, pero se dan indistintamente en hombres y mujeres. En cuanto a salud reproductiva, por ser nosotras las únicas implicadas estamos ante un problema con discriminación de género. 

La violencia de género se ejerce por hombres y mujeres, y lo es en el momento en el que un sector amplio de la población tiene mayor probabilidad de sufrirla por el simple hecho de ser de un determinado género. A un hombre no le cortan el periné sin consentimiento, ni le pueden humillar porque le duele una contracción.

El trato paternalista y discriminatorio que se ejerce sobre la mujer, demasiado a menudo, vulnera nuestros derechos, pero también los de los bebés. Si, ellos son de ambos géneros, pero debemos tener en cuenta que los recién nacidos son totalmente dependientes de su madre, es su hábitat. Si la maltratan a ella, afectará directamente al bebé.

La violencia obstétrica abarca un extensísimo número de prácticas tanto en el plano físico, como el emocional. Desde no informar debidamente, hasta realizar una maniobra peligrosa y no consentida. La mayoría de veces pasamos por alto estos actos por ser considerados de menor relevancia o por no tener un efecto visible en nuestro cuerpo, pero no por eso son aceptables.

Cuántas veces una embarazada ha salido llorando de su cita de control porque le han «echado bronca» (por haber engordado «demasiado», por ejemplo). Cuántas parturientas han sentido invadida su privacidad, o han sentido miedo porque nadie les explicaba que ocurría con su bebé. Cuantas mujeres hemos salido de la consulta ginecológica sin habernos sentido escuchadas, e incluso nos han ninguneado por ir «solamente porque te duele la regla».

Eso por no hablar de temas obvios como: episiotomias brutales y muchas veces sin consentimiento, infecciones con grandes riesgos por mala praxis, bebés lesionados e incluso fallecidos, mamás con costillas rotas por presionar su abdomen, problemas sexuales o de incontinencia por un parto instrumentalizado o excesivamente intervenido, cesáreas innecesarias, moratones, cicatrices, privación de alimentos y bebidas, inmovilización, separación del cónyugue y del bebé sin justificación, amenazas de que si no haces X pones en peligro a tu bebé, ocultación de información, administración de medicinas sin previo consentimiento, coacción para acelerar el trabajo de parto…

En mi caso particular, me tocó vivir un parto no respetado, con el agravante de que debía dar a luz a mi hijo ya fallecido. Esa situación tan dolorosa no hizo que me tratasen mejor, con tacto, como merece todo ser humano. Por suerte no tengo secuelas físicas, pero las emocionales son profundas.

Mi ginecólogo fue especialmente desagradable, ni siquiera nos comunicó directamente que nuestro hijo no vivía, se limitó a comentarlo con un compañero. Ni siquiera nos miró a la cara, no hubo un: «lo siento». No nos dieron tiempo para asimilar la noticia, ni se nos dio una explicación. Se limitó a decirme que lo tendría que parir, y se fue.

No me dejaban moverme, ni permitieron ir al baño cuando lo necesité, me pusieron un cacharro para que hiciese de vientre, estirada en la camilla, rodeada de gente. No me permitieron beber ni comer nada, a pesar de estar mareada, en ayunas, y no querer epidural. No me informaron de ninguna de las medicaciones que me administraban por la vía. No me explicaron como sería el proceso, ni me pidieron consentimiento para romper la bolsa, o introducir manos y objetos en mi vagina, aún gritando que no lo hiciesen.

Aceleraron el proceso, aunque mi trabajo de parto evolucionaba rápido, mediante coacción y intervenciones innecesarias. Traccionaron el cordón para extraer la placenta, bajo amenazas de llevarme a quirófano si no la sacaba pronto. No nos dejaron tiempo ni intimidad para despedirnos de nuestro hijo… No nos ofrecieron apoyo, ni una palabra amable ante tal desgracia.

Tampoco respondieron a nuestras dudas cuando tuvimos los resultados de la necropsia de nuestro hijo. Ni siquiera me hicieron una revisión postparto, y tuve que ir por mi cuenta a mi médico de cabecera para tratarme una infección que ellos sabían que tenía, y no me comunicaron.

Me sentí violada, humillada, ninguneada, y maltratada.

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Si como yo lo has vivido, o simplemente empatizas con lo que siente una víctima de la violencia obstétrica, hoy es un buen día para manifestar tu apoyo. Hay múltiples maneras, como ponerse una foto de perfil con el mensaje (como la de abajo que está en varios idiomas, por ejemplo), compartir información y mensajes al respecto, usar los hastags (#25N, #roserev, #endabuse, #yanonoscallaran, #StopObstetricViolence, #unarosaporti) en twitter, e incluso puedes dejar una rosa, una nota, un escrito en tu hospital denunciando la violencia obstétrica, y compartirlo en las redes sociales.

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Mas información sobre violencia obstétrica, parto respetado y eventos en:

http://www.rosesrevolution.com/#!events/suvsx

http://pujaviolenciaobstetrica.tumblr.com/

http://www.jesusaricoy.com/

http://lucarrerases.wix.com/25nproject

https://www.donallum.org/tag/violencia-obstetrica/

https://www.elpartoesnuestro.es/blog/2014/11/28/como-definir-la-violencia-obstetrica-avances-y-desafios-en-ecuador

 

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Abrazos mamíferos ❤

 

 

 

 

 

 

Sorteo para el nacimiento de Imanol

Hoy quiero contaros sobre Sol, una doula, educadora social y mamá con dos hijos del agua, Kai y Atair. La conocí en el foro superando un aborto, y empecé a leer su blog Nace una doula, que os recomiendo por la cantidad de recursos y entradas interesantes que tiene.

Ahora está esperando a su bebé arcoíris y su sueño, como mujer empoderada, es tener un parto en casa. Ante la falta de recursos económicos, ha preparado un sorteo con el que financiarlo,  o ayudarse. Tiene 22 premios entre los que hay libros, música, cositas para mamás, artículos de bebé, cursos de crianza… ¡Todos maravillosos! Podéis participar comprando un número por 4€, o dos por 7€, y ayudarla a estar más cerca de conseguirlo. Solamente le quedan 10 semanitas para conocer a su tan deseado hijo. Así que, intentemos ayudarla entre todos, si no económicamente, compartiendo su sorteo para que llegue a otros que la puedan ayudar o donando algo para sortearlo.

Aquí os dejo el enlace en el que está toda la información del sorteo, evento creado en su página Nacimiento de Imanol y parto de Sol. Si no podéis entrar en facebook por lo que sea, y queréis información, no dudéis en comentar y os pongo al corriente 😉

¡Suerte Sol! ya queda poquito para que Imanol esté con vosotros, ojalá llegue a este mundo de una manera respetuosa y en el calor de su hogar ❤

 

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