Porteo a la espalda

Me hace mucha ilusión contaros que estoy experimentando el porteo a la espalda con la Buzzidil, y me encanta!!

Ya hacía tiempo que quería probarlo, porque para hacer cosas en casa, comer con él en la mochila, y con la temperatura veraniega, empezaba a ser molesto. Vientre con vientre se suda más puesto que es la parte más caliente del cuerpo, y aunque corra el aire, no tienes la sensación de refrescarte con él, y Biel acababa empapado. En cambio, a la espalda, apenas sudó, y era una delicia sentir el aire en el pecho otra vez!! Esta mochila, además, tiene la particularidad de poderse llevar como un onbuhimo, simplemente, desabrochando el cinturón. Algo que va muy bien si no quieres forzar el suelo pélvico, estás embarazada o te molesta la barriga por algún otro motivo, y es más fresquito al no llevar atado el cinturón que es muy grueso.

El porteo a la espalda es casi obligado cuando empiezan a pesar y abultar. Además de ser molesto el peso adelante, limita bastante la visión y el equilibrio llevar a un bebé grandote barriga con barriga.Yo soy pequeñita, y bastante torpe, así que cuando porteo adelante, siento que me falta perspectiva, y me siento algo insegura por tropezar con Biel encima. Además, al sentarme con la mochila, se me clavaba un poco el cinturón, y me llegaba su cabeza a  la barbilla. Algo que es muy incómodo para comer, y peligroso cuando Biel se despierta de buenas a primeras dando saltitos para que te muevas o le liberes.

El porteo a la espalda se puede hacer con el portabebés adecuado desde el momento en que te sientas segur@ para ello, siempre que el bebé tenga buen tono muscular y cierto control cefálico (que pueda ladear la cabeza a voluntad y aguantarla derecha mínimamente). Biel está fortote, y levanta la cabeza desde que nació. Eso, sumado a que le hemos porteado siempre, ha ayudado a que Biel tenga buen tono muscular en cuello y espalda. Así que lo podríamos haber porteado desde el primer mes, pero claro, primeriza, y siendo novata en esto de portear, da respeto… Igualmente, las primeras semanas es muy beneficioso el porteo ventral, el recién nacido agradece tener cerca el latido de tu corazón 😉

La otra condición para empezar a hacerlo, es que sea sin prisas, sin miedo, y sobre todo, conociendo bien tu sistema de porteo y sabiendo colocarlo con soltura. Y las primeras veces, recomiendo hacerlo con alguien que te ayude, que mire como va el bebé, y te lo sostenga por si acaso. También es muy práctico hacerlo delante del espejo hasta que lo tengas por la mano, y si estàs sol@, con una cama cerca, mucho mejor!

Creo que a todos nos da respeto colocar al bebé a la espalda por primera vez, es algo más complicado y peligroso. Así pues, necesitaba probarlo, pero no me atrevía a hacerlo sola la primera vez. Me lo colgué con ayuda de Mamífero, y no fue nada complicado, más fácil de como lo había imaginado! Así de bien colocado nos quedó:

Desde el primer momento la sensación fue liberadora, tener el peso atrás, el pecho libre, Biel tan a gusto viendo el mundo… Ya no vuelvo a portear delante si no es necesario. Recuperé la soltura al andar, el peso no molestaba nada, el calor tampoco, y a Biel le encantó el cambio de perspectiva 😀

Pasamos una tarde estupenda, nos sentamos en un parque a comer unos bocadillos, y Biel se quedó (oh, milagro, yo sentada y Biel en la mochila despierto, y sin liarla!) viéndolo todo desde la mochila. Después, obviamente, le sacamos para que explorase la hierba, tomase teta, y jugase con nosotros. Tengo que hacer un post con fotos cuquis del momento 😉

Al día siguiente, en casa, estaba muy necesitado de bracitos porque el día anterior fue muy intenso (después del parque, hicimos una compra, y luego una visita a unos amigos, por lo que apenas durmió un rato en el coche) y estaba cansado. Yo tenía muuuchas cosas que hacer en casa, y tocaba mochileo para que Biel tuviese su necesidad de brazos cubierta mientras yo aprovechaba para poner orden.

No me lo pensé, quería llevarle a la espalda. Y en un par de minutos, delante del espejo, me lo coloqué a la cadera, pelvis basculada, piernas correctamente, subí el panel, y le giré un poco agachándome un poco para que el peso fuese hacia mi. Subí una de las tiras (la del lado contrario a la cadera en la que melo coloqué) mientras con la otra le aguantaba, y ya pude ponerle ponerle en la espalda del todo y subir la otra tira. Entonces, se ajustan todas las tiras, cogiendo el peso del culete para que suba un poco y no cueste ajustar, y listo!

Biel se lo pasó pipa viéndose en el espejo y mirando como yo tiraba de aquí y de allá mientras le contaba lo que hacíamos. Fue fácil, sobre todo porque estaba de buen humor y colaborador, todo hay que decirlo… porque al día siguiente estaba empeñado en tirarse al suelo (casi tenemos un susto!) y tocar el espejo y no pude hacerlo sola (suerte que entonces llegó Mamífero).

En 5 minutos estaba frito, tardó un poco más que de costumbre porque esto de ir a caballito le da mucho rango de visión y estaba flipándolo. Y yo, ligera como una pluma!! No hay color entre agacharse para poner una lavadora, por ejemplo, con el peso y bulto adelante, o a la espalda. Lo mismo para barrer, cocinar, fregar los platos, tender… y mucho más seguro, dónde va a parar! Todo se hace más fácilmente, sin obtáculos, y sin tener que calcular constantemente por si le das con el mango de la escoba al bebé 😉

Yo confieso estar enganchada, se me van los ojos cuando veo la variedad de sistemas de porteo que existen, cada uno con sus ventajas particulares… Espero ir probando más, poco a poco, y cuando el presupuesto acompañe, claro. Tengo en mente adquirir una bandolera de agua para estar más fresquitos en momentos de puntuales de porteo, y sobre todo, poder ducharnos juntos y agilizar el tiempo.

Y mis objetivos a largo plazo son: un mei-tai evolutivo con las tiras chinadas porque creo que me irán mejor que las gruesas tipo mochila (por movilidad de mis minihombros, además de ser más frescas). Y un fular tejido, ya que tengo la espinita del fular elástico, con el que Biel no me permitió probar más que dos nudos porque no le gustaba ir tan apretadito. No se si por la calor del elástico, el tejido, o que era demasiado peque y todavía andaba muy bicho-palo cuando porteábamos (ahora no se pone tenso, si tiene ganas de mochila, casi siempre colabora). Así que tengo la esperanza de que con un tejido, ahora que sabe que el porteo es cosa buena, y yo estoy más segura, se nos de mejor… Que veo cada preciosidad de fular por ahí… además de la variedad de nudos que hay, y ando loca por experimentar!!

Lo dicho, yo me paso al porteo a la espalda desde ya. Y os lo recomiendo si no lo habéis probado, os cambiará la vida!! El porteo en general ya te cambia los esquemas, te libera los brazos, y te une a tu bebé todavía más… Es un estilo de vida!! ❤

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Abrazos mamíferos ❤

Creciendo… semanas de la 8 a la 11 (segunda parte)

 

Como os contaba en mi anterior post, Biel está más activo, se mueve con mucha fuerza, sobre todo por la mañana, que se levanta con una energía… Normalmente me despierta con un manotazo en la cara o una patada en la vejiga >:0

Tiene ratos en que se agita mucho, baila pogo y flamenco (zapatea con las piernas bien estiradas y mueve los brazos con mucho arte) y hace el gusanito cuando le levanto el culo en el cambio de pañal (subiendo el culete y arqueando el cuerpo), se sacude como una lubina recién pescada, hace el bicho-palo tieso como una mojama, el puente, y hasta se da la vuelta como un bistec!

Cuando encuentra un tope con los pies, empuja como su madre cuando le parió, con todo el cuerpo y el alma. Cambiarle de ropa o pañal haciendo todo esto ya es otro nivel (no me quiero imaginar como será cuando lo haga a voluntad…), y sostenerlo en brazos mientras se retuerce y tira hacia atrás da miedito y dolor…

Da patadas y manotazos a diestro y siniestro, incluso, se da si mismo en la cara o en la barriga con cara de locatis…Y con las manazas y piezotes que tiene, no son golpecitos, son ostiacas! Después de un rato de gym, cuando ya pensabas que lo había dado todo, empieza a acelerarse más y más… eso significa que está agotado y no puede parar, por inercia, seguiría hasta entrar en llanto horribilis… Antes que esto suceda, es mejor cambiarle el rollo e intentar que coja el sueño.

Le gusta mucho que lo levantemos en el aire y lo movamos arriba, abajo, hacia los lados… Cuánto más alto, rápido y brusco, más se ríe. Le gustan las emociones fuertes,  ya estoy visualizando que hará todo tipo de locuras… Y creo que le encantrarán las atracciones, que a mi no me gustan nada, así que me lo veo con su padre montándose en todos los cacharritos mientras yo aguanto las chaquetas. Mamífero dice que mientras estén en el parque de atracciones yo escribiré posts xD

Se entretiene mucho rascando, tocando, escarbando entre las telas y arañando todo lo que pilla. Hace un movimiento repetitivo como de arañar, luego cierra la mano como si cogiese algo, y se lleva el puño a la boca. Lo hace sobre todo cuando está mamando, supongo que es para estimular, pero también se lo hace a su padre. Parece que le relaja hacerlo, se queda como hipnotizado repitiendo esa secuencia, con la mirada perdida. Lo único malo es que tengo los pechos como la cara de Freddy Krueger…

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Los intentos de hablar son lo más divertido, vocaliza muy bien, intenta imitar lo que decimos nosotros, incluso uniendo un par de sílabas. Lo que más dice es «NGUÉ!», seguido de EH, UH, AH, OH, AAAI, GGGG, GU… y gritos varios, incluso canta sílabas largas en algún momento. También le habla a las cosas mientras las toca, las mira y les va canturreando con una voz muy dulce. Con su padre, que es más callado, toma la iniciativa cuando quiere hablar, y le llama la atención diciéndole EH! mientras levanta la cabeza y las cejas en plan: oye tu, no me vas a decir nada o que?

Tenemos unas conversaciones muy divertidas y trascendentales, hasta cuando está al pecho se distrae hablándome e intenta hacer las dos cosas a la vez. Está tan atento a todo que a veces no se puede relajar, no se centra en mamar, se va girando contínuamente a mirar si está su padre, la pantalla del ordenador, si hay ruidos, o simplemente, busca cosas que hacer. Parece que el mundo es más interesante que la teta ahora mismo, algo que hasta ahora lo evadía, y esto me huele a principio de la crisis de los tres meses…

Está tan pendiente de todo que a veces se satura y le cuesta dormirse. Si escucha algún ruido lo busca, y está muy pendiente si ve ir o venir a su padre o a mi… También, al ser más consciente de lo que le rodea, se asusta mucho más. Si te acercas de golpe o apareces de imprevisto en su plano de visión, se lleva unos disgustos pobrete… Un día estaba cambiándole el pañal en el sofá y pasó Maru por arriba y se asustó muchísimo, no se sentía nada seguro sabiendo que podían pasar esas cosas sobre su cabeza. Otro día, estábamos teniendo una conversación, y le hice un gruñidito para que se riese… pero le hice llorar 😦

Algo que hace muy bien es levantar las cejas, desde que nació, cualidad que ha heredado de su padre. Pero ahora lo hace a voluntad, él y Mamífero hacen duelos de cejas y es desternillante. Así son sus momentazos:

Él va intentando comunicarse e interactúar de muchas maneras, hasta con el llanto. Llora con pena y haciendo AI, AI o otras sílabas si tiene sueño, o diciendo HUM, HUM si tiene hambre, o NGUÉ, que es la palabra-comodín que más usa para explicar las cosas. Si está aburrido y quiere atención, llora mientras murmura entre lamentos y pucheritos. Cuando llora yo le voy hablando para tranquilizarle, le digo que le entiendo, etc.. y él me contesta. Va chapurreando sílabas largas mientras llora con  cara de pena y a trozos (como bua, ah. ah. aaaah…). Parece un llanto forzado, como si me explicase lo que le pasa, da entre penita y risa. Como está tan pendiente de todo, si lo que le pasa no es muy grave, le puedo distraer fácilmente con un ruido, cambiándole de plano, hablándole en plan divertido… Eso si, como tenga dolor de barriga, lo que suelta son gritos agudos y rítmicos, el típico llanto desquiciante.

Cuando ve o escucha algo que llama su atención, o simplemente le hablas o haces sonidos, abre los ojos como platos con cara de loquer, y yo me desorino de la risa! Le atraen mucho las pantallas, algo que no me gusta demasiado… Se atrapa mirando la tele, ordenador, móvil… y si se lo apartas o lo giras, se vuelve a buscarlo. Y cuando le apago la tele para que no la mire, le dice EH!, que es su manera habitual de llamar la atención xD

A quienes no hace demasiado caso es a los gatos, parece que no los acaba de ver, o no los encuentra atractivos todavía… y ellos van bastante a su rollo también. Lo huelen de vez e cuando y se mantienen a una distancia prudencial, sobre todo Flip (podéis conocerle aquí), y si se mueve o llora se asustan. Joy no le tiene miedo ya que es la única que ha convivido con un bebé anteriormente (os hablé de ella aquí) y es más maternal con él. Cuando Biel tenía un par de semanas siguió a Maru (si queréis saber más sobre ella) con la mirada porque le pasó por encima de su cabeza, pero de ahí no pasa. Aunque supongo que con unas semanas más le llamarán más la atención.

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Teteando con Maru y Flip

Como está tan entretenido, y tan pendiente de todo el mundo a su alrededor, ya se queda más ratitos a su rollo mirando cosas. Puede estar (si está a gusto, bien comido etc..) hasta 10 minutos estirado viendo cositas sin reclamarme. Cada semana que pasa, aguanta un par de minutos más, en los que puedo aprovechar para hacer alguna cosilla rápida como poner una lavadora o prepararme un café. Igualmente, necesita escucharme, así que le voy hablando, y él me contesta, si no voy respondiendo grita cada vez más, hasta que llora. Cuando me tiene a la vista (no más de un par de metros), alarga un poco más estos ratos, aunque procuro ir cambiándole la perspectiva y acercarme a menudo a decirle algo para que no se llegue a aburrir.

Las risitas son lo que más salen de él, es risueño y muy agradecido, todo le parece divertidísimo, y se nos cae la baba con sus risotadas. Tan alegre es, que a veces no sabe si reír o llorar, y decide hacerlo todo a la vez. Incluso cuando regurgita lo hace riéndose. Hace un par de semanas, cuando nos poníamos delante del espejo, me miraba (a la madre repetida del espejo), me sonreía, y se giraba a mirarme y sonreírme a mi. Y la semana pasada, empezó a fijarse también en el bebé reflejado, primero intrigado, y después, empezó a sonreírle también, y al ver que éste se devolvía, se han hecho buenos amigos 😀

Hasta aquí lo bueno, ahora os cuento el «lado oscuro», que no es tan tétrico como su nombre indica, pero no todo son risas y jolgorio con un bebé.

Yo estoy bastante bien, mucho  mejor que semanas atrás. Voy cansada, pero aguanto bien, a todo se hace el cuerpo. Lo que peor llevo y eso si que me desgasta es el hambre, más que el sueño. Si, paso hambre, porque cuando quiero comer él quiere también, o quiere brazos, o toca cambio de pañal, o berrinche, o estamos la mar de a gusto hablando y haciendo monerías… Y voy retrasando mi hora de comer. Dar el pecho consume mucho, y el cuerpo me pide calorías, a saco. Intento dejarme algo hecho ya el día anterior, o comida que no requiera mucha preparación, pero con un bebé es difícil organizarse cuando él marca el ritmo. Estoy pensando seriamente en ahorrar para comprar un congelador (el que tenemos es miniatura) y empezar a cocinar en cantidades industriales para tener siempre comida para calentar y listo.

Aprovecho sus ratos de sueño para hacer cosas en casa mientras le llevo en la mochila, pero cuando tengo la comida lista, parece que tiene un detector de comida preparada, y se despierta al momento. La mayoría de días acabo comiendo a la hora de merendar o se me junta con la cena y me da igual, porque si a la hora toca cenar, me la zampo tan a gusto para recuperar fuerzas. Como a trompicones con una mano mientras le doy teta, casi siempre mal y frío. Además le gusta dormir en movimiento, así que muchas veces acabo comiendo de pie mientras lo meneo, algo que no es muy cómodo, pero cuando no hay más remedio, toca hacerlo así.

Lo más duro que he pasado de momento, fue un constipado que cogí hace un par de semanas. Fueron apenas un par de días de moquetes, dolor de cabeza y unas décimas de fiebre, nada grave. Pero en esos dos días dormí apenas dos horas a ratitos espaciados, porque parece que Biel me notaba en baja forma y estaba más intranquilo de lo normal. Le costaba mucho dormirse, y claro, al estar estornudando y sonándome le despertaba cada dos por tres. Lloraba a grito pelado, enfadado por tanta interrupción y parecía que la cabeza me iba a estallar…Y cuando se dormía, yo no podía conciliar el sueño del dolor de cabeza, la moquera y cansancio acumulado que llevaba encima.

A parte de eso, lo demás es fantástico, duro, si, pero a mi me va la caña. Y con muuucha paciencia y buen humor intento no atrancarme en los baches.

Me encanta ser madre en prácticas, disfruto mucho con mi cachorrillo, nos reímos partimos el ojal con sus monerías y estamos tan a gusto los tres… No concibo la vida sin este monete enganchado a mi todo el día, aunque eso implique no tener tiempo ni de ir al baño 🙂

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Cuánto le hemos esperado, que afortunados somos de tenerle con nosotros!!

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Abrazos mamíferos ❤

Madres, sí. Guerreras, también.

Madres, sí. Pero guerreras también

Madres Guerreras es un conjunto de personas que luchan por un mismo bien común, que los hijos de nuestra sociedad tengan a sus padres&madres mas allá de un par de horas diarias.

Como madres, estamos más que acostumbradas a darnos apoyo las unas a las otras en los momentos difíciles. Como pueden la incorporación del padre o segundo cuidador del bebé cuando éste tan sólo tiene 15 días y nosotras seguimos con la recuperación de un alumbramiento. También cuando hay madres que quieren continuar su lactancia materna y se las montan de mil formas diferentes para poder dejar un retén para cuando llegue su incorporación al mundo laboral, y sus bebés aún son exclusivamente lactantes. Cuando las preocupaciones de la familia es, que sus bebés estarán con  menos de 4 meses más de 8horas con unas personas ajenas a la familia, o abuel@s en otros casos.

No queremos que ningún…

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Regalo leche de fórmula!!

Un post un poco tonto…

Ya os conté que tuvimos que comprar un bote de leche de fórmula (nada barato por cierto…), y ya no lo necesitamos. Me he enterado de que estas leches deben consumirse antes de un mes, y me da pena tirarla o que se ponga mala… No creo que la pueda donar a un banco de alimentos estando ya abierta, así que debería darla a alguien que la necesite a título personal y ahora mismo no conozco a ninguna mamá con un bebé recién nacido dando LA…

¿Alguien la quiere??

¿Alguna sugerencia sobre qué podemos hacer con ella?

¿La querrían en el hospital o centro de salud?

Tomárnosla está descartado, yo no tomo leche de vaca y menos de ese tipo. Es un dilema muy tonto, lo sé, pero es que no me gusta tirar comida y está casi entera!!…

Contactad conmigo si la queréis o dejad comentarios si sabéis que podemos hacer para darle uso de alguna manera.

Compartid en vuestros muros si creéis que alguien la puede necesitar, ok?

¡Gracias!!

Mamiferizando se viste de invierno

Como ya es oficialmente invierno, he cambiado la fotografía de portada y el fondo de la pagina. Espero que os guste la nieve, a mi me encanta, estoy deseando poder disfrutarla junto a Biel y Mamífero. Aquí os dejo unos cuantos paisajes invernales de nuestro entorno 😉

¡Feliz Yule a tod@s!!

 

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Abrazos mamíferos ❤

 

¡¡También estoy en Facebook y Twitter!!

Hace unas semanas que me hice una página de facebook para los que queráis ir siguiendo el blog por esa red social, y me he dado cuenta de que no lo he dicho por aquí…

Si os interesa, os invito a Maternidad Mamífera – Mamiferizando, dónde voy posteando las nuevas entradas, publicando fotos, actualizando entradas antiguas, y también, comparto páginas o blogs que me parecen interesantes.

Si no usáis facebook pero si twitter, me encontraréis como @punkifera, dónde voy lanzando mis post también.

Nos vemos allí también, si queréis 🙂

 

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Abrazos mamíferos ❤

 

 

Puerperio sin Aritz

mamiferizando...

Los primeros días sin nuestro hijo en mi vientre fueron un doloroso proceso de reubicación. No me sentía cómoda viéndome en el espejo, no me reconocía, mi cuerpo estaba en un impás. No sentía ése cuerpo como mío. La ropa que llevaba durante el último mes me quedaba grande, y la de antes no era tampoco mi talla. Después de dar a luz, se me ensancharon mucho las caderas, un par de tallas de golpe, así que no me iban mis pantalones. Mi nuevo físico me desconcertaba, tenía sentimientos contradictorios al respecto. Por un lado no me gustaba mi barriga recordándome su ausencia, pero también la veía con nostalgia, cómo un único recuerdo suyo. Mi útero palpitaba, encogiéndose, sentía cómo todo se reubicaba y descedía lentamente… Era descorazonador sentir movimientos dentro de mi que me recordaban tanto a mi hijo. La primera ducha sin él, la primera comida, la primera…

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La niña buena

Del útero a tus brazos

Desde pequeña siempre me han llamado niña buena, para mí era normal escuchar los comentarios sobre lo obediente que era, lo noble, lo calladita… hoy día, mirando hacia atrás me pregunto qué diferencia hay entre ese “ser buena” y ser pasiva, complaciente en demasía, sumisa. Por otra parte, para que haya alguien “bueno” tiene que haber también alguien “malo”, pero eso, es otra historia…

Quizás por mi carácter “bueno” a veces me da mucha rabia ser “demasiado” respetuosa y “bien educada” y no soltar a tiempo la respuesta adecuada en el momento preciso. Es como si mi mente en ese momento se “enlenteciera” por miedo a faltarle el respeto al otr@ o a caer mal.

Y nada mejor que poner un ejemplo para ilustrar lo acobardado de mi carácter en ocasiones (algo que me estoy trabajando a nivel personal). En una reciente visita al centro de salud, en la que…

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