12 semanas, la crisis de los tres meses

Ayer miércoles 18 de mayo Biel cumplió 12 semanas!!

Casi tres meses de vida fuera de mi, y casi un año de su vida completa desde que nuestras células se fusionaron y empezaron a dividirse. El 27 de mayo hará un año exacto de mi FUR (fecha de la última regla) de su embarazo, fecha del último aborto que tuve antes de concebirlo. Catorce días exactos después, ovulé y Biel empezó a formarse en mi útero. Como va pasando el tiempo!!!

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El día 24 cumplirá los tres meses, y ya hace algo más de una semana que estamos en la crisis de los tres meses… Supongo que si empieza antes, también acabará antes, verdad?…

Tiene un brote de crecimiento de manual, con todos sus síntomas y peculiaridades. Es duro, mucho, pero se me hicieron peores las dos primeras con tanta demanda junto con los cólicos y los problemas de lactancia que atravesamos. Lo peor de esta es que según dicen, dura más tiempo, pudiéndose alargar hasta un mes.

Como os conté en esta entrada, Biel está muy atento a todo lo que pasa a su alrededor, demasiado. Tanto, que se distrae con cualquier ruido, o cosa que se mueva cerca. Así que dormirle o darle el pecho se nos hace más complicado, porque se distrae y le cuesta volver a coger el hilo. Además estira mucho del pezón, tira todo su cuerpo hacia atrás y se lo lleva como si fuese elástico… Ya los tengo tan dados de si que ni me duelen.

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Como os he ido contando, empezó a hacer algunas tomas sin pezoneras, y en un par de días las hacía casi todas sin, solamente las necesitábamos por la noche. Después de esos dos días, ya no las ha querido más, no las necesita, y las rechaza. De hecho, creo que la crisis ha ayudado, parece que no las quiere para poder estirar bien fuerte del pezón XD

Los primeros días que estuvo entrando en la crisis no sabía si era porque tenía confusión por el cambio, y si lo veía inquieto mamando y dejando el pezón repetidamente, le ponía la pezonera a ver si mejoraba, pero entonces se ponía a llorar. Tan radical ha sido el cambio, que ya llevamos toda esta semana sin usarlas, ya las he esterilizado y guardado, a la espera de no volverlas a necesitar más!! Así que el proceso de dejar las pezoneras que yo imaginaba largo, difícil (al principio no veía claro que supiese volver a cogerse del pezón…), y mucho más adelante… ha sido al final facilísimo, antes de lo previsto, espontáneo, sin pretenderlo y por elección suya, que es lo mejor 🙂

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Hago un inciso, para contaros algo que me pasó el otro día: me quedé con la maneta de la puerta de una habitación en la mano. La puerta estaba cerrada, y di por hecho que se había roto y me había quedado encerrada… Me agobié un montón por un momento, pero por suerte, llevaba a Biel en la mochila conmigo, si me quedo encerrada con él en otra parte de la casa me da algo!! Así que respiré y pensé: buah! menos mal que ya no necesitamos las pezoneras, si no puedo abrir, nos quedamos aquí juntitos teteando hasta que llegue Mamífero, sin problema! Luego recoloqué la maneta y funcionaba perfectamente, pero el susto me lo llevé por unos segundos. Cuando usábamos las pezoneras me angustiaba mucho olvidármelas y no poder darle teta…

Se nota que ha crecido, hace un par de semanas ya que las tomas empezaron a ser muy cortas, 15 minutos como mucho, o menos. Hace tomas muy eficientes al estar más mayorcito y experimentado. Eso, para Biel que antes se tiraba una hora es mucho cambio. Ahora, con esta crisis las tomas se hacen interminables otra vez, pero en otro sentido… da dos chupadas, para y se ríe, balbucea, me hace carantoñas… da dos chupaditas más y se pone tenso, arquea la espalda, se retuerce estirándo del pezón y llora. Cuando se calma, vuelve otra vez, hasta que le distrae un ruido o directamente se gira a mirar algo o a buscarlo. Así mil veces durante la toma.

De de día pasa bastante de la teta, hay que ir recordándole que tiene que comer. Muchas veces quiere mamar mientras me muevo, si me siento la lía, necesita caña. Prefiere ir viendo cosas, hablar conmigo o con las cosas que ve, y chuparse los puños antes que mamar. Le doy lo que quiere para que esté contento y voy con las tetas a aire para que vaya picoteando. Esto pasa durante el día, por la noche todo lo contrario, solamente quiere teta, y con ansia, y hace tomas más «normales», pero bastante a menudo, más todavía que normalmente…

También hace menos cacas, ha pasado de hacer 5 -7, a un par o tres solamente al día. Eso si, está quejicoso durante horas hasta que la suelta, y las hace bien grandotas. De peso no se como iremos, lo normal es que este mes cojan menos peso, ya veremos en la revisión de los tres meses.

Los pechos si que los tengo más blandos, pero eso ya me pasa desde el primer mes de vida. Eso si, se hinchan a medida que pasan las horas, y si no alterno los pechos en alguna toma, la teta olvidada se pone como un globo y dura  (por las noches sobre todo, porque le doy en piloto automático y ni me planteo cambiar de lado muchas veces..).

Se supone que ahora tarda 2,2 minutos en desencadenarse el reflejo de eyección, por eso se ponen nerviosos la mayoría de bebés. En mi caso, eso lo empecé a notar en la anterior crisis, y ahora casi nunca nos pasa. En la moyoría de tomas la leche me rebosa literalmente, de ambos pechos, tanto que se llega a atragantar. Y claro, eso le hace llorar y enfadarse también. Tengo tal cantidad de leche, que  la he visto salir a chorro durante unos segundos cuando deja el pezón xD

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Por suerte, el porteo sigue funcionando de maravilla para dormirle durante el día, lo malo es cuando llegan las 8 de la tarde-noche… Entonces es cuando suele llegar Mamífero de trabajar, y me gusta aprovechar para comer algo, relajarme un rato, ducharme, desconectar, descansar… Pero entonces se le junta el cansancio del día con la demanda de teta, y la crisis hace las tomas muy largas, con lo que se nos tira la noche encima. Ya vamos bastante ajustados de tiempo porque cuando llega Mamífero nos hemos de duchar los dos, bañar a Biel, cenar, y estar juntos un ratito.

Pero estos días vamos de culo, porque no acaba nunca de mamar, me ducho a las mil, y ceno tarde y mal, peor si cabe. Normalmente puedo cenar dándole pecho, pero, estando así, que se mueve tanto y hay que recolocarle, calmarlo… y no ceno bien. Y si hacemos turnos, cuando lo tiene Mamífero no para de llorar, porque solamente se calma con teta, y tampoco ceno a gusto sabiendo que está mal. La mayoría de días me tengo que ir con el último bocado de cena a estirarme con él en la cama, que es la única manera de que haga la toma entera y seguida y se calme. Estirarme recién cenada me hace tener unas digestiones pesadísimas…

Ya me lo tomo con toda la calma que puedo, ofrezco a menudo antes de que se desespere, le doy pecho andando por la casa si hace falta, y le dejo todo el tiempo y las interrupciones que necesite, respetando sus tiempos, sin forzar, ni quitarle el pecho de delante. Y aunque parece que no quiere más, siempre lo vuelve a coger al poco, así que cuanto más a mano lo tenga, más come. Cuando el cansancio y la desesperación me ganan (normalmente por la tarde-noche), pienso que es una etapa más, que eso significa que está creciendo, y que saldremos reforzados de ella. Y si tengo tiempo y Biel no está montando un pollo, me doy una ducha bien larga y caliente y desconecto para volver a la carga de las tomas nocturnas más fresca. Ya pasará la crisis y todo volverá a su cauce 🙂

Por cierto, ayer justamente, Biel hizo su primera toma de contacto voluntaria con Maru, e hizo o que mejor hace como buen monete… Se la quedó mirando, alargó la mano, abrió el puño, agarró pelo de su lomo y tiró de él como nos hace a nosotros. Maru, pobrecita, aguantó estoicamente porque, aunque le tiene miedito, quiere saber que es y empezar una relación, con él. El inicio de una buena y larga relación, ya que son los peques de la casa y compartirán muchos años de juegos.

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Abrazos mamíferos ❤

Cositas divertidas de las 4 a las 8 semanas II

Si no leíste la primera parte, la encontrarás aquí 😉

Biel ha pegado un buen estirón, en estas últimas semanas ha crecido 2,5 centímetros, y en el último més ha subido en total un quilo. La ropita más pequeñita ya se ha jubilado, y algunos bodies que todavía son de su talla, le quedan justos por arriba, porque se ha ensanchado de pecho, aunque de piernas está flaquito. Le han salido unos mofletotes que dan ganas de comérselo, y también una papada hermosota. De un día para otro, los pañales de talla 1 le quedaron pequeños, y eso que es un bebé de poco peso. Así que pasamos unos días de transición hasta comprar los de talla 2, en la que cada caca, era un cambio de ropa entera, a veces también la mía o lo que pillase cerca… Así que ensuciaba tantos conjuntos de ropa como pañales al día… Menos mal que esas manchas de color mostaza salen de la ropa más fácilmente de lo que pensaba 😉

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luciendo papada ❤ 

Hablando de pañales, cada vez tengo más ganas de que nos lleguen los pañales de tela y pasar de los deshechables… Cambiamos una media de 7 pañales diarios, que a veces son más. Un paquete de 40 pañales nos dura menos de una semana, y aunque son caros, lo que más me duele en el alma es lo que ensuciamos… Llenamos una bolsa de basura grande cada semana solamente de pañales, es una verdadera barbaridad!! Nosotros los compramos de materiales ecológicos y biodegradables, pero igualmente, es un despropósito esto de usar y tirar 😦

Alguna vez hemos usado de una marca comercial conocidísima (a la que boicoteo por sistema por su falta de ética) porque nos los regalaron, y se nota mucho como reacciona la piel con los materiales del pañal. En 24 horas de usarlos, y cambiándolos al momento con cada pipí o caquita, Biel ya tenía la piel irritada… Con los pañales ecológicos no le ponemos cremita de pañal más que cuando hace falta, muy puntualmente porque tiene la piel estupenda. Solamente le ponemos un poquito de aceite de almendras cuando lo bañamos y la crema de baño de caléndula (no usamos cremas ni ningún otro cosmético), y le dejamos sin pañal un rato cada día para que se airee bien la zona, si es posible, al sol (consejo de la Pediasauria).

En la revisión del mes, el pediatra lo cogió en el aire por las manitas como un muñeco (sin avisar ni nada, que susto me llevé…) para ver si se mantenía erguido. Y se quedó tieso, con la cabeza recta, y sin asustarse del meneíto (le gustan las emociones fuertes al monete). Nos dijo que está muy fuerte, algo que ya intuía por como sostiene la cabeza desde el primer día de vida, como se mueve, patea, se retuerce y aprieta con las manos con fuerza. Cuando se enfada se pone tieso, a modo de bicho-palo, y cuesta muchísimo manejarlo por la fuerza que hace.

Durante estas semanas no hemos tenido demasiados lloros nocturnos, la hora bruja parece que disminuye va a medida que hacemos rodaje como padres y nos entendemos mejor. Alguna noche aislada tiene llantera inconsolable, no se calma con teta, ni paseos, ni quiere saber nada de mimos. Y se pasa mal, porque no le puedes ayudar y llora como si se acabase el mundo… Pero siempre es por el mismo motivo, gases, una caca que no sale… Le intentamos ayudar con masajes y aceite, movimiento de piernecitas, hula-hula, cambios de postura, cogerlo boca abajo por la barriguita… y claro, cualquiera de estas cosas hacen que el motivo de su dolor haga presión y le duele, entonces grita más.

Conclusión: necesita tiempo. Es lo único que hace que se le pase el cabreo. Debemos intentar no desesperarnos y pensar que de un momento a otro soltará lo que le está doliendo y se quedará tan a gusto. Pero claro, eso a veces tarda un par de horas hasta que sucede, y si toca de madrugada el cansancio lo hace más insoportable… Y da la casualidad que siempre tiene una caquita programada entre las 2 y las 3, y desde la hora de la cena hasta que no la suelta está incómodo.

Entre los malestares intestinales y demás problemas de bebé, a veces le cuesta muchísimo dormir, o se duerme para despertarse a los 5 minutos y volvemos a empezar… Lo que mejor le funciona para dormir es la teta y el movimiento, pero a veces (por las noches, cuando le duele la barriguita sobre todo) ni eso. Hemos desempolvado un carrito de niño grande que nos dieron para ver si con el meneo se duerme… pero no, en cuanto lo senté allí me miró con cara de: oye! aquí dentro no me dejes…  y no hubo manera de calmarle con él.

Hemos aprendido mucho a manejarnos con Biel, conocer sus puntos flojos y adaptarnos a ellos. Por ejemplo, si se duerme en brazos y lo dejo se despertará enfadado, pero si me espero un buen rato hasta ver que ha cogido un sueño más profundo, y le dejo delicadamente a mi lado, tocándome, no se enfadará por no seguir en mis brazos, pero debo seguir ahí. Se irá despertando o moviendo cada 10-15 minutos, alargando los brazos, y si me toca, se dormirá sintiéndose seguro de que estoy allí. Si queremos hacer algo, entonces la solución es llevarlo en la mochila para evitar estar consolándole cada x tiempo y esperando que se vuelva a dormir. Si va en la mochila, suele relajarse mucho, siempre que esté en movimiento se queda dormidito.

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Escuchando una canción de Mamífero

En general, es muy caluroso, a veces llora y es porque le sobra ropa, sobre todo por las noches. Como dormimos pegaditos, necesita ir ligerito, así que solo duerme con un body finito, sin pantalón, porque le sudan mucho los pies. En casa, con una capita de ropa de algodón fino está bien, aunque muchos piensen que pasará frío. Para salir tampoco lo abrigamos demasiado porque al portearlo también tiene calor fácilmente por estar en contacto con nuestro calor corporal. Así que a la ropa gordita que tenemos le estamos sacando poco partido, y a ver como pasamos el verano con este bebé tan caluroso…

A las 6 semanas pasamos por un brote de crecimiento que duró unos 10 días, los primeros fueron horrorosos (como os conté aquí)… Ni siquiera se podía dormir, estaba agotado, caía durante 5 o 10 minutos y se despertaba con los ojos como platos y berreando enfadado por no poder seguir durmiendo. Daba mucha penita… Llegué a preocuparme por su falta de descanso, hasta que caí en que era una crisis, y pasaría. Durante esos días, estuvo literalmente enganchado a mi, solamente se calmaba con teta y mucho contacto. No me podía separar de él, y no quería fular, se gobiaba… Así que en brazos todo el día: me lo llevaba al baño, nos duchábamos juntos… y cuando Mamífero estaba trabajando no podía ni comer en todo el día.

Uno de esos días de la crisis de crecimiento, tocó ir a hacer la compra y como no quería fular, se nos ocurrió coger un carrito con una sillita de bebé. Y el invento funcionó bien, fue tranquilo, mirando cosas, hasta consiguió dormirse!! Con lo que nos estaba costando que cogiera el sueño esos días nos alegramos un montón de que ese rato pudiese descansarlo.

Así se quedó de a gusto:

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Hasta que apareció la típica señora, sin educación ni límites o sentido común… y nos lo despertó!!! La muy atrevida (por no descalificar) a grito pelado a pocos centímetos de su oído soltó un: AAAI QUE PEQUEÑITOOO!! mientras le cogía la manita… ¿Es que no se pueden contener? Ya se que los bebés son enternecedores, que te pararías a mirarlos y a besuquearlos… Pero si el bebé no es tuyo, ni siquiera de alguien que conozcas: no está bien toquetearlo!! Además, sin pedir permiso, ni siquiera dirigirse a los padres… Encima le cogió las manitas, que se las chupan constantemente oiga!! Yo estaba mirando para otro lado y en cuanto la escuché, me giré con cara de mala leche y le solté: NO ME LO DESPIERTE!!! La señora se fue sin mediar palabra y con cara de: que tía más borde… Encima la maleducada soy yo, vaya tela!

¿Os ha pasado algo así alguna vez?

Hace cada mueca que parece un niño diferente en cada foto… xD ¿verdad?

 

Hay mil anécdotas diarias, risas y jolgorio en casa con este monete… seguiré contándoos 😉

 

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Abrazos mamíferos ❤

 

Cositas divertidas de las 4 a las 8 semanas I

Este miércoles, Biel cumplirá 8 semanas, y desde las 4 en adelante, ha cambiado muchísimo!

Durante su primer mes de vida, apenas hacía algo más que dormir y mamar. Los ratos en que estaba despierto esbozaba alguna sonrisa, se agarraba con manos y pies a todo lo que tocaba, seguía con la mirada o la cabeza y ejercitaba un poco los músculos. Pero ahora, los ratos entre sueños y tomas los aprovecha muchísimo, tiene que aprender muchas cosas en poco tiempo y se esfuerza en ello. Abre los ojos como platos y se dedica a absorber información con todos los sentidos.

Ahora está mucho más espabilado, muy atento a todo y aprendiendo cosas nuevas cada día. Empezó a intentar comunicarse con sonidos la cuarta semana, y lo primero que hizo fue toser. Se dio cuenta que cuando lo hacía, le mirábamos o íbamos corriendo a ver si estaba bien. Así que siempre que quiere llamar la atención o tener algo parecido a una conversación tose. Tose él, y luego yo, entonces él contesta con una risita y otra tos… y así hasta que se cansa. Divertidísimo!

Estas últimas semanas está muy gracioso, se despierta contento, aunque a veces confunde el llanto con la risa y lo que parece una carcajada al principio acaba en drama… Y ahora también, hace pucheritos antes de ponerse a llorar, algo que es un buen aviso y te da algo de margen para intentar evitarlo. Normalmente amanece con ganas de mirar cosas, de interactuar, y le encanta que le hablemos e intentar imitar sonidos. Si le sonríes, te regalará sonrisas y carcajadas, o si no lo haces, empezará él a reírse para que hagas tu lo mismo. Si le repetimos un sonido, se queda pensativo abriendo la boca lo más parecido a como lo hacemos, y cuando lo tiene claro suelta con gran esfuerzo un: GA! o un AAAAAI, o EH!… Con una voz tan dulce que te lo comerías a besos… Acto seguido se ríe, contento de su hazaña, esperando que le hagamos fiestas y volvamos a repetir. Así pasamos unos buenos ratos cada día. Si le dejamos solo un momento mientras está despierto va tosiendo o vocalizando, y espera que le contestemos desde donde estemos, sino, considera que estamos demasiado lejos, se enfada y llora.

También tiene momentos de introspección, le encanta mirar cosas. Sobre todo, le fascinan las luces y las sombras, las ventanas, las cortinas por donde se cuelan los rayos del sol, y un cuadro de tonos rojos que tenemos en la habitación. Puede pasarse un buen rato mirando la sombra de su brazo mientras lo mueve a puño alzado, arriba y abajo. Esto lo hace sobre todo en el baño, cuando está en el cambiador, que es un sitio zen para él.

Normalmente aguanta un rato allí entretenido y puedo aprovechar para arreglarme por las mañanas o vestirme después de la ducha. Es un gran recurso también cuando no sabemos que hacer con él durante sus horas brujas, a veces, cuela, y se calma allí, llegando incluso a dormirse. Creemos que es por una mezcla entre las sombras que le entretienen, y el ruido del extractor del baño que le relaja. Últimamente estoy experimentando con los ruidos blancos para que se duerma y parece que, a veces, funcionan. También he notado el mismo efecto mientras cocino con el sonido de la campana.

Tiene espasmos de brazos y piernas como todo recién nacido, llegando a pegarse a si mismo puñetazos en la cara repetidamente. Este movimiento de brazo automático lo hace también cuando está mamando, es una especie de masaje-tortura sobre mi pecho: golpea y araña a la vez. Esas uñitas diminutas se clavan como alfileres, y como crecen! Cada semana se las limamos, en cambio, las de los pies no lo hemos tenido que hacer todavía. Al no parar de mover los pies apretando contra todo lo que siente en contacto con ellos, se las lima él. El otro día vi como tenía un trocito de uña del dedo gordo a medio caer.

En su primer mes de vida, cogía todo lo que estaba a su alcance, pero de manera aleatoria. Una vez lo escuche llorar a pleno pulmón, y era porque se había cogido su propio pelo por el cogote y estaba tirando de él… Y algo en lo que siempre ha tenido mucha puntería es en cazar mis pezones para después retorcerlos (es muy agradable…), y cuando llevo la pezonera me la quita o la tira del manotazo. xD

Ahora, además, intenta coger cosas a voluntad con las manos, todavía no controla, pero él lo prueba. Incluso intenta abalanzarse con todo el cuerpo cuando estamos lejos para hacernos saber que nos quiere tocar. Alarga los brazos y se mueve sin control, pero cuando consigue tocar lo que quiere su sonrisa y cara de satisfacción son impagables. El otro día consiguió cogerle la nariz a Mamífero, alguna vez ya se la había chupado (cualquier cosa a la altura de su boca se lleva un chupetón), pero esta vez no era un acto reflejo, cazó lo que quería para disfrute y diversión de ambos. Aquí os dejo la secuencia de fotos del momento 😉

Casi siempre tiene moquitos secos y cuando no los hecha por si mismo, le pongo un par de gotitas de suero. Se lo echo previamente templado por mi calor corporal para que no le moleste, y no es que no lo note, es que le encanta el proceso! Es que es un niño risueño y el suero le encanta, cuando aspira las gotitas y nota el saborcillo en la garganta, traga y sonríe, solamente le falta relamerse! Tanto le gusta que cuando me ve con la pipeta abre la boca y las gotitas que se salen intenta cazarlas con la lengua.

La primera vez que lo hice fue con cautela, pensando en que no le gustaría nada la experiencia, y lo hice en plan divertido, para no traumatizarlo. Tan payasa me puse que ahora el momento moquitos es de los más divertidos del día… Para él es como un juego, le voy comentando lo que hacemos con mucha efusividad, y al final, cuando el moquito asoma, le animo a que sople, y él colabora ya que sabe que cuando lo saca respira mejor. Esta es la carita de felicidad que tiene cuando hacemos limpieza de nariz 🙂

También tolera muy bien la vitamina D que nos han recomendado darle, se la doy con un dedo en la boca para que chupe, porque sino la escupe, y se la traga muy bien. Se la voy dando de momento, aunque no soy partidaria porque son igual de peligrosos los déficits de vitaminas que los excesos. En el caso de esta vitamina, algunos bebés por exceso, han tenido problemas con cierre de fontanelas prematuro… No me gusta suplementar por sistema, solo porque las estadísticas indiquen que un tanto por ciento de la población tiene baja la vitamina D, sin ver si cada bebé en concreto lo necesita en realidad. Con lactancia artificial noes necesaria, pues ya la llevan incluída, y con lactancia materna depende de que la madre esté bien.

Por ahora se la daremos porque no estuve demasiado al sol el verano pasado (con el embarazo me sentaba mal), y no debo ir muy sobrada. Mi idea es pedir una analítica después de este verano, para ver como estoy, y en todo caso, suplementarme yo, ya que por la leche ya le pasaría la cantidad adecuada de vitamina. Y aprovechar el sol todo lo que podamos, que es la mejor manera de adquirir la vitamina. Nos ponemos en el salón que entra el solecito unos 15 minutos, con el balcón abierto y sin ropita de cintura para abajo (la cabeza no según me dijo Pediasauria), y sin protección solar, claro. Lo hacemos a mediodía que es cuando más efectivo es, y es importante no ducharse en las 4-5 horas posteriores para dar tiempo a que se absorba.

Tomando el sol 😀

Se me ha echo larga la entrada, así que continuaré contándoos en la siguiente 😉

 

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Abrazos mamíferos ❤

Brotes de crecimiento

Llevamos un par de días moviditos, apenas puedo moverme de su lado unos minutos al día para ducharme, para lo demás, me lo llevo  a cuestas a hacer lo que necesite. Aprovecho para escaparme algún momento cuando se duerme, a riesgo de que se despierte llorando al ver que no estoy (es lo que suele pasar, parece que tiene un detector), o cuando está su padre. Normalmente, con él se queda a gusto, pero estos días no, le dejo y vuelvo lo más rápido que puedo porque tiene un llanto inconsolable. Bueno si, le consuela la teta, es su obsesión, su droga, lo único que quiere.

Ya me había acostumbrado a estar pegada a él y ser mis tetas el centro de su universo. Lo colgaba en el fular y a hacer lo que haga falta. Aprovechando entre tomas que está dormidito ponía la directa y me daba tiempo de cocinar, limpiar el suelo, poner una lavadora, fregar los platos… e incluso relajarme leyendo algo o ponerme a escribir. Pero ahora ya estamos a otro nivel: no duerme. Si no duerme se pasa de vueltas, y si está tan cansado que no puede conciliar el sueño está irritable, llora y no se calma con nada. Es la crisis de lactancia o brote de crecimiento de las 6-7 semanas. Si nunca habéis escuchado hablar de esto o os interesa saber más, os dejo este post de Alba Lactancia.

Durante la semana pasada empezó a despertarse más pronto, sobre las 6 o las 7 y a estar muy activo toda la mañana. Teniendo en cuenta que me voy a dormir sobre las 2-3 después de la última toma, son apenas un par de horas de sueño. Las tomas pasaron a ser otra vez (como en la primera crisis) interminables, una y hasta dos horas mamando, parando, volviendo a mamar, parando… El día cunde muy poco así, pero bueno, al menos, después de la toma se dormía un par de horas.

Lo peor ha sido cuando ha dejado de poder dormirse, ahí ya me preocupé, porqué yo puedo aguantar el cansancio, pero verlo agotado a él me superaba… Una noche solamente durmió de 2 a 5, a partir de entonces, estuvo despierto hasta las 7 de la tarde. No quería nada más que teta, y yo le daba a modo buffet libre, pero no parecía tener fondo, y lo peor, se dormía, pero a los 5 minutos se despertaba con los ojos como platos y llorando. Estaba nervioso, quería seguir mamando, pero estaba hiperactivo, moviéndose sin parar, mirándolo todo, tenso… Tan pasado de vueltas estaba que no se calmaba con nada, no quería entrar en el fular, pasear tampoco le tranquilizaba, no le relajaban las caricias… Y daba mucha penita ver como cuando se conseguía dormir un momentito, se despertaba haciendo pucheros porque quería seguir durmiendo y no podía.

Ese día acabé desesperada, más que nada preocupada por él, por si eran demasiadas horas sin dormir, si le pasaba algo más que no sabía ver… Al final, gracias al consejo de una sabia amiga, nos metimos los dos en la bañera. Fue una experiencia preciosa, y funcionó, sobre todo porque nos relajamos los dos, me pegué un bañito que ya me lo merecía, y recargué las pilas para transmitirle la calma que necesitaba. Al principio lo puse a flotar unos minutos, moviéndolo suavemente, y él encantado mirando al abismo. Le puse sentado, estirado, le tiraba agüita por encima, movía el agua para que notase la sensación… Hasta que se cansó, entonces le di el pecho estirados barriga con barriga mientras me mecía con el agua y le echaba agua calentita por la espalda. Se quedó relajadísimo, no llegó a dormirse, pero bajó las revoluciones. Después, ya seco y vestido, lo cogí en brazos y caminamos por casa hasta que cayó rendido, al fin!!

Después de ese día, parece que ha necesitado recuperar horas de sueño, y ahora por las noches duerme más profundamente. Ayer, incluso, me despertaba yo antes durante la noche preocupada porque le «tocaba» una toma y él seguía durmiendo. Y las horas que está más activo entre tomas ahora son las diurnas, pasando mucho ratos mirando a su alrededor con los ojos muy abiertos, incluso cuando mama, para y se queda mirando a algún lado.

Durante estas crisis e enfada mientras mama, y si no lo hace, todavía más. Las tomas son intermitentes, está muy inquieto. Se cae de sueño y al momento se revuelve buscando el pecho nervioso, patea, se araña la cara, respira fuerte, me agarra para seguir mamando, para, llora, sigue, deja el pezón y se enfada al momento porqué quiere más, continúa con mucha ansia, mueve la cabeza, estira, se queja, llora, sigue mamando, para y regurgita, pero quiere seguir, me araña o coge el pezón y lo retuerce, se pone tieso arqueando la espalda y estirándose entero, mama un poco más, gruñe, vuelve a llorar, se coge otra vez y parece que está a gusto, a punto de dormirse, escupe el pezón y abre los ojos como platos buscándolo, no lo encuentra, le ayudo, se calma, al poco, vuelve a cabrearse… Así durante horas, todo el día…

Los días siguientes ( y todavía dura ) ha seguido más demandante de lo normal, haciendo muchas tomas, continuamente, largas, y necesitando muchísimo contacto, más del habitual. Es igualmente agotador, casi todos los días no como hasta las 7 u 8 de la tarde, pero ahora que va durmiendo a ratos es más llevadero. Ahora pasa del estado hiperactivo a dormir profundamente, y de estar modo zen a llorar a pleno pulmón.

Si no supiese que es una crisis me preocuparía, pensaría que mi leche esta mala (no hay leche mala, pero se escuchan tantas barbaridades que se interiorizan minando nuestra seguridad), que no produzco suficiente, o incluso que el bebé está mal, le duele algo, está enfermo, incómodo o le sienta mal la comida. Pero no, a lo mejor la única verdad a medias es que no le gusta el cambio en la leche, la cantidad y el sabor nuevo le extrañan, pero pronto se acostumbrará.

Durante estas crisis es cuando muchas mamás abandonan, o bien siguen pero se frustran porqué no entienden que está pasando, se sienten absorbidas por la lactancia, superadas, y comprensiblemente agotadas. Si lo comentas en la consulta de el/la pediatra y éste/a no está muy informado sobre la lactancia, seguramente te dirá que son cólicos (parece que cualquier cosa que no saben explicar la causa son cólicos…), o peor, te mandará una ayudita de fórmula para que el bebé se quede satisfecho y tu descanses mas. Mal, muy mal.

Precisamente, los bebés están programados para estimular más la producción durante estas crisis, adecuándola a las nuevas necesidades de alimento. Separarse del bebé, darle suplementos o ponerle un chupete para calmarle sería un grave error ya que están «tan pesados» porque deben, y les va la comida en ello. Así que hay que cargarse de paciencia y ponerlo al pecho tantas veces como quiera. Es importante aceptar que durante unos días estarás agotada y no darás para mucho, pero que es algo pasajero y normal que debéis pasar. También te puedes llegar a sentir culpable porque hay momentos en que lo soltarías y te irías bien lejos, te agota, necesitas espacio, tiempo, respirar y despegarte de tu bebé. No vale la pena sentirse mal por ello, sabes que estás haciendo lo mejor, pero es humano sentir que no puedes más.

Apenas me estoy adaptando y sacando lo mejor de mi misma para entender a mi hijo, ponerme en su lugar y darle lo que necesita. No se si tendrá algo que ver, pero me da que éstas crisis están ligadas a los avances evolutivos que hacen. Justamente, la semana antes de la crisis empezó a hacer cosas que antes no hacía, está mucho más espabilado, atento, risueño y interacciona mucho más. Pasó de sonreír mecánicamente a reír con la boca abierta cuando le hablamos. De seguirnos con los ojos y la cabeza cuando nos ve, a girarse a mirar cuando escucha algo y estar mucho más atento a todo lo que pasa a su alrededor. De no controlar nada su cuerpo a hacer intentos de coger o tocar cosas. Empezó a llamar nuestra atención tosiendo, haciendo ruiditos nuevos e incluso parece que intenta repetir los sonidos que le hacemos.

Se da cuenta de muchas cosas, y sabe hasta cuando es el momento en que nos estiramos a dormir en la cama y se relaja. En general, parece que entiende mucho más lo que pasa a su alrededor. Días atrás hemos recibido visitas y ha estado con muchas personas distintas, siempre muy atento e interesado por lo que le hacían o decían. Supongo que ha recibido muchos estímulos positivos y ha madurado muchas cosas. Y claro, tanto aprender siendo tan pequeñito pasa factura, y quizá por eso ha estado más irritable, cansado y a la vez, atento a todo lo nuevo. ¿Que pensáis?

Y vosotr@s, ¿como habéis vivido estas crisis? ¿Algún consejo para sobrellevarlo mejor?

 

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Abrazos mamíferos ❤