3 meses, se hace mayor… y ¿ya se ha acabado mi puerperio?

Son las 2 de la mañana del 24 de mayo, a las 3:50 Biel cumplirá su tercer mes de vida extrauterina. Se nos hace grande, y se nota. Ha empezado a dar pasos de gigante en todos los aspectos, además de estar poniéndose cada día más redondito, grande y fuerte, además de gracioso. Ya no es un recién nacido dormilón, que no percibe apenas lo que pasa. Es un bebote atento a todo, vacilón, con muchas ganas de guasa, de interactuar constantemente y aprender muchas cosas.

Han pasado 3 lunas desde que nació. Había luna llena cuando empecé con contracciones, dos días antes de su nacimiento, tal como vaticinamos Mamífero y yo que me pondría de parto. Mis ciclos siempre han ido muy ligados a la luna, casi siempre me ha venido la regla cuando está llena ya que tengo ciclos de 28 días. Y en este ciclo, el sábado pasado que hubo luna llena, mi cuerpo ha decidió empezar a menstruar de nuevo. No esperaba que fuese tan pronto haciendo lactancia materna exclusiva, pero no me he librado…

Antes de que me viniese la regla, llevaba un par de días sintiéndome un poco más cansada y extraña. Pero ha sido una regla bastante suave y corta, como las que tuve ya después del embarazo de Aritz. Comparadas con mis reglas de antes, que eran abundantes, destroyers, dolorosísimas y de 7 días… esto es gloria! Apenas un leve sangrado de 3 días, un dolor lumbar suavecito y algo más de sueño y cansancio.

Dicen que el puerperio se acaba cuando tu cuerpo vuelve a ser el de antes… entonces, ¿se ha acabado ya mi puerperio?… Yo me encuentro estupendamente, pero, de todas formas, ni mi cuerpo, ni mi mente, ni nuestra vida es la misma de antes, en ningún sentido.

Volviendo a los avances de mi monete… esta mañana a las 8, se ha despertado a comer y se ha desvelado como de costumbre, un par de horitas en las que jugamos un ratito, y luego, si hay suerte, volvemos a dormir un par de horas más. Mientras jugábamos, se ha encontrado un pie, un gran momento en su vida!! De su cuerpo, hasta ahora solamente tocaba, jugueteaba y se miraba sus propias manos, y hoy se ha tocado su propio pie 😀

Cuando ha tocado ir a dormir otra vez, no estaba por la labor, el mundo es demasiado emocionante y excitante para él… Así que hemos probado con su amiga la teta, a la que ha dado toda la conversación que ha podido, por lo que no se ha relajado en absoluto. Como seguía sin vistas de dormirse, he probado relajándome yo (fácil, porque estaba medio dormida), estirada a su lado, usando un combo de dos técnicas: la respiración lenta y profunda (y haciendo mucho ruido), acompañada por el ruido blanco de fondo (podéis encontrar vídeos en youtube si queréis probar 😉 )

Se ha quedado muy calmado, mirando la pantalla del ordenador, de espaldas a mi, hasta que se le han caído los ojos. Él solito!!! Sin teta, sin acunarlo, sin paseos, ni mochila, caricias, o interminables intentos de despegarme de él sin que lo note. He alucinado, ha sido un gran logro que se durmiese sin estar enganchado a mi. En el par de horas que hemos estado cabeceando, ha ido despertándose cada 30 minutos para tomar teta, y luego, se giraba a mirar el ruido blanco, y se dormía.

Me encanta que estemos tan apegados y que se duerma tan a gusto a mi lado, pero también me alegra que pueda coger el sueño sin estar tan literalmente encima mío.Claro que todavía me necesitará mucho más, es muy pequeñito, pero si en ocasiones puntuales puede relajarse solito, ya es mucho!!

Después, por la tarde, se me ha dormido en brazos tomando teta, he estado un rato con él encima, y pretendía colgármelo en la mochila para hacer limpieza en casa como hacemos cada día. Lo he dejado un momento en el sofá para ponerme la mochila rápido, porque normalmente cuando nota que le dejo, llora. Pero no, se ha quedado plácidamente dormido. Me ha sorprendido mucho, y me he quedado unos minutos sopesando, pensando que poco duraría ese estado… Hasta que un (maldito) anuncio en el vídeo del ruido blanco (que gracia poner un vídeo para dormir a un bebé que te lo despierte porque entre medias hay publicidad…) le ha despertado. Como estaba a su lado, le he tocado diciéndole que no pasaba nada, y me ha mirado, ha sonreído, y se le han caído las persianas todavía con la sonrisa en la boca ❤

Le he dejado bien rodeado y con cojines para que estuviese seguro a la par que contenido, y he decidido aprovechar y ponerme a limpiar. Algo que me daba bastante pereza hacer con la mochila por el dolor de riñones que tenía, pero sin él encima, ha sido todo mucho más rápido y ágil. Ha estado casi una hora durmiendo, he podido barrer y fregar toda la casa, organizar cosas y poner una lavadora.

Cuando se ha despertado, plácidamente y de buen humor, sin sentirse extrañado por estar solito, en seguida me he acercado a darle besitos. Se ha puesto muy contento de verme, y ha seguido tranquilito, estirado durante 45 minutos… Tocando las flores dibujadas del sofá, hablándoles, cogiendo y chupando la manta, su sonajero de gatito y el elefante gritón-ahogado (se supone que pita cuando lo aplastas, pero lo metí en la lavadora y ahora suena a mojado…). Mientras tanto, he ido fregando los platos y limpiando la cocina, contestándole cuando hablaba, y asomándome a menudo para que viese que estaba allí. Él me miraba contento de saberme cerca, pero seguía a lo suyo, muy independiente, tan mayor!!

Un rato después, lo he dejado en su mantita de actividades con muñecos colgando, y se ha pasado también un buen rato entretenido dándoles golpes con manos y pies, cogiéndolos, y diciéndoles cositas. Más tarde, también ha estado estirado en mis brazos tranquilamente una hora mientras yo estaba con el portátil. Dando un par de chupadas a la teta, mirando un paquete de pañales e intentando agarrarlo, agarrando cualquier cosa con ambas manos y llevándoselo a la boca para probar que es… sin quejarse por nada. Y mientras cenábamos (si cenando los dos a la vez!!) se ha quedado a mi lado en el sofá con sus muñecos y abrazando a su amada manta (le gusta tanto que la coge diciendo AAAI se la lleva a la boca, la mira, le sonríe, la chupa… tiene una relación muy especial con su mantita lila ❤ ).

Después de cenar, y mientras me duchaba, se ha dormido en brazos de Mamífero, lo ha dejado en la cama, y allí se ha quedado. Hasta que se ha despertado y ha estirado los brazos y la cabeza haciendo una flexión (estaba boca abajo), y ha mirado a ambos lados de la cama para ver dónde estábamos. Me he acercado, y se pone tan contento de verme que me derrito… Obviamente, se no iba a durar mucho dormido porque querría teta, pero hemos vuelto a comprobar que se queda muy relajado, y que aunque nota que le dejamos, no salta la alarma de: no me abandonéis!! ni se despierta enfadado o asustado al verse solo. Seguramente, esto no sea así todas las veces, es normal que necesite nuestra presencia, pero es un gran avance que no siempre llore si nos alejamos un poco.

13293153_10209327464934741_1379224882_n.jpg

Así leha dejado Mamífero en la cama ❤ 

Creo que ha sido el día que menos nos ha reclamado, y más rato ha estado por su cuenta, mucho más que nunca hasta ahora. Y lo importante es que ha estado a su rollo, pero a gusto, y no por necesidad nuestra, sino porque le apetecía. No ha llorado en todo el día, no se ha asustado por encontrarse solo, y se le ve feliz descubriendo cosas y consciente de que aunque no nos vea por un momento, estamos cerca.

Qué paz!! Viéndole dormir solo, me he he acordado de todas las veces que en estos tres meses, he aguantado a su lado incómoda, con hambre, sed, ganas de ir al baño… solamente porque sabía que me necesitaba a su lado un rato más hasta coger el sueño, y sentirse acompañado y seguro. Me he sentido muy bien de haberle dado lo que necesitaba, y seguiré haciéndolo, para que a su ritmo, pueda prescindir de mi presencia para relajarse. Creo que va entendiendo que estamos siempre, que no le abandonaremos y le daremos la compañía siempre que lo requiera.

Oh! ha decidido despertarse a las 3:50, que casualidad!! felicidades hijo 😀

Me lo pongo al pecho recordando la madrugada en que nació y al instante estaba chupando del mismo pecho, en la misma posición… Tres meses, se nos hace mayor este bebé… no me puedo creer todo lo que hemos vivido juntos ya, y lo que nos queda!!

Gracias por habernos elegido como padres hijo ❤

Así de apegados nos hemos despertado esta mañana, como buenos mamíferos altriciales, con Maru ronroneando encima de la cabecita de Biel ^_^

Si te ha gustado lo que has leído, no dudes en compartir, comentar, darle a me gusta y seguir mi blog! Gracias por leerme 🙂

Abrazos mamíferos ❤

Colechando bien anchos!

Como os comenté en esta entrada, hemos vuelto a reestructurar la habitación, por cuarta vez desde que tenemos a Biel en casa. Yo soy mucho de mover muebles, es una afición que tengo y que a Mamífero le da mucho miedo, porque lo hago a lo grande. En esta última reubicación, toda la casa ha sufrido cambios, las tres habitaciones, los dos baños y el salón. Es que cuando me da la locura voy muy a fondo, y lo mejor es que me relaja!

Han sido un par de tardes en las que he dicho: Mamífero, tu coge al niño un rato que yo voy a mover cosas (él con cara de: oh, no, otra vez…). Y Mamífera de aquí para allá colocando un sofá así, otro asá, ahora no me gusta, lo vuelvo a cambiar… Paso un mueble para otra habitación, ordeno trastos y porquerías e intento tirar (lo intento, pero Mamífero sufre un diógenes tecnológico que da para muchos posts) cosas a la que no damos uso… Ahora muevo las camas, me quedo atrapada con los colchones y somieres en la habitación pequeña y debo de solucionarlo cual puzzle o pantalla de tetris sorteando el angosto pasillo… Me lo paso muy bien (menos en los momentos de rabia al ver lo desorganizado que es Mamífero con sus tesoros), me da vidilla ver las cosas reordenadas, y me descargo un montón con el esfuerzo físico de mover cosas pesadas (tanto tiempo embarazada, echo de menos hacer el bruto).

Al tema. Primero intentamos colechar modo tradicional, con la cunita pegada a la cama sin barrotes de por medio. Eso no funcionó ni el primer día. Biel se duerme en mi pecho, y no quiere que me separe lo más mínimo, normal. Así que, o le daba teta los dos metidos en la cunita (incómodo para mi), o nos poníamos ambos en la unión entre cuna y colchón (peligroso para Biel), o lo metía en la cama y se acabó el problema (opción correcta). Así que estuvimos un par de semanas así, pero de esa manera, la cuna solamente ocupaba espacio, y en la cama estábamos más estrechos.

¿Como lo hacéis para colechar con cuna? ¿Lo pasáis a la cuna cuando se duerme? Yo me duermo antes, y si intento despegar a Biel cuando está dormido, me lía un pollo…

Optamos por poner la cama en horizontal, para tener más anchura, y la cuna al final para poner nosotros los pies. Eso nos daba más espacio, pero al ser más corta la cuna que la cama de matrimonio, no era del todo cómodo, además de que se acababa separando. Esta opción la seguimos probando durante un tiempo, y le dimos la vuelta por completo a la habitación porque nos era más cómodo dormir en la pared opuesta, que era dónde dormíamos en principio, pero lo tuvimos que cambiar para que cupiese la dichosa cunita de colecho.

De un día para otro, vi que Biel empezaba a dar muchas vueltas en la cama, y empecé a temer que se cayera al suelo. Solución: como los japos, camas al suelo. De hecho así hemos dormido muchos años, y el colchón de látex es más cómodo en el suelo que con somier de láminas. Os dejo fotos para que entendáis el montaje y veáis que súper cama nos hemos currado:

Pero esta vez ya nos lo hemos montado mejor, en los pies de la cama hemos puesto un colchón de 90, y un par de mesitas al final para que no se mueva. Y a mi lado, que es dónde duerme Biel, el colchoncito de la minicuna por si se me derrama el niño por ahí. Así estamos sin peligro, anchos y cómodos todos, gatos incluidos.

Ahora os cuento mis dilemas…

Al principio le metía en un saquito, pero no nos fue práctico para dar pecho, mucha tela de por medio. Así que le tapo con nuestro nórdico, como dicen las recomendaciones, por debajo de las axilas, nunca más arriba para evitar que se ahogue. Pero mi hijo es caluroso, mucho, suda un montón si le meto en la cama con ropa. En casa no hay calefacción, así que no es que tengamos una temperatura demasiado elevada, pero al estar pegaditos, se sobrecalienta… ¿os ha pasado esto a vosotr@s? ¿como los tapáis y qué ropita les ponéis para dormir?

Yo he optado por ponerle un body sin pies finito, más que nada para que no coja frío en el torso, y eso en invierno-primavera… y a veces le sudan la espalda y los pies todavía! En verano, en pelotas, seguro.

Otra cosa que me preocupa es que le gusta dormir boca abajo. Casi siempre duerme de lado, cara a mi, amorrado a la teta, pero a veces, se empeña en girarse. Y como recomiendan que no duerman así (para evitar la muerte súbita), me pongo un poco frenética, le giro y él vuelve a darse la vuelta inmediatamente. Al final le dejo, pero duermo con un ojo medio abierto mientras está así. Se que no debería obsesionarme, de hecho cada vez me preocupa menos, ya que durante generaciones los bebés dormían así por recomendación médica incluso… Creo que si él está cómodo así, no tengo porque impedírselo, debo respetar sus preferencias. Además, el ya sabe girarse solo, o sea, que no se ahogará por no poder cambiar de postura. De hecho, cuando se pone así es cuando más profundamente le veo dormir y más alarga entre toma y toma. Y los días que tiene dolor de barriga, prefiere estar así, por algo será… ¿Que me decís? le dejo, verdad?

En cuanto a mi, estoy encantada de dormir pegadita a mi hijo, y dejaremos que sea él quien decida dormir en otra habitación cuando esté preparado. Duermo muy tranquila teniéndole cerca, no creo que pudiese hacerlo sin sentir su respiración. Y despertarme con él, aunque sean mil veces en la noche, es lo mejor del mundo, lo que más he deseado. Para dar pecho es muy práctico, le dejo las tetis a mano, y al mínimo ruidito la tiene en su boca, facilísimo. Y ahora que las tomas ya son sin pezoneras, es una gozada!! En cuanto la tiene cogida, creo que me duermo antes yo que él xD

El único punto negativo que le encuetro al colecho (son daños colaterales sin importancia) es que no puedo espatarrarme a gusto y siempre tengo que tener los brazos por encima suyo, y destapados, obviamente. Eso hace que a veces me levante bastante oxidadilla por no poder dormirme a pierna suelta, pendiente de no darle un manotazo. Eso si, me estoy acostumbrando, al principio me dolía todo, pero ahora duermo mucho más relajada y le he cogido el truco a la postura.

Eso si, a mi me gustaba dormir en bolas, la ropa me molesta, pero bien tapadita que hace fresco por aquí… Y ahora no me puedo tapar de cintura para arriba, así que tengo que llevar una camiseta para que no se me queden los brazos helados. Eso me incomoda bastante, cada vez menos porque llega el calor y no la necesitaré, pero pienso en el invierno y tiemblo… ¿Vosotras como lo habéis solucionado? ¿Algún truquillo? Supongo que me tengo que resignar a dormir medio vestida mientras que Biel sea muy bebé, pero, más adelante ya le podré tapar un poco más no?

Contadme vuestras aventuras colechantes, ¿estáis a gusto compartiendo cama? ¿o preferís tener vuestro espacio? ¿que problemas o ventajas encontráis colechando?

Si te ha gustado lo que has leído, no dudes en compartir, comentar, darle a me gusta y seguir mi blog! Gracias por leerme:)

Abrazos mamíferos❤

Las rutinas de los bebés, a demanda.

Muchas veces nos dicen eso de: «tenéis que seguir unos horarios para que el bebé se acostumbre», «tiene que aprender/acostumbrarse a…» o «las rutinas les van muy bien a los bebés». Pues ni si, ni no, ni tampoco.

Los bebés son personitas, y lo pongo en diminutivo cariñoso, no porque sean personas de menor rango. Como el resto de personas, existen bebés que necesitan estructurarse el tiempo más que otros para sentirse seguros, y hay otros, que gozan del caos y la improvisación, o simplemente, no se les da bien eso de casar sus necesidades con el reloj.

Yo soy de estas últimas, incapaz de forzarme a comer, dormir o ir al baño porque toca. Siempre he llevado muy mal lo de madrugar para ir a trabajar porque aunque esté cansadísima, me pueden dar las 6 de la mañana y si no estoy por la labor de dormir, me tengo que ir al trabajo de empalmada. Mientras que otros días me caigo de sueño a las 8 de la tarde, lo que dicte mi caprichoso biorritmo. Ni siquiera ahora con un bebé que voy falta de sueño, puedo dormirme sin más para aprovechar que él duerme también.

Si, es un caos, lo sé, pero no me va peor que intentando marcarme una rutina. Sobrevivo igual: cansada, pero sin sentir que fallo en algo por no cumplir un horario. Tampoco creo que quienes son fieles a la rutina puedan pretender llevarla a rajatabla sin que les pete la vena.Vamos, que si es tu hora de comer pero el bebé demanda algo, tu tienes que ceder. O si es la hora del baño, pero el bebé tiene hambre o está molesto, no le vas a hacer pasar un mal rato porque toque, no?

Y en cuanto a los adultos bien estructurados, que los hay, y bastante estrictos (y felices que son), supongo que también flexibilizan. Si no tienen hambre no van a comer a la fuerza, o si? Y si cada día salen, por ejemplo, a hacer gestiones a las 5 de la tarde, pero un día se encuentran mal, o simplemente no les apetece, pues no pasa nada, verdad?

De la misma manera, creo que los bebés, como personitas, tienen sus necesidades y preferencias también, pero no nos las pueden explicar. Y tiene que ser muy incómodo para ellos seguir una rutina impuesta, que no han elegido ellos, ni pueden retocar o negociar, ni saltársela excepto fuerza mayor. Entonces lloran, o están quejicosos, o no se pueden dormir, o comen poco, les sienta mal…

Está claro que si ambos en la pareja trabajan, unos mínimos horarios hay que seguir para cumplir, pero para el bebé, una jornada de estricta puntualidad no es lo óptimo. Los bebés no están programados para seguir horarios, más bien, tienen el don de ser inoportunos, intempestivos y caóticos. Nosotros nos beneficiamos de esas rutinas, no ellos, aunque a algunos bebés, también parece que les da cierta calma y seguridad poder adivinar qué pasará mediante la repetición de rutinas día a día.

No dudo de los beneficios de esto, pero no lo necesito en mi vida, ni tampoco mi hijo, por ahora. Si parto de la base que doy pecho a demanda, la teoría de la rutina se va al garete. Y lo he intentado, siguiendo, claro está,la demanda de mi hijo. He tratado de hacer la «última» toma de la noche en la cama, acostados con la luz de ambiente que es como se duerme. Con tiempo de sobra, horas, para ver si dejándolo así, podíamos cenar. Pues no, no sirve, ni con baño relajante antes, ni habiéndolo cansado previamente ni poco ni demasiado para que no se sobreestimule… No ocurre porque yo lo pretenda, es más, parece que si lo pretendo, siente esa tensión y no puede cumplir mis expectativas.

Puede ser que no tenga hambre, o que tenga antes de lo previsto y no tenga sueño… Sus tomas son imprevisibles, pueden espaciarse 3 horas o media. Puede no dormirse, o dormir 5 mintuos, desvelarse, llorar, hacer una caca, volver a la teta, la toma puede durar 2 minutos o una hora y media… pero lo que yo pretendo, que es que se duerma un par de horas (o al menos media para cenar tranquila), eso no sucederá porque yo quiera, o le acostumbre, o le induzca a hacerlo. A veces, sin pretenderlo sucede y punto, y entonces hay que aprovechar, si se puede. No creo que sea sano para ninguno estar planeando las cosas y generar tensiones innecesarias cuando él ya tiene suficiente con entenderse a sí mismo y gestionar sus emociones sin poder verbalizarlas.

A lo mejor funciona tener ciertas rutinas flexibles preestablecidas, sin horarios, pero que sigan un patrón cada día para que lo reconozca el bebé. Seguramente a eso es lo que llaman rutinas… para mi es del todo imposible. Será que no soy capaz, ni conmigo misma, entonces menos con mi hij@. Para mi los días no son ni siquiera parecidos entre ellos. A veces como a las 6 de la tarde o las 8, si es que se le puede llamar comer… mientras que otros días estoy de suerte y como cuando el resto de españoles lo hacen. Hay días que no me cunden lo más mínimo, llega la noche y no he hecho nada. Mientras que otros, por alineación planetaria será, hago limpieza, comidas, lavadoras, escribo un post, alimento, limpio, cuido a mi hijo e interactúo con él, atiendo a los animales, y me sobra tiempo para perderlo mirando las redes sociales o leyendo algo interesante. ¿Como puede ser? Creo que la respuesta es: la vida no es un lugar seguro (como dice el balconero). Por eso opto por no pretender nada, y parece que cuanto menos abarco, más consigo. Los bebés son esponjas de nuestras emociones, y si vas relajada, ellos también lo están, entonces las cosas suelen ir rodadas.

En los demás aspectos, sigo en mi línea de crianza respetuosa: todo, absolutamente todo es a demanda. Si quiere brazos, interactuar, dormir más o menos tiempo, bañarse o no… No soy partidaria de imponer nada, y menos a los bebés, que deben aprender a conocer y manifestar sus necesidades, y tener la seguridad de que serán respetadas y tenidas en cuenta. Si empezamos a sesgarlas desde tan pequeños, como van a saber escucharse y respetarse a si mism@s?

Si yo quiero bañarlo porque me va bien a cierta hora, antes no he podido y después «toca» cenar, por ejemplo, debería tener en cuenta también si a él le va bien ese momento. A lo mejor tiene hambre, dolor de barriga, o simplemente, veo que no le va a sentar bien ese sobreestímulo y después va a llorar lo nunca escrito porque no era su momento. A base de ensayo y error voy viendo si para él es buen momento, mejor esperar, o dejarlo para mañana que total, no tiene que fichar en ningún sitio de punta en blanco.

Seguramente os habrá pasado que tenéis un compromiso a una hora estipulada, y con un bebé, todo es sortear imprevistos para llegar a tiempo, o no muy tarde al menos… Intentas empezar a prepararte y preparar al bebé con horas de antelación: que la bolsa con los indispensables para salir esté lista, preparas un par de mudas por si acaso, lo tienes todo listo para salir. Entonces se dan un número incontable de pruebas que superar:

Tiene hambre, pero no va a comer en 20 minutos como siempre, entonces tardará media hora o más. Entre medias se cabreará y llorará porque un pedete o un eructo le están cortando el rollo para comer del tirón y quedarse a gusto. Paráis, le meneas, cambias la postura, llora, no sale, pruebas todo lo que os funciona normalmente y no, solamente necesita MÁS tiempo. Algo que a ti se te va agotando para llegar puntual. De tanto meneo e incomodidad vomita, no regurgita como normalmente, no, hecha toda la papa quedando empapad@ de arriba abajo, y seguramente pillarás tu también… Toca cambio de ropa, entonces. A esas alturas el bebé ya está de mala leche por todo, es normal, quería comer y todo son problemas, y encima percibe que mamá o papá se están poniendo histéricos por momentos y sabe que él tiene mucho que ver en su estado de ánimo. Como no puede explicar nada, llora, patalea y berrea con toda su alma, haciendo que vestirle sea todavía más difícil y eso implica más tiempo. Le consuelas para poder acabar de meterle ese piezote peleón en el pantalón. Besos, arrumacos, paseíllo por toda la casa con botes y tirabuzones para que se le pase el mal rollo a ritmo del mantra: ya pasó cariño. A lo mejor con todo ese berrinche y los meneos suelta el gas que le molestaba y estáis de suerte. Acabas de vestirle cuando recupera el buen humor, algo que los bebés tienen de sobras, que no todo son cosas malas… Se ríe, le haces carantoñas y pedorretas para que no pierda el buenrollismo mientras acabas de limpiar y vestir a la velocidad del rayo. Cuando lo consigues, vuelves a la carga: sacas la teta, a ver si ahora come a gusto. Parece que todo va bien, tanto, que empieza a adormilarse… Sabes que no ha comido suficiente y que si se duerme, en 15 minutos se despertará poseíd@ por el hambre voraz que olvidó que tenía. Intentas que no se duerma, le tocas, le hablas, te mueves… no hay manera, y a lo peor, lo único que conseguirás es que se cabree, llore y toque calmarle, one more time. Cuando parece que nada puede torcerse más, tu hij@ afloja el intestino… y tendrás suerte si no es una caca explosiva de esas que hacen que lo tengas que cambiar de arriba abajo y que no tengas tú también un cerco color mostaza en tu ropa… y el drama podría seguir, incluso empeorar.

maxresdefault.jpg

Y en estas, que tu que has empezado a prepararlo todo dos horas antes de salir, vas a llegar a tu cita una hora tarde, como poco 🙂

Es imposible ser inflexible con un bebé, no se puede prever todo y es estresante para ambos tener que cumplir ciertas expectativas. Lo mejor es tomárselo con filosofía e intentar no contagiarle con nuestra ansiedad. Y siempre que sea posible, no tener compromisos ineludibles o que precisen de puntualidad extrema. Y, oye, si a vosotros os funcionan bien las rutinas, perfecto, seguid con ellas!! Pero a mi no me vendáis humo, que mi hijo no lleva reloj, y dice que hace lo que quiere cuando quiere, y a mi no me importa que así sea 😉

Si te ha gustado lo que has leído, no dudes en compartir, comentar, darle a me gusta y seguir mi blog! Gracias por leerme 🙂

Abrazos mamíferos ❤

Cositas divertidas de las 4 a las 8 semanas I

Este miércoles, Biel cumplirá 8 semanas, y desde las 4 en adelante, ha cambiado muchísimo!

Durante su primer mes de vida, apenas hacía algo más que dormir y mamar. Los ratos en que estaba despierto esbozaba alguna sonrisa, se agarraba con manos y pies a todo lo que tocaba, seguía con la mirada o la cabeza y ejercitaba un poco los músculos. Pero ahora, los ratos entre sueños y tomas los aprovecha muchísimo, tiene que aprender muchas cosas en poco tiempo y se esfuerza en ello. Abre los ojos como platos y se dedica a absorber información con todos los sentidos.

Ahora está mucho más espabilado, muy atento a todo y aprendiendo cosas nuevas cada día. Empezó a intentar comunicarse con sonidos la cuarta semana, y lo primero que hizo fue toser. Se dio cuenta que cuando lo hacía, le mirábamos o íbamos corriendo a ver si estaba bien. Así que siempre que quiere llamar la atención o tener algo parecido a una conversación tose. Tose él, y luego yo, entonces él contesta con una risita y otra tos… y así hasta que se cansa. Divertidísimo!

Estas últimas semanas está muy gracioso, se despierta contento, aunque a veces confunde el llanto con la risa y lo que parece una carcajada al principio acaba en drama… Y ahora también, hace pucheritos antes de ponerse a llorar, algo que es un buen aviso y te da algo de margen para intentar evitarlo. Normalmente amanece con ganas de mirar cosas, de interactuar, y le encanta que le hablemos e intentar imitar sonidos. Si le sonríes, te regalará sonrisas y carcajadas, o si no lo haces, empezará él a reírse para que hagas tu lo mismo. Si le repetimos un sonido, se queda pensativo abriendo la boca lo más parecido a como lo hacemos, y cuando lo tiene claro suelta con gran esfuerzo un: GA! o un AAAAAI, o EH!… Con una voz tan dulce que te lo comerías a besos… Acto seguido se ríe, contento de su hazaña, esperando que le hagamos fiestas y volvamos a repetir. Así pasamos unos buenos ratos cada día. Si le dejamos solo un momento mientras está despierto va tosiendo o vocalizando, y espera que le contestemos desde donde estemos, sino, considera que estamos demasiado lejos, se enfada y llora.

También tiene momentos de introspección, le encanta mirar cosas. Sobre todo, le fascinan las luces y las sombras, las ventanas, las cortinas por donde se cuelan los rayos del sol, y un cuadro de tonos rojos que tenemos en la habitación. Puede pasarse un buen rato mirando la sombra de su brazo mientras lo mueve a puño alzado, arriba y abajo. Esto lo hace sobre todo en el baño, cuando está en el cambiador, que es un sitio zen para él.

Normalmente aguanta un rato allí entretenido y puedo aprovechar para arreglarme por las mañanas o vestirme después de la ducha. Es un gran recurso también cuando no sabemos que hacer con él durante sus horas brujas, a veces, cuela, y se calma allí, llegando incluso a dormirse. Creemos que es por una mezcla entre las sombras que le entretienen, y el ruido del extractor del baño que le relaja. Últimamente estoy experimentando con los ruidos blancos para que se duerma y parece que, a veces, funcionan. También he notado el mismo efecto mientras cocino con el sonido de la campana.

Tiene espasmos de brazos y piernas como todo recién nacido, llegando a pegarse a si mismo puñetazos en la cara repetidamente. Este movimiento de brazo automático lo hace también cuando está mamando, es una especie de masaje-tortura sobre mi pecho: golpea y araña a la vez. Esas uñitas diminutas se clavan como alfileres, y como crecen! Cada semana se las limamos, en cambio, las de los pies no lo hemos tenido que hacer todavía. Al no parar de mover los pies apretando contra todo lo que siente en contacto con ellos, se las lima él. El otro día vi como tenía un trocito de uña del dedo gordo a medio caer.

En su primer mes de vida, cogía todo lo que estaba a su alcance, pero de manera aleatoria. Una vez lo escuche llorar a pleno pulmón, y era porque se había cogido su propio pelo por el cogote y estaba tirando de él… Y algo en lo que siempre ha tenido mucha puntería es en cazar mis pezones para después retorcerlos (es muy agradable…), y cuando llevo la pezonera me la quita o la tira del manotazo. xD

Ahora, además, intenta coger cosas a voluntad con las manos, todavía no controla, pero él lo prueba. Incluso intenta abalanzarse con todo el cuerpo cuando estamos lejos para hacernos saber que nos quiere tocar. Alarga los brazos y se mueve sin control, pero cuando consigue tocar lo que quiere su sonrisa y cara de satisfacción son impagables. El otro día consiguió cogerle la nariz a Mamífero, alguna vez ya se la había chupado (cualquier cosa a la altura de su boca se lleva un chupetón), pero esta vez no era un acto reflejo, cazó lo que quería para disfrute y diversión de ambos. Aquí os dejo la secuencia de fotos del momento 😉

Casi siempre tiene moquitos secos y cuando no los hecha por si mismo, le pongo un par de gotitas de suero. Se lo echo previamente templado por mi calor corporal para que no le moleste, y no es que no lo note, es que le encanta el proceso! Es que es un niño risueño y el suero le encanta, cuando aspira las gotitas y nota el saborcillo en la garganta, traga y sonríe, solamente le falta relamerse! Tanto le gusta que cuando me ve con la pipeta abre la boca y las gotitas que se salen intenta cazarlas con la lengua.

La primera vez que lo hice fue con cautela, pensando en que no le gustaría nada la experiencia, y lo hice en plan divertido, para no traumatizarlo. Tan payasa me puse que ahora el momento moquitos es de los más divertidos del día… Para él es como un juego, le voy comentando lo que hacemos con mucha efusividad, y al final, cuando el moquito asoma, le animo a que sople, y él colabora ya que sabe que cuando lo saca respira mejor. Esta es la carita de felicidad que tiene cuando hacemos limpieza de nariz 🙂

También tolera muy bien la vitamina D que nos han recomendado darle, se la doy con un dedo en la boca para que chupe, porque sino la escupe, y se la traga muy bien. Se la voy dando de momento, aunque no soy partidaria porque son igual de peligrosos los déficits de vitaminas que los excesos. En el caso de esta vitamina, algunos bebés por exceso, han tenido problemas con cierre de fontanelas prematuro… No me gusta suplementar por sistema, solo porque las estadísticas indiquen que un tanto por ciento de la población tiene baja la vitamina D, sin ver si cada bebé en concreto lo necesita en realidad. Con lactancia artificial noes necesaria, pues ya la llevan incluída, y con lactancia materna depende de que la madre esté bien.

Por ahora se la daremos porque no estuve demasiado al sol el verano pasado (con el embarazo me sentaba mal), y no debo ir muy sobrada. Mi idea es pedir una analítica después de este verano, para ver como estoy, y en todo caso, suplementarme yo, ya que por la leche ya le pasaría la cantidad adecuada de vitamina. Y aprovechar el sol todo lo que podamos, que es la mejor manera de adquirir la vitamina. Nos ponemos en el salón que entra el solecito unos 15 minutos, con el balcón abierto y sin ropita de cintura para abajo (la cabeza no según me dijo Pediasauria), y sin protección solar, claro. Lo hacemos a mediodía que es cuando más efectivo es, y es importante no ducharse en las 4-5 horas posteriores para dar tiempo a que se absorba.

Tomando el sol 😀

Se me ha echo larga la entrada, así que continuaré contándoos en la siguiente 😉

 

Si te ha gustado lo que has leído, no dudes en compartir, comentar, darle a me gusta y seguir mi blog! Gracias por leerme 🙂

Abrazos mamíferos ❤

Cura de sueño, ¡por fin!

Llevaba tantos días sin descansar bien ni dormir apenas, que hoy que he podido, he hecho una cura de sueño. Yo soy capaz de dormir muchas horas, soy una marmotilla, pero esta vez, he superado mis propios récords.

Como os he ido contando, se me hacía difícil dormir un par de horas seguidas, me despertaba y estaba desvelada 2,4 horas… Además, estando estirada la acidez me atacaba, y tenía que incorporarme, comer unas almendritas, y esperar a que pasase.

Pues bien, llevo un par de días que no tengo nada de acidez, no me preguntéis por qué, no se a que se debe, pero es un gran alivio. No he comido especialmente suave, ni he hecho nada distinto. Es más, antes de irme a dormir me comí un trozo de bizcocho con nueces y chocolate negro calentito, un pecado que normalmente antes de dormir, es una bomba digestiva. Claro está que no va a desaparecer por las buenas el malestar, pero se agradece mucho esta pequeña tregua digestiva.

Antes de ayer, dormí poquísimo, un par de horas si llegó, y no seguidas. Estaba pendiente de que viniesen la propietaria y unos vecinos a mirar un problema de humedades, por lo que me desvelé cuando Mamífero se fue a trabajar, y cuando, por fin, cogí un poco el sueño, me despertó el timbre…

Así que por la noche estaba muerta de sueño, y aproveché, me fui a dormir antes de las 2 (eso para mi es prontísimo!), y he dormido hasta las 7 cuando ha sonado el despertador de Mamífero. Entonces me he desvelado un par de horas, pero he seguido perreando en la cama hasta que he vuelto a coger el sueño. Y, aunque me he ido despertando para cambiar de posición, he ido alargando, y he amanecido a las 6 de la tarde!! He dormido tanto como los gatos, o más, pero para ellos es normal ese patrón de sueño.

Me he despertado porque ya era un desfase, pero hubiese seguido durmiendo, a tope. Me he despertado fresquísima, eso si, y contenta de haber recuperado tantas horas de sueño. Seguramente, esta será la última noche que duerma tan bien, así que creo que he hecho bien aprovechándola. Cuando nazca Biel, seguramente recordaré este día como el último en que dormí a pierna suelta, sin límites.

Esta es la anécdota del día, quería dejar constancia de este día, y de mi capacidad durmiente.