Ayer miércoles 18 de mayo Biel cumplió 12 semanas!!
Casi tres meses de vida fuera de mi, y casi un año de su vida completa desde que nuestras células se fusionaron y empezaron a dividirse. El 27 de mayo hará un año exacto de mi FUR (fecha de la última regla) de su embarazo, fecha del último aborto que tuve antes de concebirlo. Catorce días exactos después, ovulé y Biel empezó a formarse en mi útero. Como va pasando el tiempo!!!
El día 24 cumplirá los tres meses, y ya hace algo más de una semana que estamos en la crisis de los tres meses… Supongo que si empieza antes, también acabará antes, verdad?…
Tiene un brote de crecimiento de manual, con todos sus síntomas y peculiaridades. Es duro, mucho, pero se me hicieron peores las dos primeras con tanta demanda junto con los cólicos y los problemas de lactancia que atravesamos. Lo peor de esta es que según dicen, dura más tiempo, pudiéndose alargar hasta un mes.
Como os conté en esta entrada, Biel está muy atento a todo lo que pasa a su alrededor, demasiado. Tanto, que se distrae con cualquier ruido, o cosa que se mueva cerca. Así que dormirle o darle el pecho se nos hace más complicado, porque se distrae y le cuesta volver a coger el hilo. Además estira mucho del pezón, tira todo su cuerpo hacia atrás y se lo lleva como si fuese elástico… Ya los tengo tan dados de si que ni me duelen.
Como os he ido contando, empezó a hacer algunas tomas sin pezoneras, y en un par de días las hacía casi todas sin, solamente las necesitábamos por la noche. Después de esos dos días, ya no las ha querido más, no las necesita, y las rechaza. De hecho, creo que la crisis ha ayudado, parece que no las quiere para poder estirar bien fuerte del pezón XD
Los primeros días que estuvo entrando en la crisis no sabía si era porque tenía confusión por el cambio, y si lo veía inquieto mamando y dejando el pezón repetidamente, le ponía la pezonera a ver si mejoraba, pero entonces se ponía a llorar. Tan radical ha sido el cambio, que ya llevamos toda esta semana sin usarlas, ya las he esterilizado y guardado, a la espera de no volverlas a necesitar más!! Así que el proceso de dejar las pezoneras que yo imaginaba largo, difícil (al principio no veía claro que supiese volver a cogerse del pezón…), y mucho más adelante… ha sido al final facilísimo, antes de lo previsto, espontáneo, sin pretenderlo y por elección suya, que es lo mejor 🙂
Hago un inciso, para contaros algo que me pasó el otro día: me quedé con la maneta de la puerta de una habitación en la mano. La puerta estaba cerrada, y di por hecho que se había roto y me había quedado encerrada… Me agobié un montón por un momento, pero por suerte, llevaba a Biel en la mochila conmigo, si me quedo encerrada con él en otra parte de la casa me da algo!! Así que respiré y pensé: buah! menos mal que ya no necesitamos las pezoneras, si no puedo abrir, nos quedamos aquí juntitos teteando hasta que llegue Mamífero, sin problema! Luego recoloqué la maneta y funcionaba perfectamente, pero el susto me lo llevé por unos segundos. Cuando usábamos las pezoneras me angustiaba mucho olvidármelas y no poder darle teta…
Se nota que ha crecido, hace un par de semanas ya que las tomas empezaron a ser muy cortas, 15 minutos como mucho, o menos. Hace tomas muy eficientes al estar más mayorcito y experimentado. Eso, para Biel que antes se tiraba una hora es mucho cambio. Ahora, con esta crisis las tomas se hacen interminables otra vez, pero en otro sentido… da dos chupadas, para y se ríe, balbucea, me hace carantoñas… da dos chupaditas más y se pone tenso, arquea la espalda, se retuerce estirándo del pezón y llora. Cuando se calma, vuelve otra vez, hasta que le distrae un ruido o directamente se gira a mirar algo o a buscarlo. Así mil veces durante la toma.
De de día pasa bastante de la teta, hay que ir recordándole que tiene que comer. Muchas veces quiere mamar mientras me muevo, si me siento la lía, necesita caña. Prefiere ir viendo cosas, hablar conmigo o con las cosas que ve, y chuparse los puños antes que mamar. Le doy lo que quiere para que esté contento y voy con las tetas a aire para que vaya picoteando. Esto pasa durante el día, por la noche todo lo contrario, solamente quiere teta, y con ansia, y hace tomas más «normales», pero bastante a menudo, más todavía que normalmente…
También hace menos cacas, ha pasado de hacer 5 -7, a un par o tres solamente al día. Eso si, está quejicoso durante horas hasta que la suelta, y las hace bien grandotas. De peso no se como iremos, lo normal es que este mes cojan menos peso, ya veremos en la revisión de los tres meses.
Los pechos si que los tengo más blandos, pero eso ya me pasa desde el primer mes de vida. Eso si, se hinchan a medida que pasan las horas, y si no alterno los pechos en alguna toma, la teta olvidada se pone como un globo y dura (por las noches sobre todo, porque le doy en piloto automático y ni me planteo cambiar de lado muchas veces..).
Se supone que ahora tarda 2,2 minutos en desencadenarse el reflejo de eyección, por eso se ponen nerviosos la mayoría de bebés. En mi caso, eso lo empecé a notar en la anterior crisis, y ahora casi nunca nos pasa. En la moyoría de tomas la leche me rebosa literalmente, de ambos pechos, tanto que se llega a atragantar. Y claro, eso le hace llorar y enfadarse también. Tengo tal cantidad de leche, que la he visto salir a chorro durante unos segundos cuando deja el pezón xD
Por suerte, el porteo sigue funcionando de maravilla para dormirle durante el día, lo malo es cuando llegan las 8 de la tarde-noche… Entonces es cuando suele llegar Mamífero de trabajar, y me gusta aprovechar para comer algo, relajarme un rato, ducharme, desconectar, descansar… Pero entonces se le junta el cansancio del día con la demanda de teta, y la crisis hace las tomas muy largas, con lo que se nos tira la noche encima. Ya vamos bastante ajustados de tiempo porque cuando llega Mamífero nos hemos de duchar los dos, bañar a Biel, cenar, y estar juntos un ratito.
Pero estos días vamos de culo, porque no acaba nunca de mamar, me ducho a las mil, y ceno tarde y mal, peor si cabe. Normalmente puedo cenar dándole pecho, pero, estando así, que se mueve tanto y hay que recolocarle, calmarlo… y no ceno bien. Y si hacemos turnos, cuando lo tiene Mamífero no para de llorar, porque solamente se calma con teta, y tampoco ceno a gusto sabiendo que está mal. La mayoría de días me tengo que ir con el último bocado de cena a estirarme con él en la cama, que es la única manera de que haga la toma entera y seguida y se calme. Estirarme recién cenada me hace tener unas digestiones pesadísimas…
Ya me lo tomo con toda la calma que puedo, ofrezco a menudo antes de que se desespere, le doy pecho andando por la casa si hace falta, y le dejo todo el tiempo y las interrupciones que necesite, respetando sus tiempos, sin forzar, ni quitarle el pecho de delante. Y aunque parece que no quiere más, siempre lo vuelve a coger al poco, así que cuanto más a mano lo tenga, más come. Cuando el cansancio y la desesperación me ganan (normalmente por la tarde-noche), pienso que es una etapa más, que eso significa que está creciendo, y que saldremos reforzados de ella. Y si tengo tiempo y Biel no está montando un pollo, me doy una ducha bien larga y caliente y desconecto para volver a la carga de las tomas nocturnas más fresca. Ya pasará la crisis y todo volverá a su cauce 🙂
Por cierto, ayer justamente, Biel hizo su primera toma de contacto voluntaria con Maru, e hizo o que mejor hace como buen monete… Se la quedó mirando, alargó la mano, abrió el puño, agarró pelo de su lomo y tiró de él como nos hace a nosotros. Maru, pobrecita, aguantó estoicamente porque, aunque le tiene miedito, quiere saber que es y empezar una relación, con él. El inicio de una buena y larga relación, ya que son los peques de la casa y compartirán muchos años de juegos.
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Abrazos mamíferos ❤