Biel ya ha cumplido las 20 semanas, un embarazo y medio con nosotros!! De momento lleva menos tiempo fuera que dentro, pero el tiempo vuela…
Está adorable, que voy a decir yo… es un niño muy activo, risueño y divertido. Estas últimas semanas está muy a tope, en todos los sentidos. No duerme tanto durante el día, juega muchísimo, y también llora bastante, sobre todo por la noche. Sigo echándole la culpa a los dientes, porque necesita morder mucho, y lo hace con ansia… Se le ven surcos blancos en la encía (sobre todo en la inferior), pero no acaban de despuntar. ¿Cuanto tardarán en salir? Contadme vuestras experiencias, porque nosotros llevamos más de un mes esperando verlos y no veo que avance demasiado.
Se pasa el día mordiéndose sus propios dedos también por las molestias con los dientes. Cuando está al pecho, intenta meter los dedos a la vez que mama! Y le ha dado por agarrarme tan fuerte que me hace moratones… Menos mal que me han regalado un collar de lactancia y porteo precioso de Mitetestyle! Le va muy bien para mordisquear, pero también para entretenerse tocándolo (y no arañarme ni retorcerme el pecho, o arrancarme el pelo…) y centrarse a lo que tiene que estar.
Algo que me encanta, como os he ido contando, son los arranques de ternura que tiene… Estos momentos son impagables… ❤ _<3
Para la inflamación le damos mordedores tanto frío como del tiempo, el collar de lactancia, sus muñecos, telas, nuestros dedos… y cuando rabia mucho, un trozo de mi leche congelada, que parece que le alivia bastante. Cuando llega la noche se pone peor, pero en general, pasa el día irritable y necesita estar haciendo cosas constantemente, supongo que para desviar la atención del dolor.
Hace un par de días, que estoy experimentando con la falsa hamaquita (en realidad es una sillita grupo 0 que no usamos) a ver si logro distraerlo. Ésta se reclina completamente, así que no fuerza la posición sentado, y ya la habíamos intentado «introducir» para dejarlo algún momento, pero no la toleraba en absoluto (igual que el carrito). Como en el coche, que va bien mientras estamos en marcha, pero en cuanto paramos, odia estar atado, es un espíritu libre… Ojo! siempre tened en cuenta que el grupo 0 no debe usarse por períodos superiores a 90-120 minutos, ni en casa, ni en el coche, ni como silla de paseo 😉
Bueno, pues me he dado cuenta de que si le dejo y me ve, llora, sin embargo, si no me ve, se puede estar unos minutos ahí. Entonces, se me ocurrió ponerle de espaldas a mi, en el comedor, delante de la puerta del balcón abierta, para que viese la calle. Y le gusta! Se queda tranquilo mirando el cielo y la calle, tomando un poco el sol en los pies, sintiendo la brisa, los pajarillos… Le dejo su abejita colgando del asa por si quiere jugar, y me pongo a hacer cosas, o a comer… y vaya invento! Hoy hasta se ha echado una cabezadita!!
Eso si, la probé para ducharme para no tener que montar el percal que os conté el otro día, y fue un drama… que horror estar duchándome y él llorando a gritos 😦
Salí de la ducha, le calmé, y a los 5 minutos probé a volver a dejarle mientras me vestía, esta vez delante del balcón de la habitación… bingo! Lo que le gusta es estar en la calle 😀 Me va genial para dejarle un rato y de mientras comer o hacer algo en casa, pero para ducharme… Aunque le dejo con el arnés atado, no me quedo tranquila dejándolo e irme a duchar sin verle… y eso que está a un par de metros y le oigo si llora. No se, ¿exagero demasiado?
Jugando se lo pasa muy bien, pero aguanta ratos cortos haciendo la misma cosa, así que voy un poco de culo 😛 También es porque es muy bruto e insistente, y se empeña en hacer cosas que todavía son difíciles para él, y se cansa mucho. Así que vamos capeando como podemos sus frustraciones, que son parte importante de su desarrollo también.
Como veis, es puro nervio!!
Como los juguetes que tiene ya están muy vistos y necesita experiencias nuevas, le voy dando objetos para que experimente: tuppers de cocina, tapas, bolsas, moldes de silicona, papel de horno, botellas de plástico, objetos de madera… Le gustan las cosas nuevas, y si hacen ruido mejor, puede estar un buen rato simplemente agitando una bolsa de plástico (lo se, en todas pone que no deben darse a los niños, pero lo hago siempre bajo mi supervisión).
Está muy interesado por la comida, se fija en lo que nos llevamos a la boca y alarga la mano. De hecho, ya le ha robado hojas de lechuga a su padre en varias ocasiones, es un peligro! Con mi no-café de la mañana anda loco por pillarlo. Llora, le dejo tocar el vaso, y luego que lo chupe por fuera (necesita conocer con la boca)…pero el quiere chupar por arriba, dónde yo bebo… tonto no es. Le dejo hacerlo por una parte limpia y con sumo cuidado, pero no le vale… sigue frustrado porque lo que quiere probar es el líquido que hay dentro. Tengo muchas ganas de que reúna las condiciones para empezar la alimentación complementaria! Haremos BLW, y seguro que se lo pasa bomba experimentando ^_^
Bueno, de hecho, ya ha tenido un primer contacto con los sólidos… Es que, cuando salimos de paseo y nos sentamos, le dejamos que explore. Le encanta tocar, arrancar hierba, mirar todas las cosas nuevas que hay en ese suelo distinto al de casa. Y claro, lo que hace inmediatamente después de experimentar con él, es llevarse a la boca todo lo que pilla…
No me preocupa, la verdad, es bueno para formar su sistema inmune estar en contacto con gérmenes (en su justa medida), pero intento que no trague cosas todavía, más que nada porque todavía no tiene madurez para gestionarlo. Así que cuando se lleva la mano llena a la boca, le saco todo lo más que puedo, sin apartarle la mano para no generarle frustración, que pruebe lo justo, evitando que coma quilos de tierra y hojas… Así que después de esos coqueteos gastronómicos con la naturaleza, pasa unos días haciendo caca con hierbajos ^_^
Durante estas semanas hemos descubierto algunos juegos que le hacen reír a carcajadas: los sustos, taparle y destaparle la cara, cuando tengo hipo, y susurrarle cosas al oído… Eso y todo lo que implique acercarte a él, hacer ruidos, caras, o poner voces muy agudas. Y por supuesto, volar por los aires!
El otro día su padre inventó un parque-tipi de juegos nuevo poniéndole la manta de juegos sobre el gimnasio de muñecos colganderos, y le gusto muchísimo! Cuando no sepa que hacer para entretenerle le llamaré para que me de ideas que cuando tenemos el día tontuno, se me colapsa el procesador y me quedo en blanco…
Aquí tenéis su ocurrencia:
En plena acción:
Aunque ya se levanta con los brazos completamente estirados, para desplazarse lo hace como los soldados, hincando los antebrazos. Y al hacerlo en las mantas de juegos se encalla… y se frustra. Y en el suelo, va dejando un reguero de babas cual caracolillo y como tenemos un parqué muy liso, resbala… así que no puede avanzar y se cabrea también… Además, como se sale de las mantas (que están en plan decorativo), en el suelo, al hacer la croqueta demasiado alegremente para pasar de boca abajo a boca arriba, se da en la cabeza. No se hace daño, pero el susto del coco se lo lleva, y llora desconsoladamente…
No le gusta nada darse el golpetazo, así que veo que muchas veces sale de la manta con miedito, y cuando se cansa llora para que le rescate porque no quiere darse la vuelta. Si cuando está así le pongo la manta a un lado, se tira encima a descansar, sabe que es blandita y no teme hacerlo ahí. También ha perfeccionado el movimiento para no darse fuerte, girando el tronco lentamente, y después la cabeza, pero a veces se desequilibra, o se deja llevar por la emoción del juego y se lleva el golpe.
Creo que es un proceso más que debe aprender, pero le veo muy frustrado por no poder moverse bien y tener que estar pendiente de los cabezazos siendo tan pequeñito… En principio no queríamos usar alfombras ni nada porque hacemos movimiento libre, y creo que es básico que sienta la textura, dureza y el contacto con el suelo tal como es. Pero le veo tan limitado que al final hemos encargado una alfombra grandota a ver como le va… es finita porque no interesa que sea demasiado mullida para no entorpecer su percepción, pero tengo esperanzas de que allí se desplace mejor y no le asuste tanto rodar por el suelo. A ver como nos va con ella! 🙂
Ya os he ido contando que flipa con los gatos, les persigue, pilla todos los pelos que puede… Aquí está croqueteando para alcanzar a Maru que huye de él >:o
El otro día, Joy estaba encima del mueble del comedor, y él sollozaba estirándole el brazo (estuvo así 10 minutos). Cuando vio que esa técnica no servía para acercarla, empezó a cantarle: aaah, oooh, uuuh… La gata, decidió cambiar de lugar, Biel la siguió, y se partía el culo viéndola saltar a la mesa. Entonces, empezó a reír y hacerle monerías a la gata para que se acercase como hace con nosotros… es amor! ❤
A sus muñecos también les sonríe y les hace monerías. Con un búho que cuelga de su parque, se pone boca abajo mirándole de frente y se ríe con él. Lo hace por la parte de la cara, no por detrás, sabe perfectamente que eso es un rostro, y como es normal orientarlo para mirarse con él.
Este ha sido el resumen de estas últimas semanas, muy intensas 🙂
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Abrazos mamíferos ❤