Ya he llegado a la semana 28, empieza el tercer trimestre, y no me lo puedo creer! 😀
Como os dije, tenemos ya la cunita de colecho montada, y un mueble para la ropita de Biel, que nos regalaron mi madre y mi tía. Así que ya tenemos lo esencial preparado 🙂
Solamente queda encargar el mei tai y los pañales de tela, que ya los tengo escogidos, nos los hará una artesana que es encantadora, y una artistaza. Pronto haré un post para enseñaros las preciosas telas que hemos escogido, y las maravillas que hace esta mujer con sus manos.

Estas cuatro semanas he empezado a sentirme mucho más cansada y pesada. Como os dije en esta entrada, tuve cita con el ginecólogo, y me dio los resultados tanto del o’sullivan, como del hemograma y cultivo de orina, y me salió baja la hemoglobina. Por lo que estoy tomando hierro desde entonces, y debido a esa carencia me siento bastante agotada. La espalda también se me carga más, sobre todo cuando estoy de pie un rato, y la barriga me pesa, pero si me estiro y descanso se me pasa. Estoy bastante bien para lo que he pasado en mi vida con la espalda, contando que tengo unos quilos de más y que no estoy haciendo ejercicio, no me puedo quejar demasiado de dolor.
En la ecografia, como os dije también, el cuello del útero sigue larguito, así que por eso estoy tranquila, sin embargo, la placenta sigue baja… Y Biel estaba en podálica, por lo que ya me insinuó una cesárea, pero todavía es muy pronto para hablar de eso… Yo espero que se gire, si no lo ha hecho ya, porque ya no siento que me patee la vejiga, y que la placenta suba, para poder tener un parto natural.
He tenido el sueño muy trastocado últimamente… Tuve bastante insomnio, lo que me hizo llegar a dormir de día y estar despierta toda la noche, mañana y hasta mediodía. Esta última semana, he regulado el horario, y he pasado a tener mucho sueño por las noches, antes de cenar, ya me estoy durmiendo. Es increíble el cansancio que tengo al final del día.
Sigo desvelándome con facilidad, cuando Mamífero se va a trabajar, hay días que no me puedo volver a dormir, y me quedo corta de horas de sueño. Por lo que al día siguiente de que me pase esto, recupero sueño, y soy capaz de dormir más de doce horas. Cuando duermo tanto me despierto fresquísima y me siento con mucha energía, pero igualmente por la noche acabo rendida.
Ya empiezo a sentir el estómago apretadito… El desayuno me entra a la perfección y lo agradezco porque me despierto con muchísimo hambre, pero ya la comida, y la cena, sobre todo, siento que no tienen espacio… Querría comer más pero no me cabe! Estoy todo el día con la sensación de haberme empachado, y siento literalmente la digestión en mi esófago. He pasado también muy malas noches por la acidez, y las digestiones lentas. Pero bueno, son típicos problemas de embarazada, y todavía me quedan un par de meses, y con menos espacio todavía…
Entre las malas digestiones y el hierro, tengo la mayoría del tiempo malestar en el estómago. El hierro debo de tomarlo dos veces al día, antes de las comidas, y me sienta como una patada. También procuro tomar zumo de naranja natural para absorberlo mejor, pero solamente me sienta bien a primera hora de la mañana. Además, ya hay muchas cosas como los embutidos y el tomate que no puedo comer porque me dan mucha acidez, así que he ido modificando mis comidas. He optado por tomar el hierro con un zumo de naranja por la mañana, comer algo ligero, y desayunar más tarde algo suave (fruta, frutos secos, yogur natural, bebida de avena, tortitas de arroz, queso…). Y por la noche, directamente lo tomo después de cenar, porque si lo tomo antes, me sienta fatal la cena y paso mala noche.
Desde la semana 24, el contorno de la barriga no me ha aumentado demasiado, de 94 a 95’5 cm, y de peso de los 57,400 kg a 58,200. No es demasiado, sin embargo, si que me siento mucho más grande y pesada. Ya empiezo a tener pipí más a menudo y siento la presión que ejerce el peso de la barrigota. Mi ropa apenas me cabe ya, así que he empezado a «robarle» pantalones y jerséis a Mamífero! Es un alivio llevar ropa que no me apriete y me tape bien la barriga y los riñones, porque con la mía iba ya con el ombligo al aire… XD
Biel se mueve muchísimo, y disfruto sintiéndole ❤ . Por la noche tenemos problemillas para adaptarnos en la cama, ya que prefiero dormir recostada en mi lado izquierdo para mejorar tanto la digestión como la circulación, y él también prefiere ese lado. Y al estar así, debo de restarle espacio o molestarle en su postura, porque me pega unos pateos que me tengo que girar para que podamos dormir.
Como os dije en la última entrada esta semana ha hecho un año que Aritz nos dejó, así que he estado sensiblona. El día 7, día de su aniversario, nada más abrir los ojos, me toqué la barriga para saludar a Biel, como cada mañana, y no se movía. Estuve un buen rato llamándole, cambiando de postura, y molestándolo para que diese señal de vida, y muy preocupada… Al final dio un par de golpecitos y pude respirar, pero lo pasé muy mal, no me había pasado ningún día, y justo ese día si… Luego Biel esuvo moviéndose con normalidad, así que simplemente estaba muy dormidito, y por eso no reaccionaba.

Lo importante ya os lo fui avanzando en pasadas entradas, así que pocas novedades tengo que contar sobre este mes. Además he estado tan cansada, que poco he hecho… Lo mínimo en casa, y las salidas imprescindibles a hacer la compra. Pensaba hacer mucho más, pero he ido frenando el síndrome del nido y las ganas de tenerlo todo limpio y ordenado, porque no quiero cansarme demasiado.
Tengo también el plan de parto a medio hacer, aunque en un ratito más que me ponga ya lo tendré listo. Y espero hablar este mes con mi comadrona para la derivación de hospital y quedarme tranquila en ese sentido. Espero que no me pongan problemas, porque no tengo demasiada energía…
Estas semanas no hemos hecho demasiadas fotos, las que os comparto son de hoy mismo, y ayer por la noche, estando de 28 semanas y un par de días.

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Abrazos mamíferos ❤