Los bebés necesitan llorar

Los bebés lloran, es algo que les viene de serie al no poder hablar, y normalmente nos afecta emocionalmente oírles, incluso nos irrita.Ya hablé de esto en esta entrada, y ahora tengo algo que añadir con otro enfoque.

Biel lleva bastantes días llorando por las noches, habíamos dejado atrás los berrinches nocturnos diarios, los supuestos cólicos, las horas brujas interminables… y ahora han vuelto con fuerza las llanteras. Se pasa llorando intermitentemente, (para, si le distraemos con algo y al rato sigue) desde la hora de la cena, hasta las 2 e incluso las 3 le dura la tontuna… Llora aún cuando aparentemente no tiene ninguna necesidad básica sin cubrir. Llega un punto en que en vez de ser a ratos, pasa unos 30 o 45 minutos llorando non-stop a nivel máximo de decibelios y en tonos agudos dolorosísimos. Se pone rojo, agitado, suda, chilla, patalea… y cualquier cosa que intentes le pone peor. Si lo cojo en brazos, se retuerce, si le dejo, grita, cuando le tocas o le hablas explota de ira, si le ofrezco el pecho no lo quiere, o no atina a cogerlo, y cuando puede, da dos chupadas y llora todavía más fuerte… Es frustrante, parece que le pasa algo grave y no le puedes ayudar.

Intentaba darle una explicación racional, relacionando su llanto a una posible caca que aparece una hora más tarde, un eructo, cansancio, un día muy ajetreado o distinto… pero últimamente veo que pasa hagamos lo que hagamos, y no siempre parece tener un motivo tangible. No me gusta verle sufrir, y me he parado a analizar qué podíamos cambiar, o qué estábamos haciendo mal, sin encontrar la solución.

Lo que más me impacta, es que llora hasta niveles desquiciantes hasta que para en seco, agotado, y se duerme. Algunas veces, para de llorar y se queda balbuceando un rato, como llorando a cámara lenta y explicando lo que siente, hasta que se le cierran los ojos, o coge la teta, y da dos chupadas para caer rendido. Cuando se duerme después de esto, no se vuelve a despertar hasta la siguiente toma, no le veo dormir inquieto, y parece que no tiene ninguna molestia física después de tanto llanto.

Llega un punto en que no funciona nada, ni mecerle, ni la teta, ni hablarle o acariciarle, es más, todo lo que hagas, lo empeora. Al final, opto por, simplemente estar. Aunque no le pueda ayudar, que no pase el mal rato sintiéndose solo e incomprendido. Me estiro a su lado, intento transmitirle paz, le acaricio, hablo suave y le digo que le quiero, que cuente conmigo, que me explique lo que le pasa, que entiendo que se sienta mal, que no me importa que llore, que estaré ahí con él siempre, que es una putada sentirse tan mal… Y claro, no le calma, pero tengo la sensación de que sí que le beneficia que esté y le transmita que sus emociones son válidas, y que empatice con ellas.

Pero claro, te queda la duda de si puedes hacer algo más, o si puede estar pasándole algo que no entiendas o sepas ver. Lo miras de arriba abajo, observas su comportamiento antes y después del berrinche, pruebas posturas distintas… Y no encuentras una explicación lógica, después de eso, está fresco como una rosa, sano, feliz… incluso, algunas veces, para de llorar en seco y empieza a reírse y hacer ruiditos como de costumbre. Es un enigma lo que pasa por esa cabecita.

Hablaba con Mamífero ayer por la noche, y le decía que parece que necesite llorar hasta gastar energía acumulada, para descargarse y poder dormir. Es algo que se me ocurre porque no veo una razón física tan grave como para que llore a esos niveles, y es que, parece que se agote y de golpe, desconecte de esta realidad y entonces, se queda frito.

Me dio por googlear una vez amansada y plácidamente dormida la fiera… y leí en una página en la que hablan de estos lloros aparentemente sin motivo, y todo me ha cuadrado. Os dejo un link en el que iréis a parar a un «librito sobre la temprana infancia» por capítulos, muy interesantes si queréis sumergiros, hay mucho que leer 😉

Librito sobre la temprana infancia

Resumiendo un poco, habla de que los bebés padecen mucho estrés, algo que ya sabemos, el mundo es muy nuevo, todo les desconcierta, no comprenden, se frustran, no pueden expresarse… un largo etcétera de motivos por los que los pobres, acumulan ese nerviosismo que por un lado u otro debe salir, a menudo en forma de llanto. Pero indican que hay dos tipos de llantos:

  1. Llanto por un suceso presente.
  2. Llanto por un suceso pasado que aún está presente.

El segundo tipo, ha sido investigada recientemente, y es algo a tener muy en cuenta cuando nos topamos con un llanto al que no podemos dar una explicación.

Cuando nos vemos sometidos a sucesos traumáticos y estresantes, nuestros mecanismos de supervivencia nos permiten aparcar estas experiencias para procesarlas con posterioridad. Y cito textualmente:

«Los bebés nacen también con los mecanismos necesarios para procesar el estrés provocado por estas experiencias. El mecanismo más importante es el llanto (otros mecanismos son temblar, sudar, bostezar, reír). Las investigaciones biológicas y neurológicas más recientes muestran claras evidencias de que el llanto desempeña un papel central en la resolución del trauma y la restauración de la homeostasis (o balance correcto), y su poder curativo es único. Sin embargo, debido a la represión sistemática del llanto en nuestra sociedad, casi todos crecemos con muy pocas oportunidades de descargar las experiencias estresantes.»

Y da el ejemplo que quizá hayáis leído alguna vez con anterioridad, de un estudio que se realizó analizando las lágrimas de distintos sujetos. Unos habían llorado por la visión de películas conmovedoras, y otros por cortar cebollas, y se encontró una diferencia sustancial entre un tipo y otro de lágrimas. En la composición de las lágrimas producidas por emociones, se encontraban grandes cantidades de hormonas responsables del estrés y del dolor. Se concluyó pues, que llorar con emoción ayuda a calmar el dolor y el estrés mediante la expulsión de ese cóctel químico; mientras que reprimirlas, prolonga el sufrimiento por acumularse esas sustancias que deberían salir mediante el llanto emocional.

Continúa explicando que hechos como un embarazo o parto estresantes o traumáticos, tienen tal carga emocional, que pueden necesitar ser descargados durante meses por el bebé. Asimismo, indican que las necesidades primarias inmediatas  (hambre, necesidad de contacto…) generan tal insatisfacción y frustración acumuladas durante el día, que pueden generarles la necesidad de ser lloradas horas después.

Sin embargo, los padres tendemos a desviar la atención de sus emociones evitando el llanto, distrayéndoles, de esa necesidad de expresarlo. Tras verificar que no sea por hambre, pañal sucio, incomodidad, aburrimiento… Pasamos al plan de emergencia anti-llanto: mecemos, paseamos hacemos payasadas, les ofrecemos juguetes, damos saltitos… Y puede ser que demos con la tecla, que nada funcione, o también que haya una tregua para, al poco tiempo, volver con más garra.

Un principio básico para criar con respeto es atender siempre al llanto, en eso estamos de acuerdo. Matizo, según dicen, que no hay nada de malo en acunar, mecer, cantar y ayudar a coger el sueño al bebé. Siempre y cuando, este esté tranquilo, y dispuesto ya para dormir. Si el bebé está llorando, nervioso, tenso, quisquilloso… significa que necesita dar salida a ese estrés, e intentar forzar la relajación o cortar ese berrinche, solamente pospone el llanto. No os ha pasado que vuestr@ bebé se despierta de golpe llorando desconsolado? Quizá tenga mucho que ver con este estrés acumulado.

Al no poder expresar con palabras su malestar, solamente les queda llorar para manifestar su cúmulo del día de confusiones, ansiedades, enfados, temores… Nosotros debemos permitirles dar salida a su dolor, ofrecerles apoyo, escucha, y no estar tensos, irritados o enfadados con la situación ya que es una necesidad más que tienen. Por eso quizá, después de tantas vivencias estresantes, y de ser acallados numerosas veces cuando se ponen a llorar, al final del día, es lógico que necesiten retomar y llorar media hora seguida o más.

No podemos evitar que esto ocurra, así que lo mejor es tomarlo con calma, paciencia y mucho amor. Algunos de los consejos que dan para reducir el estrés del bebé son: tener un parto natural, sin drogas y mínima intervención o tecnología posibles, una gestación con el mínimo estrés posible y una alimentación adecuada, dar el pecho y no consumir alimentos o drogas nocivas para el bebé, mucho contacto físico, responder prontamente y con acierto a sus necesidades, evitar siuaciones que puedan provocar temor, prevenir las frustraciones, evitar la sobreestimulación… y algo a remarcar: cuida y mima tus propias necesidades físicas y emocionales, porque difícilmente alguien con carencias puede brindar esa presencia y la paz que necesitan.

Ahora, partiendo de esto, puede surgir la duda: ¿qué debemos hacer entonces cuando lloran? Dejarles solos NUNCA es una opción, ante todo. Os transcribo literalmente los consejos que dan para acompañar respetuosamente al bebé durante el llanto:

  1. Coge a tu bebé en brazos, sostenl@ con calma, sin mecerl@ ni distraerl@, y no apartes tu atenta y comprensiva mirada de sus ojos. 
  2. Trata de relajarte y sé consciente del amor que sientes por tu bebé.
  3. Háblale suavemente. Puedes decirle: “te quiero… estoy escuchando… puedes llorar tranquilamente en mis brazos”.^ Déjale saber con palabras, aunque no te entienda, que entiendes como se siente y quieres ayudarle a sentirse mejor.
  4. Observa tus propias emociones. Su llanto puede hacer vibrar tu propio llanto reprimido. Si necesitas llorar, hazlo. Dile que estás triste también. 
  5. Toca sus brazos o su frente con ternura para reasegurarle de tu presencia física, intentando siempre no distraerl@ de su llanto. (Esto puede producir aún más llanto en tu bebé). 
  6. Continua sosteniendo a tu bebé atentamente y con cariño hasta que deje de llorar de forma natural. (Las primeras veces, puedes calmar su llanto tras unos minutos, meciéndol@ y acariciándol@. Un bebé puede llorar mucho tiempo seguido, y en ocasiones con una intensidad sobrecogedora, pero si no le has permitido llorar libremente con anterioridad, necesitará 2 o 3 sesiones de “llanto controlado”).

Leyendo esta página me he dado cuenta de que los principios básicos ya me salían instintivamente. Acariciarlo, escucharlo atentamente, darle presencia y contacto, decirle que le comprendo, consolarlo sin reprimir su llanto, era lo único que podía hacer al final. Claro que también, probaba mil métodos para acallar su llanto, sin éxito, algo en lo que dejaré de malgastar energías. Para mi, respetar las emociones de mi hijo es algo primordial, tenemos que darles validez para que ellos entiendan que es lícito tenerlas, expresarlas y así poder trabajarlas. Y saber esto ha sido una gran enseñanza, porque me he dado cuenta que por inercia de querer no ver su sufrimiento, estaba tapando su necesidad emocional más simple: soltar el estrés.

Yo empiezo ya mismo a cambiar el chip, dejaré que suelte sus emociones a lo largo del día sin apresurar su fin. A ver si a medida que vaya pudiendo expresarse sin censuras, los episodios de llantos nocturnos se acortan o no. Y si no disminuyen, tampoco es ese el objetivo, al menos, respetaré sus tiempos, y lo viviré con más paz interior sabiendo que es algo normal, y no porque algo estemos haciendo mal.

¿Qué os parece? ¿Habíais tenido en cuenta este enfoque a la hora de reaccionar ante los llantos de vuestros hij@s?

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Biel llorando en su segundo día de vida, con Joy detrás

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Abrazos mamíferos ❤

Entendiendo a mi bebé

Los bebés tienen pocas maneras de comunicarse, de hecho, deben ir aprendiendo a hacerlo desde el primer día a base de ir probando qué provoca en sus cuidadores la respuesta que necesitan. Aunque ya vienen con un «idioma» de serie, su único recurso preprogramado, el llanto. Es algo que a cualquier humano sano mentalmente le conmueve y hace que se active nuestra voluntad de atenderles. Aunque sea nada más para que se callen, porque nada molesta más que el llanto de un bebé. A mi, además de molestarme físicamente provocándome dolor de cabeza, se me remueve todo… Aunque sea el hijo de otro, me colapso, no puedo pensar ni actuar con claridad mientras escuche llorar a un bebé o niñ@. Me cuesta muchísimo con mi hijo hacer cosas sencillas y mínimas si mientras tanto está llorando, es superior a mi. Hasta acabar de vestirle se me hace difícil si se pone a llorar, estoy torpe, además claro, de que me brota leche de los pechos en cuanto le oigo… Al menos, la naturaleza tiene preparada la solución mágica a la mayoría de problemas de un bebé.

Está claro, nuestro instinto nos lo dicta: nunca, jamás, hay que dejar llorar a un bebé. Es una crueldad no responder a sus necesidades, ellos dependen de nosotros, y su salud tanto física, como emocional, depende de como les atendamos. Nunca un bebé llora por molestar, o sin motivos, ni mucho menos por manipularnos. Expresan sus necesidades de la única manera que saben hacerlo, y aunque para nosotros puedan parecer caprichos, para ellos son cosas importantísimas que no deben ignorarse bajo ningún concepto. Y no piden demasiado, no tienen grandes pretensiones. A lo mejor para un adulto es una tontería llorar porque tienes gases o te pica n pie y no entiendes que pasa, pero para ellos, son grandes preocupaciones. Debemos ponernos en su lugar y no desesperarnos porque nos exijan  o nos necesiten todo el tiempo.

En el poco tiempo que he estado conviviendo con un bebé (nunca antes lo había hecho), he tenido que aprender a entender su idioma para poder atender sus necesidades. Cada bebé es una personita distinta, así que lo que vale en mi hijo no tiene por qué funcionar en otros bebés, pero, a grandes rasgos, he sacado unas conclusiones básicas de como parece que «funcionan». Me centraré en lo que he vivido, teniendo en cuenta que hacemos lactancia materna exclusiva.

Cuando llora, primero hay que comprobar que ciertas cosas básicas estén correctas como:

  • Que no tenga frío o calor.
  • Pañal sucio.
  • Dolor de barriga.
  • Incomodidades varias…

Esto debe de saberse prácticamente al momento, normalmente ya sabes como está en términos generales: si ha hecho caritas de apretar y si lo ha conseguido o no, si no lo ha hecho, puede que el llanto sea porque le cuesta y podemos ayudarle, o a lo mejor tiene un eructo que no le sale, la postura en la que está no le gusta, la ropa sea cómoda y adecuada a la temperatura…  Así que, si descartamos que no tenga gases, ni regalito en el pañal y que esté cómodo en todos los sentidos, si sigue llorando, seguramente sea por:

  • Hambre (o también necesidad de succión simplemente).
  • Cansancio (a veces les cuesta dormirse).
  • Hiperestimulación (lo que ha hecho durante el día puede que para un bebé sean demasiados estímulos e información y se saturan).
  • Necesidad de contacto físico y emocional, atención, aburrimiento (esta es nueva ahora que empieza a interaccionar).
  • Malestar o enfermedad (algo que, a parte de algunos gases y poco más, no nos ha pasado, por suerte).

Lo ideal, es que no llegue a llorar, poder ver, entender y solventar sus demandas antes de que lo exprese con llanto. Por la expresión que tiene, como se comporta, o por el tiempo que hace desde la última toma o lo que lleva despierto, ya podemos saber que le pasa la mayoría de veces e intentar que no tenga que pedirlo. Ofrecer el pecho cuando empieza a ponerse nervioso es tarde, así que es mejor prevenir que curar.

Parecen pocas cosas a tener en cuenta, y realmente, tienen necesidades muy básicas comparadas con nosotros. Pero a veces, simplemente, estaba bien (o eso creía) y estalla… y no entiendes qué se te ha pasado por alto.O a veces, se acumula la faena: resulta que además de tener hambre, se ha hecho pipí, tiene una caquita que no sale y le está molestando cuando además, tiene sueño y necesita mimos para relajarse ante tantos problemas… Aquí es cuando hay que orgarnizarse e ir solucionando o descartando motivos, por eso, lo mejor de dar teta, es que es el comodín que ataja la mayoría de problemas de un bebé.

Si los primeros puntos, que son más concretos, están bien, entonces, amamantar normalmente, sirve para solventar el resto. Obviamente, si tiene hambre sirve, pero también le ayuda a relajarse y dormir, es una manera de ofrecer contacto físico, atención, interacción… y cuando se encuentran mal por alguna razón, también les calma, ayudándoles a sobrellevarlo. ¡La teta es mágica!

Normalmente, el dilema en nuestro caso es el sueño, lo demás puede solucionarlo la teta, pero a veces, tiene que dormirlo su padre, y claro, no tiene tetas… Y hay otras maneras de calmarle, a Biel por ejemplo, le ayuda a dormir el movimiento: andar, mecerme, botar en la pelota de pilates… le gustan también las caricias en la cara y la espalda, o simplemente, estar muy pegadito a mi, tocarme y sentirme cerquita. Hablar suave, taparle un poco la carita con la mano, dejarle succionar un dedo, hacer shhh flojito…. o ponerle boca abajo en brazos también le va bien si está irritable por no poder dormir. Pero, también es importante saber que no le va bien, claro. Lo que peor va es que quien le tiene en brazos no esté relajad@, eso está claro,  por eso no hay que insistir si un@ no está bien, mejor un cambio de manos, o respirar hondo si estás sol@. Tampoco son aconsejables los ruidos, la luz directa, demasiados estímulos visuales, las prisas por dormirlo, o el contacto visual: si le miras a los ojos, no se dormirá.

Y vosotr@s, que soluciones tenéis para calmar a vuestros bebés?

Tienen vuestr@s hij@s más problemas existenciales que los que he citado?

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Abrazos mamíferos ❤

 

 

 

Cólicos, gases y llanto inconsolable

Hoy Biel tiene 17 días, y tengo la sensación de que lleva mucho más con nosotros (en realidad desde que lo concebimos), y a su vez, me ha pasado rapidísimo. La falta de horas de sueño hace que la concepción del tiempo sea extraña, son muchas las horas que paso dando teta, acunando, cambiando pañales, embobada con cada gesto… Y el ritmo de padres se coge mal y rápido, porqué es lo que hay, pura supervivencia, pero se aprende mucho también de un día a otro.

En la visita al pediatra, todo correcto: Biel ha ganado en una semana 230 gramos (el jueves pesaba 3,300 kg) , y tiene todo en su sitio. El ombliguito se le curó perfectamente, solamente lavándolo con agua y jabón cada día, y dejándolo bien seco. El séptimo día se le cayó y le ha quedado muy bien.

Hoy hemos recibido por correo los resultados de la prueba del talón que le hicieron en el hospital, sin riesgo de sufrir ninguna de las enfermedades congénitas que buscan. Esta prueba se la hicieron el quinto día de vida, fuimos al hospital en el que di a luz, y mientras le daba pecho le hicieron los pinchazos. Biel al estar mamando no se enteró de nada, y además, la comadrona aprovechó para corregirnos la postura y darme algunos consejos sobre la lactancia. También ese día, le dieron la segunda toma de vitamina K (nosotros preferimos dársela oral, por lo que son 3 tomas) mientras estaba al pecho, y él tan feliz. También le estamos dando vitamina D oral, 6 gotas diarias durante el primer año de vida, y tampoco parece que le moleste tomarlas.

Estas dos primeras semanas de prácticas como padres hemos estado lidiando con los cólicos y los gases, algo que hasta que no madure su sistema digestivo puede seguir sucediendo. Al ser un proceso madurativo, simplemente hay que sobrellevarlo, cargarnos de paciencia, y ayudarle a pasarlo lo mejor posible.

Los primeros días no entendíamos porqué cada noche a partir de las 7 tenía una «hora tonta» (unas cuantas horas en realidad)… Ni mecerlo, darle teta, bañarlo, cambiarle el pañal, masajitos en la tripa, ayudarle doblándole las piernas a ver si tenía una caca, porteándolo… nada de lo que le hiciésemos parecía calmarle el llanto. Empieza llorando por dolor de barriga, y acaba por ser desesperación que impide conciliar el sueño… Es un lloro que te parte el alma, te sientes impotente y harías cualquier cosa para que pare… Incluso te dan ganas de llorar porque ves está sufriendo y no sale de ese estado si no es por agotamiento de tanto llorar.

La enfermera me aconsejó tomar infusiones de hinojo, pero al consultar en e-lactancia vi que era de riesgo alto, así que empecé a tomar infusiones de manzanilla con anís para prevenir los gases. Algo fue mejorando con eso, pero siguió pasando malas noches, alguna sin poder conciliar el sueño hasta las 3 o 4 de la madrugada… Esta semana se lo volví a comentar a la pediatra, y me recomendó probar Blevit Digest, tomándolo yo 3 veces al día durante una semana, y si no mejoraba, que lo tomase él. Yo se que con esto de los «problemas de los bebés» (que en realidad son procesos normales) se hace buen negocio y no me inspiró confianza… Pero al decirme que era algo natural de plantas medicinales me picó la curiosidad y fui a preguntar a la farmacia. Me sacaron un bote que valía casi 10 € y me duraría poco más de una semana, los ingredientes eran un 3,5% de manzanilla e hinojo… un negocio redondo, vamos.

Decidí seguir tomando yo las infusiones, mucho más baratas, por supuesto. Otra cosa que estamos haciendo es darle masajes en la barriguita con un aceite orgánico de manzanilla, lavanda,  naranjo amargo e hinojo. Un par de veces al día antes de las tomas para ayudarle en la digestión.

Al ver que no mejoraba, pensamos que tal vez el problema no era precisamente los gases intestinales, sino los que traga al mamar. Biel no tiene ningún problema en sacar los pedetes y hace caca perfectamente, pero si que le cuesta sacar el airecito después de cada toma. El sistema tradicional de darle golpecitos en la espalda no le funciona en ninguna de las posiciones. Y en una noche de desesperación, encontramos un vídeo con la técnica del Hula Hula; lo pusimos en práctica al momento, y fue muy efectivo. Ahora, hacemos este meneíto cada vez que toma pecho y saca los gases fácilmente, desde entonces, los cólicos parece que han desaparecido.

Os dejo el vídeo por si os puede ser útil, para nosotros lo ha sido muchísimo, y a Biel no le molesta en absoluto, incluso parece que le gusta y le relaja este movimiento 🙂

 

Además de estos problemas, han surgido otras dificultades estos días, y más que encontraremos… Ya os iré contando cuando tenga momentillos de paz como este, con mi cachorrillo durmiendo encima mío después de una tetada ❤

¿Vosotr@s que dificultades encontrasteis los primeros días?

¿Qué remedios de la abuela conocéis para cólicos, gases y calmar lloros?

Aquí os dejo una foto d Biel con 15 días de vida 😀

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Abrazos mamíferos ❤

Como una florecilla del campo…

¿Como han ido las celebraciones?

Yo puedo decir que las estoy superando, y sobrevivo como puedo… Esperando con anhelo que llegue el año que viene, un año que espero, compense con creces los anteriores 🙂

De momento solamente hemos celebrado navidad con la familia de Mamífero, y estuvimos muy a gusto. Comimos muy bien y mucho, gracias a mi suegra. Pasamos el día en su casa, hasta que a última hora fuimos todos a hacerle una visita a la abuela de Mamífero, una campeona, que en Enero cumplirá 95 añazos!

Recibimos algunos regalos para Biel muy chulos: dos pantalones muy a nuestro estilo, un baberito de corderitos muy gracioso, y otro con su nombre bordado. Este me emocionó bastante, ya que me hizo acordarme del que nos regaló una amiga de mi madre para Aritz. Y también una cajita, y un bote decorado por mi cuñada, precioso, con una colecta de dinerillo para los pañales de Biel 🙂

Como de costumbre, nosotros no pudimos colaborar con ningún detalle, ya que es el peor mes del año para nosotros, pues en noviembre Mamífero no trabaja apenas, y cobramos una miseria… 😦

Con mi familia estamos a la espera de ver si más adelante, para reyes o cuando podamos nos reunimos. Mamífero tiene un solo día de fiesta, y lo hacemos coincidir con los controles (mañana tengo comadrona otra vez) esa es la dulce Navidad del sector servicios…

Sigo con las emociones a flor de piel, tierna y delicada como una florecilla del campo… Es bueno cuando me da por reírme y estar alegre (la mayor parte del tiempo, por fortuna), pero también me da la llorera y la tontuna a ratos. Tanto es así que ayer lloré viendo como papá pingüino (en un documental) cuidaba a su cría y no quería separarse de ella… Podéis reíros de mi, yo lo hice.

También ando emocionada con las noticias de mis compañeras virtuales, que han pasado por pérdidas o problemas de infertilidad, y que durante este mes han ido anunciando positivos, ecografias, y nacimientos. Y contenta por las que como yo, estamos a la espera, cada vez más cerca, y con las hormonas a tope. Vosotras sabéis quien sois y lo feliz que me hacen vuestras noticias, luchadoras!! ❤

Siento a Biel enorme, le veo en mi tripa como si no hubiese barrera de piel entre nosotros, y me enamora día a día. Se dónde está su culete, su cabeza, sus pies… me quedo embobada mirándome la barriga e imaginándole… Conozco sus juegos y sus rutinas, y me río mucho con sus giros que deforman mi vientre, o con los saltitos cuando tiene hipo. Por el hipo, que tiene un par o tres de veces al día, se que tiene su cabecita abajo, y eso me tranquiliza. Está hecho un terremoto y ya se pega unos bailoteos fuertecitos, algunos causándome dolor. Aunque los dolores de espalda y el cansancio de estas últimas semanas me tengan agotada, estoy disfrutando mucho esta recta final.

Así estoy, hermanada e inmersa en la sororidad, sensiblona y tierna. Pero también voluble como un animalillo salvaje…  Protectora con mi cría, a gusto en nuestro nido, con nuestros compañeros de cueva. Tan mamífera como siempre, y más empoderada que nunca por mi instinto maternal. Ansiosa de parir, de sangre, calor y fluidos corporales… Y enamoradísima de ese hombre que nos quiere tanto, el papá de mis hijos.

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Abrazos mamíferos ❤