Quince felices semanas de embarazo, por fin, ¡ya empieza a correr el tiempo!
Estoy intentando disfrutarlo y a la vez, me pregunto cada día si ésta vez lo conseguiremos. Cuando me asaltan las dudas, me repito que si, que ya está bien de sufrir y me toca. Aunque no me lo creo, porqué se por experiencia que las cosas no se saben de antemano, que no «tocan» las cosas, sino que suceden, imparables. Pero si, intento ser positiva.
Ya he pasado por los temidos tres primeros meses, que han sido muy duros, y por fin me encuentro bien. Ha sido un cambio descomunal que empezó a partir de la semana 12, los mareos y náuseas han ido remitiendo, así como el cansancio. Estoy en el trimestre bonito, el de la tripa que crece y todavía no molesta, el bebé que empieza a moverse… Entro en ésta etapa con muchísimas ganas de vivirla, pero a la vez, con miedo a acercarme a las fechas que me hacen recordar lo que pasó. De momento todo va bien, tan bien como iba en el embarazo de mi hijo. Da miedo, todo era tan normal, como ahora, hasta que no lo fue. Éste es un embarazo que me hace revivir mucho más el anterior, ya que me quedé embarazada un mes antes que en el anterior. Se repiten las fechas, las estaciones, los controles médicos…
Os haré un resumen de como me siento y los cambios que he ido experimentando desde las 12 semanas hasta ahora:
Hace un par de días, justo antes de cumplir las 15 semanas, empece a notar a mi bebé, muy levemente porque es pronto. Ya en el anterior lo empecé a notar con 17 semanas, ésas esperadas burbujitas y remolinos sutiles que te hacen dudar si son tus intestinos trabajando o no, para mi son inconfundibles. Soy muy delgada, quizá por éso lo noto tan pronto, y doy gracias por ello porqué ya sabéis como tranquiliza notarles… Todavía es tan pronto que no es tan seguido como para controlar su bienestar, pero siempre es una sorpresa y un gran alivio. Normalmente lo siento cuando estoy estirada, relajada, y alguna vez estando sentada tranquilamente.
Mi pancita empieza a crecer a ritmo acelerado y me encanta, otra señal de que vamos avanzando. Tengo 85 centímetros de barriga a la altura del ombligo (estando de 15 semanas), y noto como las lumbares empiezan a resentirse un poco con el contrapeso. Me tira la piel, sobre todo la espalda, que me pica constantemente. Con mi hijo usé aceite de rosa mosqueta biológico (que me fue genial, sólo tengo una pequeñísima y casi invisible estría), pero estamos muy justos de dinero, así que he optado por el aceite de oliva, mucho más económico. Éstas últimas semanas tenía la barriga más abultada del lado izquierdo, se veía mucho la diferencia, y en ése lado empecé a notar sus movimientos, así que estuvo «instalad@» en ése lado unas semanas. Ahora ya se me ha igualado, y noto sus movimientos indistintamente hacia ambos lados.

Barrigota a las 16 semanas
Me siento a tope de energía, y éso es genial ya que así pasa mucho mejor el tiempo. Ahora puedo limpiar, cocinar, fregar cacharros, lavar y guardar ropa… cosas simples que antes se me hacían imposible, y ahora me apetece hacer para sentirme útil y mantenerme ocupada. Normalmente estoy bien, aunque si me paso, mi cuerpo me avisa, y de golpe, me entra un cansancio monumental que me hace parar, ya que va acompañado de mareos y náuseas. Así que voy midiendo mis energías, e intentando sobre todo, ir haciendo descansos, no estar demasiadas horas de pie, y no llegar a mi límite.
Continúo durmiendo mucho, ¡todavía más si cabe! ya que al haber subido el útero, no me despierto tanto por las noches a hacer pipí. El insomnio ya es más puntual, alguna noche me paso en vela, pero normalmente duermo del tirón y muy profundamente.
En cuanto a la comida, ya puedo disfrutar de ella, no me dan ascos, y me sienta bien casi todo. Tengo bastante apetito, aunque no tan voraz como en el primer embarazo, supongo que es por que ahora estoy en un peso más adecuado y mi cuerpo no necesita tanto al tener reservas. Alguna noche he tenido ardores, así que intento que las cenas sean suaves, aunque todavía no me puedo quejar por éso. El agua me sienta mucho mejor, y ya consigo beber el litro y medio diario que me toca. No tengo antojos concretos, más bien, hay días que me da por comer algo con muchas ganas, pero no es siempre lo mismo. Exceptuando la paella, que la comería cada día, ¡me apetece muchísimo!! pero tengo que limitarme… Un día la hice, repetí dos platos, y al día siguiente me acabé el resto, y conseguí un tapón en mi intestino como nunca lo he tenido…
No he subido mucho de peso ya que en el primer trimestre perdí un par de quilos, pero los he recuperado y he añadido 700 gramos. En el anterior embarazo gané peso muy rápido, algo más de 10kg, los cuales he mantenido, y me van muy bien, ya que tenia muy bajo peso. Ahora me siento mucho más a gusto con mi cuerpo, siento que es un «regalo» que me hizo mi niño. Los pechos me aumentaron un par de tallas, pero no me han dolido especialmente.
Sigo con los tironcillos y pinchazos de vez en cuando por el crecimiento del útero, pero son mucho más leves que en el primer embarazo. Lo que si es más doloroso son los tirones del ligamento redondo, cuando hago movimientos bruscos o estornudo, pero sólo son un par de segundos. Ya empieza a molestarme un poco la barriga a la altura de las costillas cuando estoy sentada mucho rato, pero no es nada por ahora, en unos meses pasará a ser más serio. Por suerte no he tenido calambres, rampas, ni ciática (a la cual temo porqué la suelo sufrir). Así que estoy aprovechando para disfrutar de lo bien que me siento y la maravilla que es un embarazo.
Emocionalmente, sigo inestable como buena embarazada, tanto para bien como para mal. No estoy de mal humor, pero si que los bajones de ánimos son tan abruptos como los subidones. Hecho de muchísimo de menos a mi hijo Aritz, pero ya no me dan lloreras tan a menudo, le recuerdo con amor y siempre le tengo en mente. Hasta la semana 13 tuve en el móvil de fondo de pantalla su ecografia, me costó muchísimo cambiarla, no podía, ni quería dejar de verle constantemente… pero el hij@ que espero ahora merece que le tenga presente también. Aún ahora se me hace raro no verle a él, pero me llena de esperanza ver a mi otro hij@.
Ya tenemos bastante ropita que nos regalaron y nos dieron del anterior embarazo, la mayor parte la tiene mi suegra (mi cuñada nos hizo el gran favor de conseguir muchísima ropa de amigas suyas), y mi madre me trajo la semana pasada una cajita llena de las cosas que ella y mi tía nos compraron. Mi tía, que es una artista, tejió unos cuantos conjuntos preciosos, con sus patucos y gorritos a juego, que son una preciosidad. Y ahora que me encuentro tan bien, quiero ponerme a hacer espacio en mi armario para la ropita, lavarla y ordenarla. En cuanto mi pareja esté menos ocupado (ahora solamente tiene un día de fiesta) iremos a ver a su madre y nos traeremos la ropa que tiene, que todavía no hemos podido ver. Me hace mucha ilusión imaginarme como le quedará, y empezar a darle un espacio en casa.
En mi anterior embarazo, desde el principio tuve infecciones de orina, y al tomar antiobióticos, me atacaba la molesta cándida. En éste, de momento la infección de orina no ha aparecido, pero si que empecé a tener malestar, picor e irritación en la vulva. No tenía claro si era infección o si era que tenía irritación por la progesterona que me hizo aumentar el flujo y eso me podía producir hongos también… Así que se lo comenté a mi comadrona, y me dijo que me aplicase la crema que había usado en mi anterior embarazo para los hongos, un par de veces durante cinco días, a ver si mejoraba. Y si, ¡funcionó!
Ahora lo que más me preocupa son mis encías, por lo que iré al dentista la semana que viene. En mi anterior embarazo tuve mucha inflamación y sangrado, en la revisión del embarazo no le dieron mayor importancia ya que es muy común. Pero después del parto fui a revisarme y me dijeron que tenía periodontitis, con lo que tuve que hacerme un raspado completo, muy caro y desagradable, pero quise solucionarlo para tener las encías sanas en un futuro embarazo. Después del tratamiento mejoré, pero poco a poco he ido notando que iba empeorando otra vez, sobre todo desde que volví a quedar embarazada. Los primeros meses casi no podía lavarme los dientes porqué me hacía vomitar todavía más, y el cepillito interdental que me aconsejaron usar, ahora es casi imposible que me lo pase, ya que me duele y sangra mucho la encía… Así que ahora me aterroriza ir a la consulta, porqué se que no lo puedo dejar, pero también que si tengo que volver a hacerme el tratamiento es un riesgo añadido. Además de que estamos muy mal de dinero, y no hace ni 6 meses que invertimos en mi boca…
En cuanto al seguimiento, tengo consulta con mi ginecólogo dentro de dos semanas, y la siguiente, será la ecografía morfológica. En la anterior visita con mi comadrona, pudimos escuchar su corazoncito, fue una alegría… Ella que es un cielo, me dijo que si en algún momento me angustiaba, podía ir al CAP el día que pasa visita, y aunque no tuviese cita, en un momentito escucharíamos los latidos para que me quedase tranquila. De momento no he sentido la necesidad, pero me reconforta mucho pensar que si algún día me preocupo, ella podrá atenderme ya que entiende por lo que estamos pasando.
En la siguiente entrada os seguiré contando mis experiencias, espero que positivas 😀
Si te ha gustado lo que has leído, no dudes en compartir, comentar, darle a me gusta y seguir mi blog! Gracias por leerme 🙂
Abrazos mamíferos ❤