18 semanas: visita de los 4 meses

En este post me voy a centrar en la visita con pediatra y enfermera de los 4 meses, que ya da bastante de si…

Biel sigue creciendo muchísimo, los pediasaurios alucinan con el desarrollo que lleva. El mes pasado batió un récord con 4’5 centímetros, la enfermera no daba crédito al verlo anotado (hay varias, y la vez pasada nos atendió la otra), y estaba segura de que había un error al medirle… Pues no, le midió, incrédula, y comprobó que no solamente era verdad, sino que este mes, también ha crecido casi 3 centímetros 😀

De peso, estamos ya casi rozando los 6 quilos, y de perímetro craneal, ha aumentado 2 centímetros más también. Estas son sus marcas:

Peso: 5,970 quilos

Talla: 62,3 centímetros

Perímetro craneal: 42 centímetros

La misma mujer que me sentenció (tal como os contaba en esta entrada) el primer mes que mi leche no era buena, puesto que Biel no cogía peso suficiente, me dice ahora que crece tanto porque mi leche es muy buena… Claaaro, todo el mundo sabe que a las vacas también las ordeñan por calidades (ironía modo on): unas son desnatadas, otras enteras, otras semi… y las de marca barata, que tienen menos nutrientes no?

Me quedé con ganas de soltarle: Si, es que antes la tenía fatal, pero me he tomado un batido de esos de la farmacia con multivitaminas y ahora hago leche calidad premium -.-

Esta mujer se cubre de gloria cada vez que abre la boca en sus visitas… tengo más mitos sobre la lactancia que contaros salidos de boca de esta «profesional» sanitaria que consejos de salud válidos. Es lamentable… sigo contándoos sus joyitas…

Como si fuese por elección suya (de hecho lo es, porque las autoridades sanitarias no lo aconsejan), dijo que el mes que viene empezaríamos con la fruta. Pues no señora, mi hijo comerá cuando esté preparado para ello, no cuando usted lo mande. Su estómago todavía estará inmaduro y no es aconsejable introducir sólidos hasta los 6 meses de edad, y siempre y cuando se siente solo, lleve cosas a su boca y muestre interés por los alimentos. Mientras que estos requisitos no se cumplan, mi hijo tomará lactancia materna exclusiva que es lo óptimo y lo que más le alimentará. Que prisas con empezar a comer, si tienen toda la vida para ello y la lactancia le cubre todas sus necesidades alimenticias!!

Otra aberración que me soltó: dale agua ahora que hace calor, que se puede deshidratar. Yo, aguantándome la mandíbula para no parecer maleducada, asentí… aunque seguro que una ceja se me levantó. Ver, oír y callar. Porque con semejante desactualización que me lleva, cualquiera le cuenta (por enésima vez, porque cada visita se lo digo) que hacemos lactancia materna EXCLUSIVA y A DEMANDA. No se qué parte no entiende… Que si hubiese hecho caso a sus indicaciones de lactancia que son: si, a demanda, pero cada 3 horas, que no esté más de 20 minutos por toma (o diez por pecho), y por la noche tiene que alargarlas…

Claro, con semejantes directrices militares si que podría pasar sed mi hijo… Pero es que yo soy una insumisa y no hago caso, mandan mi hijo y mi instinto. De esta manera, él tiene sus necesidades cubiertas, porque tonto no es: si tiene hambre quiere teta, y si tiene sed, también. Así que, toma más a menudo, y no le hace falta agua, que no alimenta y es un engorro. Cuando tiene sed en vez de hambre, él me pide cambiar de pecho (no me lo dice, pero a buena entendedora… solamente hay que observar, ofrecer, y todo cuadra), tomando así, la parte más aguada de cada uno. Fin del problema. Y hasta el mes que viene que me volverá con la cantinela de la fruta, cereales… Cuando le cuente que pasamos de papillas y haremos BLW le va a dar un siroco…

El pediatra lo alzó aire para ver sus reflejos y flipaba de ver como aguantaba bien tieso y miraba a un lado y al otro. Le decía a la enfermera: mira este niño, como aguanta la cabeza y la gira!! Como si fuese algo realmente poco común. El control de la cabeza lo tiene prácticamente desde que nació, siempre la ha aguantado muy tiesa y mira de aquí para allá, y ahora que ya se mantiene boca abajo jugando, puede estar más de media hora sosteniéndola sin descansar. Algunos bebés ya nacen con esa fuerza y interés por verlo todo, pero creo que portearle a menudo desde el primer momento ha ayudado mucho a su musculatura, además de hacerle partícipe de nuestras tareas y que se interese por ver el mundo que le rodea.

En la consulta, fueron muy insistentes con el temita de la vitamina D, que no digo que no sea «importante»… pero, que nos lo digan unas 10 veces cada visita… sin exagerar eh: ya la toma? se la toma bien? te quedan gotas? no os olvidéis! cada día!! es muy importante! peligro de raquitismooooo…

Es todo tan aterrador como las noticias de A3. Todo esto, mientras te hacen una revisión en la que ni te preguntan: como va de desarrollo motriz, si ríe, si responde a las voces… ni siquiera le miraron la boca o las orejitas como han hecho anteriores veces. Pero eso si, hay que tomar vitaminas, que la farmacéutica me lo recomienda (y agradece) y yo soy más comercial que médico…

Que soy consciente de su importancia, pero también de la exageración y el negocio que eso conlleva. Y por eso, tengo mis razones para dárselas y otras muchas para no hacerlo. Como en todo, hay un término medio, un sentido lógico… Esta es mi opinión, como en todo lo que cuento en mi blog, doy mis puntos de vista sin desmerecer las de los demás ni intentar sentar cátedra. Matizo esto por si luego me acribillan por aconsejar a lo loco… cada uno es responsable de tomar sus decisiones informadas.

Estas vitaminas se dan porque X estudio concluyó que la mayoría de la población tiene déficit de vitamina D. Las mamás suelen tenerla baja, y por ende, sus bebés que están creciendo y toman lactancia materna (la leche maternizada ya incluye todas las vitaminas posibles añadidas) podrían no recibir suficiente cantidad. Eso no significa que tu bebé o tu la necesitéis, ya que el déficit de vitamina D tiene mucha relación con el estilo de vida y la alimentación que lleves, es una mera estadística que no computa para todos igual, pero la media dice que carecemos de suficiente vitamina D.

Esto se debe, generalmente (patologías a parte), a la poca exposición a los rayos del sol (triste en un país como el nuestro), ya que trabajamos normalmente en sitios cerrados, a la vida sedentaria y al uso de protectores solares cuando nos exponemos a él. Realmente, con salir a tomar el aire (ni siquiera hace falta que te plantes cual lagarto bajo el sol), incluso en la sombra, y una actividad física moderada (un paseíto a buen ritmo), es suficiente.

Algunos pediatras son más flexibles que otros con esto de la vitamina D, y parecen no ponerse de acuerdo en el tiempo que deben tomarla y lo indispensable de esta. A nosotros, distintos pediatras nos han dicho que durante un año, que solamente 6 meses, que es imprescindible cada día, o que sin obsesionarse, y que durante el verano ni nos preocupemos de darle, menos aún salimos a la calle.

Detrás de la evidencia científica, y la necesidad real de tomar la vitamina, hay también negocio. Como siempre, las farmacéuticas, se frotan las manos cuando pueden indicar algo a todo un sector de la población, más aún, si es algo aparentemente inocuo como una vitamina. Pero nada es inocuo, no nos engañemos, un exceso de vitamina, cualquiera, es tan malo como el déficit de ésta. Han habido casos de bebés con cierre prematuro de fontanelas por hipervitaminosis, y otras patologías iatrogénicas.

No se pueden tomar a la ligera ni siquiera las vitaminas, y considero, que teniendo un estilo de vida y alimentación saludables, no las necesitamos. Si a mi hijo no le han encontrado un déficit, las fontanelas van cerrándole a un ritmo normal y crece, considero que no son necesarias. Durante los 2 primeros meses se la daba, no demasiado regularmente, pero como era invierno, y después de no haber salido demasiado el verano pasado por el embarazo, consideré que quizá si tuviese cierta carencia. Pero me fui dando cuenta de que cuando las tomaba, además de regurgitarlas a menudo, Biel se encontraba peor, con molestias digestivas. Durante estos últimos meses no se las he dado, y Biel no se ha encontrado mal, además de haber crecido muchísimo sin tomarla… Así que me declaro insumisa en esto también :p

Otra cosa en la que insisten es que cuidado con el sol, que no le de en la cabeza, que es muy peligroso porque tiene la fontanela abierta, que ahora con la calor se rifan las insolaciones… Que jamás salga con la cabeza descubierta (cuando era invierno lo mismo pero por el frío)… Vale gracias, no es que sea una madre hiperprotectora, pero tampoco una descuidada, tengo sentido común y esas cosas las tengo en cuenta, aunque si exagerar… Los bebés son frágiles, pero son seres humanos. Así que si yo tengo frío o calor, es probable que mi bebé también, y no se me ocurrirá ponerle a tomar el sol, menos aún sin gorro.

Y algo que me dicen en cada consulta, todas, sin exagerar, es: le pones crema (hidratante)? no? Pónle crema!!! Le digo: En todo caso si lo necesita un poco de aceite, pero normalmente no porque tiene la piel perfecta. Pues no, erre que erre: tienes que ponerle crema. Con la del culito igual… que pesadez extrema oye… que ganas de echar potingues gratuitamente!!

Además, me pilló el primer mes de Biel (yo de ánimos bajos con los problemas de lactancia) con la ingle un pelín rojita (de haberle dado con una toallita un poco más fuerte de lo debido) y me echo la santa bronca de que por eso lloraba, que eso les duele muchísimo… Luego vimos que lloraba de hambre, pero de primeras me cargó la culpa. Después de ese incidente, me reiteraba que si le ponía X crema (por la marca, las otras marcas u opciones para ella no existen) y cuando le decía que no, me repetía que le tenía que poner. Y ya lo hizo extensivo a todo el cuerpo: hay que hidratarlos bien!!

Yo pacientemente le contesto caaada vez que no usamos cremas, que tiene una piel estupenda, y que en caso de rojez de culo o lo que sea (no ha necesitado en el cuerpo nunca, pero bueno…), un poco de aceite de oliva o almendras, y punto. Y me pregunto quien es ella para entrar a juzgar qué cosmética usamos…Yo no uso cremas, nos lavamos con jabón natural que no desequilibra la flora de la piel, y la tenemos estupenda sin necesidad de nada… para que?

No le han salido granitos, ni siquiera con el calor (y eso que suda muchísimo), el culete lo tiene bien excepto momentos puntuales (que lo solucionamos con una gota de aceite de oliva), no tiene descamaciones, ni irritación por roce… Qué intervencionismo tan innecesario!! La piel, si la dejas respirar (cosa que las cremas y jabones comerciales impiden) no necesita cuidados especiales… Pero esa mujer me lo dice como si tuviese a mi hijo descuidado por no darle cremita todo los días -.-

Como vacunas no ponemos, ahí se acaba nuestra visita… no sin antes invitarme a firmar un papel conforme no las autorizo. Algo que firmé por no buscar problemas (ya somos bastante rarunos a sus ojos), pero no lo debería haber hecho, puesto que no estoy obligada ni a vacunar, ni a firmar. Ese papel, me dijo, si luego decidimos vacunar se rompe y no ha pasado nada… así que poca validez tiene. Simplemente un mecanismo más de control y coacción más sobre las familias que nos salimos del redil.

Llamadme antisistema si queréis, lo soy. Me siento vigilada, y no me gusta. Esto de ir al pediatra a hacer el paripé, que nos den pautas obsoletas y que encima me miren torcido, no me parece necesario. Es una revisión del niño sano, ya de por si, innecesaria, pero voy como acto festivo, de celebración, más que nada para que me pesen y midan al cachorro porque me hace ilusión saberlo… Pero a veces me dan ganas de hacerlo por mi cuenta y olvidarme del sistema sanitario hasta que lo necesitemos. Mejor tomármelo con humor, en parte seguimos yendo por las risas que nos echamos Mamífero y yo al salir de la consulta. Si no puedes con el enemigo, ríete de él xD

Lo importante es que nuestro hijo está creciendo y sanísimo, con la lactancia materna exclusiva que luchamos y ahora disfrutamos, y no gracias a l@s sanitari@s desactualizad@s.

Después de la consulta, nos fuimos a dar un paseíto para reponer vitamina D 😉

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Abrazos mamíferos ❤

 

 

Visita de los 3 meses con la enfermera

Visita de los tres meses con la enfermera superada!!

Biel, tal como os contaba y percibía, está creciendo mucho, y estamos contentísimos!!! Esa teta que parecía dar aguachirri, como os conté aquí, parece que le da todo lo necesario 😀

Por lo demás, está sanísimo, espabilado, y muy, muy fuerte, le ha dado faena a la enfermera para medirlo porque no se dejaba estirar las piernas. Mi hijo es un rebelde, y me encanta!! Ahora es cuando me decís que a ver si opino lo mismo cuando sea un adolescente… Pues si, me dará guerra, y preocupaciones, pero me gusta que tenga carácter y sea un pelín indomable 🙂

Os cuento la evolución en percentiles, algo que a mi no me gusta demasiado personalmente, pero como todos los pediatras los usan, os lo cuento para que nos entendamos y podáis comparar (eso que hacemos -mal- todas las madres y los padres…).

Antes, aclaro: los percentiles, lejos de indicar la normalidad, indican sobre 100, que porcentaje de niñ@s comparten esa talla, peso o perímetro craneal. Así que todos, desde los que están en el percentil más bajo hasta los del extremo opuesto, están bien 😉

Cuando nació, estaba en percentil 25-50 de peso con 3,020 kg, de talla P 10-25 con 47 cm. y de perímetro craneal, en el P 50-75 con 34,5 cm. Me pregunto si eso significa que su cabeza está desproporcionada con el resto del cuerpo…

Ahora, con tres meses, sigue siendo un bebé tirando a pequeñito, pero dentro de los baremos, y creciendo a buen ritmo. Aumenta más de talla, en proporción, que de peso. Ya pesa 5,280 kg, ha subido casi un quilo este mes, pero está rozando el percentil 10. Supongo que el bache de lactancia del primer mes hace que se mantenga en un percentil bajo, pero lo que viene ganando estos dos últimos meses es correcto.

En altura ha dado un buen estirón, algo que era evidente por como ha ido cambiando de talla de ropa. Han sido 4,5 centímetros en un mes, midiendo ahora 59,5 cm., rebasando el percentil 25.

De perímetro craneal ha ganado 2 centímetros y medio, 40,5 cm. en total. La cabeza, como la altura, está en el P25, sus puntos fuertes. Es algo que también he notado estos últimos días, ya que al darle el pecho me pesaba mucho más.

Apunta maneras a que va a ser larguirucho, y como sus padres, delgado, y con la cabeza más bien grandota como Mamífero. Lo iremos sabiendo con el paso de los meses y los años, la siguiente revisión, a los cuatro meses 😉

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Abrazos mamíferos ❤

Primer mes de lactancia III

 

Podéis leer la primera aquí y segunda parte aquí.

Seguimos yendo al centro de salud cada semana para pesarlo, le he he cogido aversión a esa balanza, la Pediasauria, la enfermera…Me preguntaban cada vez como era mi leche, si era aguada, que de qué color era… pues es normal, como la leche tiene que ser!! Como dice Laia, ¿acaso hay vacas que dan leche desnatada? ¿Porqué vamos a dudar de nuestra propia leche? Cuantos niños de lugares pobres crecen (incluso familias enteras) y se quitan el hambre gracias a que la mamá tiene leche, y nosotras aquí, poniendo en duda la calidad de nuestro mejor alimento…

Laia me pidió que le mandase un vídeo de Biel llorando para valorar el frenillo, y si, tal como sospechaban, tiene un frenillo submucoso tipo 4. Es un tipo de frenillo que no se ve a simple vista como los otros, y por eso, es difícil de diagnosticar. No es la típica piel que se ve debajo de la lengua, la lengua está simplemente más pegadita toda ella. Además, muchos pediatras no saben verlo (o no quieren para ahorrarse la intervención), pero se ve perfectamente cuando lloran por la manera como se arquea la lengua, y lo cortita que es (a Biel la lengua no le toca el paladar).

En muchos casos, según he leído, no afecta para nada o se soluciona el problema de lactancia con el propio crecimiento del bebé, y espero que eso sea lo que nos pase a nosotros. Al tener este frenillo a Biel le cuesta más trabajo succionar, además no hace el vacío correctamente (por eso los chasquidos) y se le sale de la boquita mucha leche. Por eso estaba tanto tiempo al pecho, me hacía grietas y no ganó peso esa primera semana. Al parecer con las pezoneras, además de ayudar a los pezones a curarse, Biel succiona mejor al tener más dónde agarrarse y eso hace que gane peso correctamente y esté menos ansioso.

Volvimos a pedir cita para que otro pediatra (Pediasaurio para nosotros) valorase el frenillo, y se quedó tan ancho diciendo que no tenía… Le pregunté que entonces por qué le costaba mamar, y la respuesta es para apuntarla en el libro de incoherencias más aberrantes dichas sobre la lactancia… agarraos donde podáis: Que a veces, el agujerito por donde sale la leche está medio tapado y hasta que no se destapa, pues les cuesta coger peso. La respuesta de Laia fue contundente: que este señor estudie anatomía, hay más de 10 conductos por los que sale la leche… Tendrá la carrera de medicina, pero sobre lactancia no sabe nada.

Esto es una locura, no se cuántas lactancias se habrán cargado estos pediasaurios diciendo estas barbaridades, y pautando suplementos biberón alegremente, sin aconsejar métodos alternativos para dar la leche, o recomendar suplemento de leche materna en vez de fórmula… Además, culpando siempre, a la mujer, sus tetas, su leche, y todo lo femenino, de los problemas de crecimiento de los bebés. Cualquier mujer sin recursos para encontrar apoyo, o con poca confianza en sus tetas, abandonaría, y no sería culpa suya perder la lactancia. Porque no es nada fácil dar pecho cuando surgen dificultades, duele, estás cansada, con las hormonas revueltas, y encima, minan tu confianza o no te apoyan. En vez de empoderarnos, darnos información y buscar alternativas, nos hacen sentir como unas irresponsables porque nos «encabezonamos» en dar teta aunque nuestros bebés no ganen peso… Pero los irresponsables son ellos, los profesionales sanitarios desactualizados, o desinformados en lactancia, que aún sabiendo que carecen de formación, se atreven a opinar. Ni siquiera te mandan a la matrona que sí se forma para ello, o a un grupo o asesora de lactancia, es lamentable…

También, existen matronas como la mía que aconsejan dar chupete a un recién nacido cuando todavía no está establecida la lactancia. A riesgo de confundir al bebé con el chupete y el pezón, o que baje la producción de leche (la estimulación es lo que hace regular la producción). Los bebés no usan el pecho de chupete, sino al revés, el chupete sustituye al pecho, y es muy peligroso para la lactancia materna confundir estos roles. Aunque no lo usen propiamente para alimentarse, es importante que se enganchen cuánto quieran para mantener la producción adecuada a sus necesidades. El pecho no es comida únicamente, calma su necesidad de succión, les relaja, les da calor, cobijo, seguridad, les ayuda a sobrellevar dolores y enfermedades, facilita el sueño, les transmite defensas y es una via de contacto directo con su madre. Además, si hubiésemos dado chupete a Biel que tenía problemas para succionar, podría haber agravado mucho el problema. Si a un bebé que coge poco peso le calmas la necesidad de succionar y no lo pones al pecho tanto como quiere, se calmaría, pero estaría perdiendo energía y tiempo que necesita para alimentarse.

Volviendo a nuestro caso, Laia nos consiguió un sacaleches para que empezase a suplementar con mi propia leche, algo que me dio mucha paz de espíritu por poder dejar de darle fórmula a Biel. Con esto comprobé que tengo muchísima leche y que obviamente, mis conductos lecheros (seguro que tienen un nombre más técnico…) están perfectamente destapados. Puedo sacar 100ml. de un pecho en unos minutos, y todavía queda leche para que Biel siga mamando si quiere. Seguí con el dedo-jeringa unos días, aunque no me hizo demasiada falta, porque Biel se queda saciado después de la toma del pecho directamente.

Ahora, seguimos con las posturas que le facilitan la succión, y las pezoneras que también parece que le ayudan a hacer tomas más productivas. La postura a caballito es la que mejor nos va a ambos, y además ayuda a que Biel haga el eructo fácilmente porque traga bastante aire al no hacer el vacío correctamente. La verticalidad para mamar le va muy bien para que se le asiente la toma, por lo que amamantar en el fular u otro portabebés en posición ventral, es ideal.

Las tomas de la noche las hacemos siempre estirados de lado, es como estamos más cómodos y Biel se relaja mucho así, le gusta saber que nos dormiremos juntos y que allí seguiré si necesita mamar más. Intento también hacer posturas ventrales, que eviten tener que luchar contra la gravedad y así no cansarme (os dejo este interesante artículo que me pasó una amiga por si queréis saber más). Y voy probando posturas a ver qué nos resulta mejor, o improvisando según convenga… He llegado a darle pecho sentándolo en el mármol de la cocina mientras me preparo el desayuno o en el cambiador para calmarle el berrinche post-cambio de pañal. Ahora dar teta es algo natural y agradable, también agotador cuando está muy demandante claro, pero por lo general, disfruto con mi monete mirándome a los ojos mientras come, esa cara de enamorado de su teta es impagable!

Entre las pezoneras y las posturas que le facilitan el trabajo, las tomas ya son más normales. Ahora ya no está tanto rato al pecho, y normalmente pasan 2 o 3 horas entre toma y toma ni está ansioso, pero lo necesita más tiempo o más a menudo yo le dejo hacer, está claro que ellos saben lo que necesitan mejor que nadie. Confío en el instinto de supervivencia de mi hijo: si quiere, que mame, cuantas veces haga falta y durante el rato que quiera.  Ya se detectar cuando se coge bien, y se que no se queda con hambre, que hago lo correcto (gracias a que me empoderó Laia ❤ ).

La siguiente semana que fuimos a pesarle, ya sin suplementos, Biel ganó 180 gramos, nos dieron el visto bueno, que estaba dentro de la tabla de pesos, por lo bajito, pero dentro de la normalidad. Respiré tranquila, necesitaba saber que íbamos bien. Y esta última semana ha cogido la directa aumentando 340 gramos, que subidón de peso y de ánimo!! Y lo hemos conseguido gracias a un buen asesoramiento, y a base de mucha teta. Esperamos que todo siga así de bien, incluso mejor, y que Biel pueda alimentarse bien sin ninguna intervención. Más adelante veremos como evoluciona y cuando podemos retirar las pezoneras. Tenemos pendiente ir a un grupo de apoyo a la lactancia, además de para devolver el sacaleches, para que nos vea la profesora de Laia en persona y darle las gracias por su ayuda.

Nuestras aventuras tetiles son una más de las muchas que han pasado tantas madres, algunas solas, otras con poco apoyo de su entorno, y muchas, por desgracia, acaban desistiendo… Como dice otra mamá bloguera en esta entrada, los ángeles de la guardia de la teta son de muchos tipos, y gracias a ellos, muchas seguimos en ello. Por suerte yo he tenido unos cuantos, mucho apoyo, fe en mi hijo y en mi capacidad de alimentarle.

Mi infinito agradecimiento a todos los que han creído en el teta-power y me han animado a seguir, y sobre todo a Laia por su apoyo y sabiduría, a Mamífero por estar sosteniéndonos y a mi hijo por demostrarme que estamos en lo correcto.

Espero que sigamos teteando hasta que uno de los dos se harte!!

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Abrazos mamíferos ❤

Primer mes de lactancia I

 

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Empezamos la lactancia muy bien, o eso pensaba yo, cogido a la teta en su primer minuto de vida. En esa primera toma, me salió un morado en la areola, debajo del pezón derecho. Allí mismo, la enfermera que estuvo durante el parto se dio cuenta, me lo puso bien y se cercioró de que estuviese bien cogido. Dolía, si, y bastante, pero todos me decían que era lo normal, que hasta que se acostumbra el pezón, duele. Yo sabía por lo que había leído que no es buena señal sentir dolor, significa que algo falla.

El día y la noche que pasamos en el hospital recibí mucha ayuda de las matronas y enfermeras que estaban por allí. Siempre que pasaba alguna por la habitación preguntaban como iba la lactancia y se quedaban el rato que hiciese falta para ayudarnos, pero fue muy poco tiempo el que estuvimos allí. Rectificamos posturas, puse atención al agarre, ya sabéis, intentando que Biel pusiese la boquita de pez bien abierta para coger el máximo posible de areola. Un par de días más tarde, volvimos al hospital para hacer la prueba del talón, me lo puse al pecho para que estuviese tranquilo, y la matrona aprovechó para darme algunos consejos para perfeccionar la postura.

En casa, seguí todas las pautas, pero seguía doliendo, tanto el momento del agarre como el resto de la toma, sobre todo el pezón izquierdo. Además, nos costaba mucho que Biel se cogiese bien, hacíamos muchos y dolorosos intentos antes de que pudiese empezar la toma. Aunque intentaba ofrecerle el pecho antes de que estuviese hambriento, tanto repetir el agarre le impacientaba mucho, a mi me agobiaba, y al final, cuando se cogía mamaba con mucha ansiedad.

Días después, me di cuenta que aquello que dolía tanto en mi pecho izquierdo era una grieta. Cada toma con ese pecho era una pesadilla, pero aguantaba, él necesitaba comer y no me podía arriesgar a dejar de darle ese pecho. En la visita post-parto a domicilio con mi matrona del CAP, de la que ya os he hablado, le comenté que tenía una grieta y dificultades con el agarre. Intentamos con ella delante probar la posición de rugby, no nos salió, pero ella no insistió… No me dijo nada nuevo, ni se implicó demasiado, y eso que es la profesional sanitaria que debe asesorar en estos temas…

Le dije también que veía a Biel muy ansioso, que quería pecho a todas horas (luego supe que además del problema de agarre, estábamos pasando el primer brote de crecimiento), y no se quedaba satisfecho nunca. Y me contestó, alegremente, que probase a darle un chupete a ver si se calmaba… Que a veces solamente necesitan succionar y que estaríamos mas tranquilos así. Es cierto que a veces solamente quieren pecho para calmarse, pero yo hablaba de ansiedad real, no de chupar un rato para dormir tan ricamente.

En serio, no hagáis caso de estos consejos, son muy peligrosos, y más con un recién nacido de menos de un mes. Además de ser una interferencia a la correcta succión cuando todavía se está instaurando la lactancia, puede tener más consecuencias.  Para mi no era una opción porque prefiero calmarle con el pecho y creo que es crearle un hábito para nuestra comodidad que después deberemos forzarles a dejar, y no va con mi estilo de crianza. Si queréis darle chupete a vuestro bebé para que se calme, está bien, pero no lo hagáis para tapar un problema, sobre todo, si vuestro instinto (como lo hacía el mío), os dice que algo pasa. En nuestro caso, como veréis si seguís leyendo, si hubiese calmado a mi hijo con un chupete saltándome tomas, podría haber sido muy grave…

Aguanté un par de semanas viendo las estrellas, con el pezón al aire casi todo el día para que se curase, poniéndome aceite de oliva, vigilando la postura… Por supuesto, con el apoyo e implicación de Mamífero que me ayudaba a colocarlo bien y le aguantaba las manitas para que no me arrancase mis maltrechos pezones. Por las noches a veces me saltaba alguna toma de ese pecho porque intentar que se cogiese bien nos llevaba mucho tiempo, pero abusar del otro pecho hizo que el otro pezón empezase a doler también… Llegaba a llorar de dolor, el agua caliente en la ducha me ardía, el roce con la ropa era como tener cristales clavados, y temía las tomas. Me dolía mucho físicamente, pero lo que más temía era que no lograse establecer la lactancia y acabar dejándola.

Biel podía estar una hora al pecho, vaciarlo, y seguir con el otro, para continuar pidiendo como si estuviese muerto de hambre, continuamente, todo el día y la noche. Además lloraba mucho, desde las 7 de la tarde, hasta la madrugada muchos días. Primero pensamos que eran cólicos como os conté en esta entrada , y si, tenía gases porqué al mamar tragaba demasiado aire. Cuando encontramos la manera de que expulsase los gases, caí en que era una crisis de crecimiento y por eso demandaba tanto pecho. Cuando ya casi llevábamos un par de semanas así, estaba claro que algo más pasaba, y me empecé a preocupar en serio.

Entonces recibí un mensaje de una mamá bloguera, Laia (mdemamma) asesora de lactancia y porteo, que me ofrecía su ayuda si necesitaba algo. Le estuve contando las dificultades que teníamos, cuánto le costaba cogerse, y que además, al mamar hacía chasquidos. Biel no hacía bien el vacío, por eso tragaba más aire y se le escapaba mucha cantidad de leche de la boca.

Íbamos hablando casi a diario, se preocupó mucho por nosotros y le estaremos eternamente agradecidos por ello. Me pasó muchísima información, al no poder desplazarnos nosotros, se encargó de hablar con su profesora y entre las dos, asesorarnos a distancia. Me aconsejó probar posturas nuevas, sobre todo el agarre espontáneo, a caballito y rugby, a ver si notábamos mejoras. Me costó mucho experimentar ya que rabiaba de dolor y Biel se ponía ansioso a buscar el pezón ya dolorido, dándole golpes, agarrando con las manos… Pero cuando lo conseguíamos, si que noté que se cogía mejor en esas posturas.

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A caballito

Pero seguía doliendo, y mucho. Así que un día no aguanté más y fuimos en busca de unas pezoneras. No me las puse antes porqué temía que después no supiese agarrarse al pezón, pero no podía seguir así, estaba empezando a cogerle aversión a la lactancia… Y la primera toma que hicimos con pezoneras fue… tan agradable!! Era la primera vez que daba el pecho sin sentir dolor, y eso que todavía tenía los pezones agrietados. Por fin empezaba a disfrutar con esa mirada tan tierna de mi hijo mamando… que se alargasen en tiempo que hiciese falta y cuantas veces quisiera! Eso me dio mucha esperanza para seguir con la lactancia, perfeccionar las posturas, y cuando se curasen los pezones, retirarlas.

A Biel le gustó mucho la experiencia también, no le costó nada cogerse, no tuvo que buscar como con el pezón. Y solamente emitió un quejido (uhm!) cuando vio que debía chupar un par de veces para que saliese la leche ya que estaba acostumbrado a que fuese instantánea. Además, me di cuenta de que al ser más grande que el mismo pezón, abría mejor la boca y parecía sujetarlo mejor, succionaba con más profundidad, sin apenas chasquidos y no se le escapaba de la boca.

Esa misma semana tuvimos visita con la pediatra (la llamaremos Pediasauria a partir de ahora), para hacer el control de peso. Yo iba tranquila sabiendo que, aunque teníamos dificultades, Biel mamaba a demanda, mucho, y yo tenía muchísima leche, por lo que esperaba que hubiese ganado peso correctamente. Pero no, esa semana Biel no ganó nada, 30g… Pediasauria se alarmó, nos dio órdenes de suplementar después de cada toma de pecho con biberón y volver a pesarlo al día siguiente.

Según ella, hay madres que no tienen buena leche… mamás, si oís esto huíd, no hagáis caso!! Además, como le comenté que lloraba mucho, dijo con muy poco tacto: claro, es que estaba pasando hambre… Como si le estuviese negando el alimento! Y cuando le dije que le daba pecho tantas veces como él quisiera (a demanda), y que se podía pasar una hora mamando, puso el grito en el cielo. Dijo que por eso me salían grietas (claaaro…), que máximo 20 minutos al pecho y nada de querer mamar cada hora, cargándose así el principio de lactancia a demanda. Además de la incongruencia que es negarle el pecho a un bebé que no gana suficiente peso WTF!!! Me mordí la lengua y le dije únicamente: es que yo le doy a demanda… Escucho las necesidades de mi hijo y confío en su capacidad para autorregular su alimentación.

En la siguiente entrada os seguiré contando como siguió la historia…

 

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Abrazos mamíferos ❤

 

Embarazo: semanas 25 a la 28, ¡empieza el tercer trimestre!!

Ya he llegado a la semana 28, empieza el tercer trimestre, y no me lo puedo creer! 😀

Como os dije, tenemos ya la cunita de colecho montada, y un mueble para la ropita de Biel, que nos regalaron mi madre y mi tía.  Así que ya tenemos lo esencial preparado 🙂

Solamente queda encargar el mei tai y los pañales de tela, que ya los tengo escogidos, nos los hará una artesana que es encantadora, y una artistaza.  Pronto haré un post para enseñaros las preciosas telas que hemos escogido, y las maravillas que hace esta mujer con sus manos.

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Estas cuatro semanas he empezado a sentirme mucho más cansada y pesada. Como os dije en esta entrada, tuve cita con el ginecólogo, y me dio los resultados tanto del o’sullivan, como del hemograma y cultivo de orina, y me salió baja la hemoglobina. Por lo que estoy tomando hierro desde entonces, y debido a esa carencia me siento bastante agotada. La espalda también se me carga más, sobre todo cuando estoy de pie un rato, y la barriga me pesa, pero si me estiro y descanso se me pasa. Estoy bastante bien para lo que he pasado en mi vida con la espalda, contando que tengo unos quilos de más y que no estoy haciendo ejercicio, no me puedo quejar demasiado de dolor.

 

En la ecografia, como os dije también, el cuello del útero sigue larguito, así que por eso estoy tranquila, sin embargo, la placenta sigue baja… Y Biel estaba en podálica, por lo que ya me insinuó una cesárea, pero todavía es muy pronto para hablar de eso… Yo espero que se gire, si no lo ha hecho ya, porque ya no siento que me patee la vejiga, y que la placenta suba, para poder tener un parto natural.

He tenido el sueño muy trastocado últimamente… Tuve bastante insomnio, lo que me hizo llegar a dormir de día y estar despierta toda la noche, mañana y hasta mediodía. Esta última semana, he regulado el horario, y he pasado a tener mucho sueño por las noches, antes de cenar, ya me estoy durmiendo. Es increíble el cansancio que tengo al final del día.

Sigo desvelándome con facilidad, cuando Mamífero se va a trabajar, hay días que no me puedo volver a dormir, y me quedo corta de horas de sueño. Por lo que al día siguiente de que me pase esto, recupero sueño, y soy capaz de dormir más de doce horas. Cuando duermo tanto me despierto fresquísima y me siento con mucha energía, pero igualmente por la noche acabo rendida.

12366732_10208000671365731_1526864348_nYa empiezo a sentir el estómago apretadito… El desayuno me entra a la perfección y lo agradezco porque me despierto con muchísimo hambre, pero ya la comida, y la cena, sobre todo, siento que no tienen espacio… Querría comer más pero no me cabe! Estoy todo el día con la sensación de haberme empachado, y siento literalmente la digestión en mi esófago. He pasado también muy malas noches por la acidez, y las digestiones lentas. Pero bueno, son típicos problemas de embarazada, y todavía me quedan un par de meses, y con menos espacio todavía…

Entre las malas digestiones y el hierro, tengo la mayoría del tiempo malestar en el estómago. El hierro debo de tomarlo dos veces al día, antes de las comidas, y me sienta como una patada. También procuro tomar zumo de naranja natural para absorberlo mejor, pero solamente me sienta bien a primera hora de la mañana. Además, ya hay muchas cosas como los embutidos y el tomate que no puedo comer porque me dan mucha acidez, así que he ido modificando mis comidas. He optado por tomar el hierro con un zumo de naranja por la mañana, comer algo ligero, y desayunar más tarde algo suave (fruta, frutos secos, yogur natural, bebida de avena, tortitas de arroz, queso…). Y por la noche, directamente lo tomo después de cenar, porque si lo tomo antes, me sienta fatal la cena y paso mala noche.

12386654_10208000675005822_1611504087_nDesde la semana 24, el contorno de la barriga no me ha aumentado demasiado, de 94 a 95’5 cm, y de peso de los 57,400 kg a 58,200. No es demasiado, sin embargo, si que me siento mucho más grande y pesada. Ya empiezo a tener pipí más a menudo y siento la presión que ejerce el peso de la barrigota. Mi ropa apenas me cabe ya, así que he empezado a «robarle» pantalones y jerséis a Mamífero! Es un alivio llevar ropa que no me apriete y me tape bien la barriga y los riñones, porque con la mía iba ya con el ombligo al aire… XD

Biel se mueve muchísimo, y disfruto sintiéndole ❤ . Por la noche tenemos problemillas para adaptarnos en la cama, ya que prefiero dormir recostada en mi lado izquierdo para mejorar tanto la digestión como la circulación, y él también prefiere ese lado. Y al estar así, debo de restarle espacio o molestarle en su postura, porque me pega unos pateos que me tengo que girar para que podamos dormir.

Como os dije en la última entrada esta semana ha hecho un año que Aritz nos dejó, así que he estado sensiblona. El día 7, día de su aniversario, nada más abrir los ojos, me toqué la barriga para saludar a Biel, como cada mañana, y no se movía. Estuve un buen rato llamándole, cambiando de postura, y molestándolo para que diese señal de vida, y muy preocupada… Al final dio un par de golpecitos y pude respirar, pero lo pasé muy mal, no me había pasado ningún día, y justo ese día si… Luego Biel esuvo moviéndose con normalidad, así que simplemente estaba muy dormidito, y por eso no reaccionaba.

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Lo importante ya os lo fui avanzando en pasadas entradas, así que pocas novedades tengo que contar sobre este mes. Además he estado tan cansada, que poco he hecho… Lo mínimo en casa, y las salidas imprescindibles a hacer la compra. Pensaba hacer mucho más, pero he ido frenando el síndrome del nido y las ganas de tenerlo todo limpio y ordenado, porque no quiero cansarme demasiado.

 

Tengo también el plan de parto a medio hacer, aunque en un ratito más que me ponga ya lo tendré listo. Y espero hablar este mes con mi comadrona para la derivación de hospital y quedarme tranquila en ese sentido. Espero que no me pongan problemas, porque no tengo demasiada energía…

Estas semanas no hemos hecho demasiadas fotos, las que os comparto son de hoy mismo, y ayer por la noche, estando de 28 semanas y un par de días.

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Abrazos mamíferos ❤

Embarazo: semanas 21 a la 24

¡Hemos llegado a la semana 24!!

Superadas las 23+6, que fue cuando perdimos a Aritz, lo que viene a partir de ahora es nuevo, y muy emocionante 🙂

En la semana 21+6, fuimos a la visita con la comadrona. Escuchamos su latido, pero muy poquito porque el peque estaba de fiesta, se movía mucho y hacía que el cacharrito hiciese ruido y se perdiese el sonido de su corazón. Mamífero lo grabó, y quería colgarlo pero no puedo compartir por aquí archivos de audio, ¿alguien sabe como?

Me ofreció ponerme las vacunas de la gripe y tosferina, a lo que me negué, y tuvimos una larga conversación. Le dije que estaba informada, que no me veía como un grupo de riesgo ni era mi manera de actuar vacunar por miedo a «por si acaso». Las evidencias en las que me baso, así como mis motivos para no vacunarme os los expongo en esta entrada.

Fue un poco tenso… la de la gripe coincidimos en que era prescindible, pero según ella, la ley de Murphy podía hacer que mi hijo enfermase de tosferina (ella está ahí, esperando a que no me vacune…) y entonces YO me sentiría culpable. No me pareció ni argumento, ni buenas maneras coaccionarme mediante el miedo, y más sabiendo que hemos pasado por abortos y perdido un hijo…

Es una decisión que yo ya había meditado y tomado en el pasado embarazo, estando debidamente informada, y no es ético que te amenacen e infantilicen por algo que puedes decidir hacer o no. A eso se sumó un interrogatorio lamentable sobre si vacunaríamos al bebé, algo en lo que ni ella ni nadie debe meterse. Al ver que tanto Mamífero como yo somos muy críticos con la vacunación temprana y sistemática, y tras mucho insistir en las bondades de la vacunar, acabó por decirnos que tenemos suerte, ya que la pediatra que nos tocará es bastante «antivacunas». Como si nos hubiese tocado la lotería con la pediatra, o ella pudiese darnos el «permiso»… La comadrona respetuosa y amable a la que estábamos acostumbrados ha enseñado su lado paternalista, y se ha roto la magia…

Me programó las próximas visitas, la ecografia vaginal y las analíticas del segundo trimestre, con el maravilloso o’sullivan… No me hace ninguna gracia hacerlo por la cantidad de azúcar que hay que tomar, y se que se puede hacer habiendo tomado un desayuno copioso en vez de ese zumo (así lo hacen en muchos países, aunque no todos someten a las embarazadas sistemáticamente a esta prueba link de El parto es nuestro), o bien, controlando el azúcar en casa durante un tiempo.

Pero me he dejado hacer por el método: «azúcar en vena» en vez de pedir una alternativa. Porque sabía que me pondría pegas y solo conseguiría cabrearme, y ya habíamos tenido suficiente con lo de las vacunas. Yo que me paso los días evitando dulces y reduciendo carbohidratos, por salud, (y sobre todo teniendo en cuenta que tengo problemas de encías, y propensión a los hongos durante el embarazo) me voy a tomar la ración de azúcar de un par de días en una sentada… La bebida azucarada contiene 50 gramos, y la OMS recomienda, aunque la mayoría se exceden, que no se superen los 25 gramos diarios. Es una verdadera barbaridad, por nosotras y por nuestros bebés, además de ser una prueba poco fiable en sus resultados.

También nos dijo que empezaba el curso de educación maternal justo al día siguiente, que podíamos ir a ese grupo o empezar con el siguiente dentro de mes y pico. Decidimos ir al de más adelante, ya que ese día Mamífero trabajaba, y queremos ir juntos. En el embarazo de Aritz fuimos solamente a 3 o 4 clases, y fueron bastante bien. El enfoque de mi comadrona es muy pro-parto natural, el primer día nos puso un par de vídeos de partos en casa. Solamente éramos 4 mujeres, y dos hombres, y era agradable ser tan poquitos. Nos preguntó si queríamos epidural, a lo que dos contestaron que rotundamente si, y yo y otra chica dijimos que de entrada no. Ella, habiendo parido 4 veces, nos dijo que había disfrutado mucho más en los partos sin epidural, y que, pese al dolor (que para mi es lo de menos), lo recomendaba.

Fui también al dentista, a hacerme la higiene, y no pudo hacer demasiado. Tengo las encías tan inflamadas y sensibles que no se atrevió a hacerlo demasiado a fondo… Me dijo que lo tengo fatal, y que me tocará hacer otro raspado después del embarazo, cada vez confío menos en sus métodos…

Por lo demás, la barriga me ha crecido de 92 centímetros en la semana 21, a 94 en la 24. Y este mes, he engordado un poquito más, de los 55,600Kg, he subido a 57,400 🙂

El bebé sigue juguetón por las noches, es muy movido, ¡y me encanta! Me encuentro muy bien, sin ardores, ni molestias excesivas, nada más siento la espalda más cargada, sobre todo los días que ando un poco más de la cuenta o hago algo extra.

La madrugada que cumplí las 23+6, vi un poquito de sangre al ir al baño, una gotita de nada, y me asusté muchísimo. Me remonté al primer manchado que tuve con Aritz, y al día del parto… y me entró pánico, pensé que de ahí todo iría mal, que algo pasaba conmigo que hacía que no aguantase el embarazo más allá de esa fecha. Sé que no tiene ningún sentido, que fue una coincidencia, pero me quedé muy intranquila. Lloré y pedí que no pasase nada, hablé con mi hijo, y le dije cuánto le queremos…

Después del mal rato, comprobé que no había sangrado, había sido nada más una gotita, y no tenía ninguna molestia, ni contracciones, por lo que intenté tranquilizarme. Es difícil no preocuparme cada vez que voy al baño, pero no he vuelto a ver ninguna manchita más, por suerte.

Ayer fuimos a comprar las cositas que faltaban con mi madre y mi tía: ¡ya tenemos cuna y armario para el bebé! Nos regalaron además un montón de cosas: toallitas, toalla de baño, sábanas, baberos, una mantita, unos gatitos-sonajero… Y un par de bolsas más de ropa del hijo de una amiga que es preciosa!! (gracias S! ❤ ) Solamente queda por comprar el lote de pañales y el mei-tai, por lo que estoy más tranquila. Mamífero está montando los muebles, y yo ya me voy a poner a organizar cosas y lavar la ropita 🙂

En dos semanas veremos al ginecólogo y me harán también la ecografía vaginal para ver como va el cuello del útero, ya os contaré 😉

 

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Abrazos mamíferos ❤

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Ecografia morfológica, ¡por fin sabemos el sexo!

Después de muchos nervios, hemos vuelto a verle, y lo más importante: saber que está perfectamente 🙂

He dormido muy poco esta noche con los nervios, y una vez allí, hemos tenido que esperar, lo que me pone más nerviosa… Pero una vez en casa, me he pegado una buena siesta para compensar, y me he recuperado un poco.

La ecografia morfológica en mi hospital, la hace una doctora que viene de fuera, y es encantadora.Ya me di cuenta en el embarazo de Aritz de ese detalle, aunque era otra distinta. Saber que no van a ser ninguno de los ginecólogos que ya conozco, me daba cierta tranquilidad. Es un alivio ver una cara amable, atenta, que escucha y explica, implicada con su trabajo… Debe ser que me tienen muy mal acostumbrada mis anteriores ginecólogos, pero me ha parecido una profesional como la copa de un pino, y además, humana. 

Le he dicho que mi ginecólogo quería que me midiese el cuello del útero, por el parto prematuro que tuve con Aritz. En seguida se ha interesado, y me ha preguntado como fue todo. Como me puse de parto, por qué, como transcurrió… Ha visto que en mi cartilla de embarazo no habían apuntado nada de mi historia obstétrica (otro punto para mi ginecólogo…), y pacientemente, se ha dedicado ella a ponerlo al día. Le he explicado todos mis abortos y parto, y se ha interesado mucho en saber los detalles. En ningún momento se ha quejado de tener que hacer todo ese trabajo extra, se la veía muy motivada en saber, y ha sido muy cercana aunque no nos habíamos visto antes.

He pasado a la camilla del ecógrafo, y primero me ha hecho la vaginal. Ha sido muy diferente su trato y manejo del aparato, delicadamente y poco a poco, e interesándose por si me dolía. Todo lo contrario a como lo hacen los ginecólogos que acostumbran a hacerlas. La longitud del cuello estaba dentro de la normalidad, 32mm, un alivio. Pero, igualmente, me ha recomendado hacer una ecografia mensual para ir controlándolo.

Después hemos pasado a la abdominal, esta vez no estaba tan nerviosa por su bienestar, ya que le noto moverse, pero me seguía preocupando que todo estuviese bien, en su sitio y completito. Y está perfectamente, todo dentro de la normalidad. Con un peso estimado de 420 gramos, en presentación cefálica, y las medidas:

DBP: 51mm. (diámetro biparietal)

P.C. (C.C.): 185mm. (circumferencia cefálica)

P.A. (C.A.): 168mm. (circumferencia abdominal)

LF: 34mm (longitud fémur)

Todas las medidas corresponden con su edad gestacional aproximada, estando de 20+5 SDG.

Según un libro que tengo, cuando cumpla las 21 semanas, la medida de coronilla a nalgas será de unos 27,8 cm, y el peso 430grs. Así que está dentro de toda normalidad.

He comparado todas las medidas con las de Aritz en la misma ecografia, que me la hicieron a las 21 semanas, y Aritz era ligeramente más grandote, unos milímetros solamente, y 454grs. de peso estimado.

Así que estamos contentísimos en ese aspecto, ya sabéis que en esta ecografia se miran cada órgano, dedito y todos los detalles… Y todos los papás esperamos que no salga ninguna anomalía, así que estamos agradecidos de que venga tan bien.

Lo único que ha encontrado, es que tengo la placenta de inserción baja, ( a 13mm de OCI). Todavía no es preocupante, ya que conforme evolucione la gestación, el útero irá subiendo y creciendo, y todavía puede recolocarse. Igualmente, con la placenta así, y mi historial, me ha recomendado hacer reposo, y no tener relaciones sexuales. Ya lo teníamos prohibido, pero ahora sabiendo que la placenta está así, ya me da más cosa incluso hacer las tareas diarias que venía haciendo… Tenía en cuenta que tenía que vigilar, pero ahora iré con mucha mas calma todavía, ya que no quiero que nuestra placenta nos de problemas y empezar a sangrar…

Espero que se recoloque y suba, porque de quedarse tan bajita podría tener muchos problemas en un parto vaginal por riesgo de hemorragia, y si quedase oclusiva, lo impediría y tendría que ir a cesárea… Y ya sabéis cuanto deseo tener un parto natural, sin miedos, respetado y con las mínimas intervenciones… Me tendré que ir haciendo a la idea, por lo que pueda pasar, pero, pase lo que pase, velaré por que se me de un trato digno.

Lo mejor, y más importante, es que el bebé está bien, y que por fin, podemos empezar a pensar en el con nombre propio… ¡¡Es otro niño!!

Contra todo pronóstico, no es niña, así que me estoy haciendo todavía a la idea, y al nombre. Tenemos un finalista, por parte de su padre, y a mi ¡¡¡no se me ocurre ninguno!! Si que hay muchos nombres que me gustan, pero no se, no me veía teniendo otro niño tan pronto, no le he dado más vueltas, y ahora me ha pillado el toro. El que ha propuesto su padre, me gusta, pero todavía me quiero hacer más a él, ya que un nombre es para toda la vida, y no quiero tomar esa decisión de un día para otro. Ya sabéis, que con Aritz, el nombre lo teníamos mucho antes de empezar a buscar, somos así, y decidirlo en tan poco tiempo se me hace raro. Así que cuando estemos convencidos del todo, ya os lo diré 😉

La doctora, nos ha enseñado y explicado diferentes cortes de imagen, detalladamente, y hemos escuchado su potente corazón, que es emocionante siempre… Es increíble la velocidad y fuerza que tiene, y siempre que lo escucho pienso: que bien, que bonito suena, ¡no dejes de latir pequeñín!

En las imágenes que hemos visto, estaba con una manita detrás de la cabeza, la otra sobre la cara, y una de las piernas estirada, ¡se le veía comodísimo! Lástima que luego no ha salido así en las que nos han imprimido, aunque se ven todas bastante bien.

Éstas son las «fotos» que mejor han salido, he obviado una en la que la doctora ha hecho un zoom a sus genitales y los ha remarcado con una flechita, muy ilustrativa…

bona retall cap

retall braç

Esto es un bracito, ¡alzando el puño!

La piernecita estirada, ¡tan ancho!

La piernecita estirada, ¡tan ancho!

Somos felices porque está sano, le queremos tanto, nos tiene enamorados… Cada día lo vemos más real y mas cerca, estoy disfrutando cada día más del embarazo, aunque los miedos nunca se van del todo, la ilusión puede con ellos.

Espero que os haya gustado la entrada, gracias por leerme y por todo el cariño que me llega por vuestra parte

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Abrazos mamíferos ❤