Porteo con mei tai

Esto del porteo es droga dura, mucho vicio: placer, y enganche. Cuantos más portabebés (ergonómicos, se entiende) conozco, más ganas tengo de probarlos, y cuantos más pruebo, más me gusta portear!

Confieso que he pecado… nos hemos comprado dos portabebés nuevos: una bandolera de anillas, y un mei tai. Y es que, para una mamá canguro como yo que porteo cada día, ratos largos, cortos, dentro y fuera de casa… Es muy útil tener varios portabebés para distintas ocasiones (cada uno tiene su punto y su momento), para poder combinarlos y que descanse el cuerpo de uno u otro, o simplemente, para tener de repuesto en caso de accidente… De momento, en nuestra familia de portabebés están: el fular elástico (jubilado por el calor y ya con el peso de Biel no nos es cómodo), la Buzzidil (siempre nos será útil al ser evolutiva), una Manduca (reservada por ahora para el invierno que viene que Biel ya se sentará y no pasaremos calor), el mei tai, y una bandolera de anillas (estos dos últimos, los hits del verano!).

En este post me centraré en el mei tai, que es de lo mejorcito que tenemos!!

Desde el embarazo de Aritz, tenía en mente el mei tai, siempre me ha parecido cómodo, sencillo, fresco, y a caballo entre una mochila y un fular, conjugando lo mejor de ambos: la sencillez de una mochila, y en el caso de ser chinado, el ajuste punto por punto de un fular. Pero optamos por la mochila porque pensábamos que era lo más sencillo de ajustar (que lo es), pero a mi gusto, ahora que lo he probado, es mucho más cómodo el mei tai. Puedo afirmar que es mi portabebés preferido de todos los que he podido catar ^.^

El mei tai es un portabebés originario de Asia, consta de un panel (tela cuadrada, y cuatro tiras: dos salen delos cantos de debajo y se atan a la cintura, y las otras dos en las esquinas superiores del cuadrado de tela, suben por los hombros como en una mochila, eso si, en vez de enganches, se cierran con nudos. Hoy día hay múltiples modelos, algunos tienen capuchas, otros son evolutivos con múltiples ajustes, otros sencillitos, unos son acolchados en las tiras y/o panel (asiento preformado de loneta como en las mochilas tipo Manduca), otros puramente de tela…

Yo lo tenía claro, primeramente, lo quería evolutivo (con la opción de poder ajustar la anchura de las corvas para bebés recién nacidos, hasta bebotes de dos años y medio aproximadamente), y que se ajustase bien al cuerpecito.  Lo bueno de los mei tai, es que cuando se queda el panel corto de corvas, se puede «agrandar» algo más para que dure más tiempo, pasando las tiras cruzadas por debajo de las corvas (algo que además le da más soporte). Aunque estoy contentísima con la Buzzidil que es evolutiva y con el panel de fular (se ajusta muy bien para ser mochila, aunque la mejor en cuanto a ajuste, es la Emeibaby), por lo tanto es de las mochilas más fresquitas, buscábamos algo más fresquito para el verano.

Y aquí viene mi otro requisito básico…

Que fuese con las tiras de los hombros chinadas para poder repartir el peso en una superficie mayor de tela. Es una tela muy fina de fular ancha y larguísima (2,20 metros en el nuestro!), en vez de ser acolchada como en las mochilas u otros mei tais, lo que hace que la tela ( y el peso) se despliegue por todo el hombro, incluso baje por este, con lo que no recae en un solo punto cargando las cervicales. Esto para mí es importantísimo, al tener los hombros pequeños, las mochilas como la Buzzidil que tenemos por ejemplo, me cargan demasiado los hombros y me restan movilidad. En la mochila siento como el peso cae recto por las tiras, en cambio, con las tiras chinadas, no siento presión en ningún punto al repartido el peso a todo lo largo y ancho de la tela. Además, al ir cruzadas, el peso se reparte muy bien.

Así quedan las tiras chinadas ala espalda:

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Al ser chinadas, dan lugar a hacer múltiples acabados anudando como con el fular (estoy en prácticas con los acabados, pero ya hablaré más adelante de cuáles me parecen más cómodos). Además, por esa misma característica, se puede hacer un ajuste punto por punto, algo que es importantísimo para nuestra comodidad, y sobre todo, para la estabilidad en la espalda de nuestros bebés. Me encantan los fulares tejidos por el confort que da la tela, su versatilidad y lo óptimo de su ajuste. Además de lo suaves y bonitos que son… El día que caiga uno en mis manos, estaré perdida anudando como una loca muahahaha!!

Por todo lo que os he ido explicando, sigo siendo fiel a los portabebés íntegros de tela de fular para bebés pequeños. Prefiero el tejido de algodón transpirable, y con los mínimos acolchados posibles. Huyo de los asientos preformados (sobre todo para menores de 6 meses, que no son recomendables) por su poca capacidad para adaptarse al cuerpo del bebé. Además, las lonetas y los acolchados en cinturones son la parte que más calor da en los portabebés, y buscaba como os he dicho, tener una opción de porteo fresquita.

Miré distintas marcas de mei tais evolutivos y con estas características, y de entre unos pocos, siempre me acababa convenciendo el Hop Tye de Hoppediz. Calidad-precio es el más equilibrado, el más barato de entre todas las marcas que miré y tiene todos los must que buscaba. Tiene posibilidad de ajustar en corvas, cuello, tiras chinadas, es finito (genial para los calores veraniegos)… Y la capucha se puede usar como refuerzo para el cuello como muchas mochilas, pero en porteo a la espalda además, se puede llevar preenganchada para solamente tener que tirar de ella si la queremos subir o bajar.Además, el diseño del modelo que tenemos me tenía ya enamorada desde hace años (Los Ángeles Kiwi)!

Os dejo foto con las medidas por si os interesa 😉

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De la misma marca, han sacado unos mei tai Conversion, todavía más adaptables al cuerpo de recién nacidos. Pero con Biel ya de casi 5 meses, opté por la versión clásica (más económica), que ya está muy bien. Y no me ha decepcionado, todo lo contrario, me ha encandilado más todavía!

Os dejo las características del Hop Tye Conversion:

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El mei tai es suave, la tela amorosa, ligera, fresca, no se clava en ninguna parte… los colores preciosos, y cómodo en todos los sentidos. Algo que me encanta es el cinturón, es de un finísimo acolchado, nada rígido como el de las mochilas. Además, es muy estrecho (9 centímetros), algo que en los cinturones de las mochilas que he probado siempre me ha molestado, se me acababan clavando, los sentía demasiado anchos y duros, y no se me acababan de ajustar bien (cuestión de fisionomía supongo, al ser un cinturón para diversos tipos de porteador). Al ser tan fino, no da nada de calor, y lo mismo pasa con las tiras chinadas, que son del fular más fino de la marca Hoppediz y no son nada agobiantes aunque son anchas. En resumen: comodísimo y muy fresco!! Altamente recomendable ^.^

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En el porteo ventral (delante), es lo mejor, no se nota nada el peso y no se mueve el bebé para nada. Pero en la espalda no me acabo de sentir cómoda, siento que no va bien ajustado y se me va bajando. Supongo que es un tema de ajuste, al no tener práctica con este portabebé, no he conseguido todavía ir bien del todo. Si que voy cómoda, pero comparando con la Buzzidil a la espalda, ésta es más sencilla de colocar y ajustar con las tiras de mochila, con lo que se consigue que el bebé no se mueva, y sea más confortable el porteo. Además, no consigo poner a Biel tan arriba en el mei tai como en la mochila, algo que hace que se cargue un poco la zona lumbar. Supongo que con poco más de práctica lograré que el porteo a la espalda sea óptimo. De momento, hace una semana que lo tenemos, y no me dan ganas de cojer la Buzzi con este calor! Prefiero portear delante, que con lo fresquito que es el mei tai y lo bien repartido que va el peso, no me agobia como la mochila delante.

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Solamente me falta perfeccionar los acabados, lograr un mejor ajuste a la espalda, y probarlo a la cadera (que hasta los 6 meses mejor que no, aunque tampoco me llama mucho el porteo asimétrico) para sacarle jugo del todo. Cuantas más opciones tengo (y en esto el mei tai es más versátil que una mochila), más me animo a portear e ir experimentando.

Hop Tye a la espalda:

 

A Biel, por cierto, también le ha gustado el Hop Tye! Aunque está muy poco colaborador… es tan nerviosillo que esto de que esté probando nudos, deshaciendo, y comprobando todo le pone histérico. Tengo que ir meneándome, distrayéndolo, y andando mientras ajusto, algo que hace que sea compicadillo no perder tensión al anudar. Además, quiere tocarlo y mirar todo, y se abalanza hacia los lados, abajo, se retuerce, saca los brazos, hace el patapalo, empuja para separarse de mi… total, que a veces me sale un churro porque él está en posturas imposibles, sobre todo cuando le intento poner a la espalda. Pero, persistiré, como buena obstinada que soy, hasta conseguir el ajuste perfecto!

Otro día os cuento nuestras aventuras con la bandolera de anillas, que también son un mundo… Por cierto, ambos se los encargamos a Carmen de Mibbmemima, a quien ya le compramos la Buzzi en su día. Su tienda me encanta, siempre intenta que sus productos sean de lo mejor, además, sostenibles y de comercio justo. Además te asesora pre y post venta  y el servicio de paqueteria es estupendo y rápido!

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Abrazos mamíferos ❤

 

Porteo a la espalda

Me hace mucha ilusión contaros que estoy experimentando el porteo a la espalda con la Buzzidil, y me encanta!!

Ya hacía tiempo que quería probarlo, porque para hacer cosas en casa, comer con él en la mochila, y con la temperatura veraniega, empezaba a ser molesto. Vientre con vientre se suda más puesto que es la parte más caliente del cuerpo, y aunque corra el aire, no tienes la sensación de refrescarte con él, y Biel acababa empapado. En cambio, a la espalda, apenas sudó, y era una delicia sentir el aire en el pecho otra vez!! Esta mochila, además, tiene la particularidad de poderse llevar como un onbuhimo, simplemente, desabrochando el cinturón. Algo que va muy bien si no quieres forzar el suelo pélvico, estás embarazada o te molesta la barriga por algún otro motivo, y es más fresquito al no llevar atado el cinturón que es muy grueso.

El porteo a la espalda es casi obligado cuando empiezan a pesar y abultar. Además de ser molesto el peso adelante, limita bastante la visión y el equilibrio llevar a un bebé grandote barriga con barriga.Yo soy pequeñita, y bastante torpe, así que cuando porteo adelante, siento que me falta perspectiva, y me siento algo insegura por tropezar con Biel encima. Además, al sentarme con la mochila, se me clavaba un poco el cinturón, y me llegaba su cabeza a  la barbilla. Algo que es muy incómodo para comer, y peligroso cuando Biel se despierta de buenas a primeras dando saltitos para que te muevas o le liberes.

El porteo a la espalda se puede hacer con el portabebés adecuado desde el momento en que te sientas segur@ para ello, siempre que el bebé tenga buen tono muscular y cierto control cefálico (que pueda ladear la cabeza a voluntad y aguantarla derecha mínimamente). Biel está fortote, y levanta la cabeza desde que nació. Eso, sumado a que le hemos porteado siempre, ha ayudado a que Biel tenga buen tono muscular en cuello y espalda. Así que lo podríamos haber porteado desde el primer mes, pero claro, primeriza, y siendo novata en esto de portear, da respeto… Igualmente, las primeras semanas es muy beneficioso el porteo ventral, el recién nacido agradece tener cerca el latido de tu corazón 😉

La otra condición para empezar a hacerlo, es que sea sin prisas, sin miedo, y sobre todo, conociendo bien tu sistema de porteo y sabiendo colocarlo con soltura. Y las primeras veces, recomiendo hacerlo con alguien que te ayude, que mire como va el bebé, y te lo sostenga por si acaso. También es muy práctico hacerlo delante del espejo hasta que lo tengas por la mano, y si estàs sol@, con una cama cerca, mucho mejor!

Creo que a todos nos da respeto colocar al bebé a la espalda por primera vez, es algo más complicado y peligroso. Así pues, necesitaba probarlo, pero no me atrevía a hacerlo sola la primera vez. Me lo colgué con ayuda de Mamífero, y no fue nada complicado, más fácil de como lo había imaginado! Así de bien colocado nos quedó:

Desde el primer momento la sensación fue liberadora, tener el peso atrás, el pecho libre, Biel tan a gusto viendo el mundo… Ya no vuelvo a portear delante si no es necesario. Recuperé la soltura al andar, el peso no molestaba nada, el calor tampoco, y a Biel le encantó el cambio de perspectiva 😀

Pasamos una tarde estupenda, nos sentamos en un parque a comer unos bocadillos, y Biel se quedó (oh, milagro, yo sentada y Biel en la mochila despierto, y sin liarla!) viéndolo todo desde la mochila. Después, obviamente, le sacamos para que explorase la hierba, tomase teta, y jugase con nosotros. Tengo que hacer un post con fotos cuquis del momento 😉

Al día siguiente, en casa, estaba muy necesitado de bracitos porque el día anterior fue muy intenso (después del parque, hicimos una compra, y luego una visita a unos amigos, por lo que apenas durmió un rato en el coche) y estaba cansado. Yo tenía muuuchas cosas que hacer en casa, y tocaba mochileo para que Biel tuviese su necesidad de brazos cubierta mientras yo aprovechaba para poner orden.

No me lo pensé, quería llevarle a la espalda. Y en un par de minutos, delante del espejo, me lo coloqué a la cadera, pelvis basculada, piernas correctamente, subí el panel, y le giré un poco agachándome un poco para que el peso fuese hacia mi. Subí una de las tiras (la del lado contrario a la cadera en la que melo coloqué) mientras con la otra le aguantaba, y ya pude ponerle ponerle en la espalda del todo y subir la otra tira. Entonces, se ajustan todas las tiras, cogiendo el peso del culete para que suba un poco y no cueste ajustar, y listo!

Biel se lo pasó pipa viéndose en el espejo y mirando como yo tiraba de aquí y de allá mientras le contaba lo que hacíamos. Fue fácil, sobre todo porque estaba de buen humor y colaborador, todo hay que decirlo… porque al día siguiente estaba empeñado en tirarse al suelo (casi tenemos un susto!) y tocar el espejo y no pude hacerlo sola (suerte que entonces llegó Mamífero).

En 5 minutos estaba frito, tardó un poco más que de costumbre porque esto de ir a caballito le da mucho rango de visión y estaba flipándolo. Y yo, ligera como una pluma!! No hay color entre agacharse para poner una lavadora, por ejemplo, con el peso y bulto adelante, o a la espalda. Lo mismo para barrer, cocinar, fregar los platos, tender… y mucho más seguro, dónde va a parar! Todo se hace más fácilmente, sin obtáculos, y sin tener que calcular constantemente por si le das con el mango de la escoba al bebé 😉

Yo confieso estar enganchada, se me van los ojos cuando veo la variedad de sistemas de porteo que existen, cada uno con sus ventajas particulares… Espero ir probando más, poco a poco, y cuando el presupuesto acompañe, claro. Tengo en mente adquirir una bandolera de agua para estar más fresquitos en momentos de puntuales de porteo, y sobre todo, poder ducharnos juntos y agilizar el tiempo.

Y mis objetivos a largo plazo son: un mei-tai evolutivo con las tiras chinadas porque creo que me irán mejor que las gruesas tipo mochila (por movilidad de mis minihombros, además de ser más frescas). Y un fular tejido, ya que tengo la espinita del fular elástico, con el que Biel no me permitió probar más que dos nudos porque no le gustaba ir tan apretadito. No se si por la calor del elástico, el tejido, o que era demasiado peque y todavía andaba muy bicho-palo cuando porteábamos (ahora no se pone tenso, si tiene ganas de mochila, casi siempre colabora). Así que tengo la esperanza de que con un tejido, ahora que sabe que el porteo es cosa buena, y yo estoy más segura, se nos de mejor… Que veo cada preciosidad de fular por ahí… además de la variedad de nudos que hay, y ando loca por experimentar!!

Lo dicho, yo me paso al porteo a la espalda desde ya. Y os lo recomiendo si no lo habéis probado, os cambiará la vida!! El porteo en general ya te cambia los esquemas, te libera los brazos, y te une a tu bebé todavía más… Es un estilo de vida!! ❤

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Abrazos mamíferos ❤

Porteando: la ropa

Si quieres portear a tu bebé, no todas las prendas son adecuadas, y en esta entrada voy a contaros qué es útil y que no, y como vestir a un bebé porteado. Nosotros porteamos cada día, así que es importante tener en cuenta qué ropa nos conviene tener para eso, y qué ropa no usaremos por no ser práctica.

Estuvimos usado el fular elástico los dos primeros meses (ahora ya no, la verdad es que nos da muchísimo calor y a Biel es el sistema que menos le gusta). Ahora lo hacemos con la Buzzidil standard, una mochila evolutiva como os conté en este post. Y para más adelante, cuando Biel se aguante sentado por sí solo, tenemos una Manduca que compramos de segunda mano. Aunque el fabricante la recomienda desde el nacimiento, la postura con el pañal no es la óptima. Y al no ajustarse punto por punto y tener las tiras enganchadas en el cuerpo de la mochila, no es lo más recomendable para bebés que todavía no se sientan por crear presiones en la espalda.

Paseando con nuestra Buzzi

Bien, sea cual sea el sistema de porteo que elijamos, las recomendaciones sobre el tipo de prendas adecuadas son las mismas. Para los porteadores, algo menos de ropa de la que usaríais según la temperatura que haga, ya que tener un bebé pegado desprende calorcito. Y lo mismo para el/la bebé, siguiendo una sencilla regla: una capa menos de ropa que le pondrías.

Al portear, se genera calor, aunque no la haga, el cuerpo contra cuerpo hace que tengas que portear liger@ de ropa tanto tu como el/la bebé. Siempre es mejor ir ligeros de ropa y en el caso de hacer frío, es sencillo cubrir al bebé con un chal por fuera, una mantita, o abrigo grande o especial para porteo. Mejor eso que llevarlo embutido en capas de ropa o prendas gruesas que pueden ser incómodas. Tened en cuenta, que en invierno, si entras a cualquier lugar va a estar muy caldeado, por eso es mejor abrigar al bebé por fuera, para que no pase calor en sitios cerrados. Y si hace calorcito, poquita ropa, o ninguna, que sudan como pollos!!

Es importante llevar ropa cómoda para vosotros obviamente, y tened en cuenta que debe ser cómoda y sin peligros para el bebé. Las cremalleras o botones se le pueden clavar, lo mismo a tener en cuenta si lleváis algún ornamento duro o que se pueda desprender y provocar atragantamiento o asfixia. También es importante que sea ropa de algodón o materiales transpirables, no sintéticos, para evitar irritaciones, alergias, calor… Hay que tener en cuenta que los bebés tienden a chupar la ropa, por eso es indispensable vestir con ropa limpia y sin perfumar, y si los tintes de ésta son naturales, mucho mejor 😉

Para los bebés, lo mejor serían las prendas de algodón finas, suaves, sin botones en la espalda, costuras gruesas, o detalles que se puedan clavar. Los bebés van un poco apretaditos para que con el movimiento no bailen dentro del portabebé, así que tienen que llevar ropa cómoda. La tela del portabebés no les molesta al estar prieta, pero un simple bolsillo con costura gruesa, un tejano o panalón gordito, unos corchetes y cremalleras en la espalda, hebillas, u otros adornos duros, o simplemente, que la ropa quede arrugada, puede ser muy incómodo para ellos.

Otra norma básica, es no portear con peleles ni polainas (pantaloncitos con pie) y de hacerlo, que le vayan bien grandes. Al ir sentados en el portabebé, la tela del pelele o el pantalón queda estirada, lo que puede hacer que quede tirante en el pie. Un pelele que quede estirado es molesto, y el pantalón apretando los deditos de los pies tiene que ser insoportable. Las sudaderas, jerseis o chaquetas con cremallera, botones o capucha, tampoco son demasiado prácticas ni cómodas para el porteo… Y nada de vestir a los bebés de domingo, una camisa o un vestidito, quedarán arrugadísimos si vas a portear 😉

Algo que es bastante necesario si pretendes portear, sobre todo en invierno, son los calcetines y calentadores. Las piernecitas quedan por fuera, y es la parte del cuerpo que queda más desprotegida. Así que, es indispensable llevar calcetines (además de unos de repuesto por si se pierden…), y los calentadores de refuerzo para abrigar las piernas por si se arremangan los pantalones o hace mucho fresquito. Si no dispones de un abrigo chaqueta de porteo o que os cubra a ambos, ten en cuenta que si llueve necesitarás un paraguas! Nunca he tenido en casa, siempre he preferido el impermeable, y ahora me he dado cuenta de que lo necesitamos.

Sin embargo, si hace calor, pueden ir sin apenas ropa (al menos que haya una capa entre el/la bebé para evitar encharcamiento de sudor) o en pañal directamente. Normalmente, las mochilas suelen llevar capucha para cubrirles del viento, frío o del sol, pero si no disponéis de ellas, o a vuestro bebé no le gusta, tened en cuenta llevar un gorrito o pañuelo para cubrirles! Y como siempre, evitad la exposición prolongada al sol, y paseos cortos en situaciones climáticas extremas 😉

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Abrazos mamíferos ❤

Una bisabuela moderna

Hace un par de semanas fuimos a visitar a la bisabuela de Biel por parte de la familia de Mamífero, es decir, la madre de su padre. Es una supermujer, a sus 95 añazos y con sus achaques, vive sola, se lo hace todo ella (incluso lava la ropa a mano!) tiene el piso inmaculado, y la cabeza mejor puesta que gente mucho más joven. Es una republicana de armas tomar, más indignada que todos los del 15M juntos. Si por ella fuese, mandaba a todos los políticos al paro, o a algún sitio peor… Una mujer con mucho carácter, y muchas vivencias a sus espaldas.

Se puso loca de contenta al conocerle, le hacía mucha ilusión conocer al más peque de la familia. Fue muy emocionante verles juntos, les separan 95 años, pero en seguida conectaron: ella le hacía carantoñas y Biel le reía las gracias. Y hablando con ella, me impactó que comparta nuestro estilo de crianza, mucho más que con personas de generaciones posteriores a la suya, o algunos jóvenes de ahora. Nuestro tipo de crianza choca con el de muchos, y a menudo nuestras generaciones anteriores  lo consideran moderneces o modas pasajeras, y fue bueno comprobar que para ella, eran cosas obvias. Y es que ella viene de una época en que las mujeres lo hacían todo tal como les dictaba el instinto y como lo veían hacer a sus comadres, no como ahora, que estamos desconectadas y aprendemos de libros o artículos.

LA TETA ES LO MEJOR

Fue lo primero que nos dijo, que ella crió a sus 4 hijos así, y que a uno de ellos con sólo leche en uno de los pechos. Explicó que le hicieron unos cortes en el pezón porqué los tenía planos (omg, qué barbaridad!!), y aún con las heridas abiertas, no dejó de amamantar. Nos contó también, que uno de sus hijos cogió el tifus, y que gracias al pecho, únicamente con sus nutrientes y defensas, salió adelante. Todo un ejemplo de como las mujeres creían en su capacidad de lactar o de la calidad de su leche, aún con dificultades, no se cuestionó ni un momento poderlo hacer.

Hoy día, desde que estás embarazada, escuchas cientos de veces: darás pecho «si puedes», «ojalá» tengas leche, «intenta» darle teta al menos los primeros días/meses, no pasa nada «si no puedes», si no tienes «suficiente» leche, si tu leche no es «buena» … es tanta la duda por desconocimiento, que siembran la desconfianza en nosotras, y partimos de la base que la lactancia es algo difícil, que no está en nuestras manos, que depende de la suerte. Y claro que existen dificultades, pero lo normal es que se pueda pese a ellas, ya que es muy mínimo el porcentaje de mujeres que de ninguna manera pueden dar el pecho. No hay casi nada que no se pueda solucionar con confianza y con una buena asesora de lactancia. Antes, al no partir de la desconfianza y no tener la facilidad de adquirir leche de fórmula, no fracasaban tantas lactancias como ahora.

Decía orgullosa que ella se sacaba la teta dónde hiciera falta, y que no entiende el pudor y el escándalo que algunos le ven a alimentar a un bebé en público con lactancia materna. Esto es algo que a muchas no nos importa, pero por desgracia existen el pudor y las miradas sucias. Los pechos se tienden a ver más como un objeto sexual que como proveedores de alimento… Se percibe normal llevar un escote sugerente pero para amamantar a tu hijo prefieren que te tapes o escondas.

CHUPETE, ¿PARA QUÉ?.. HABIENDO TETA! 

Me preguntó si le daba chupete, y al contestarle que no, que lo calmaba con el pecho, me dijo que hacía muy bien. Hablamos de como les consuela la teta, de que sirve de mucho más que de alimento, lo beneficioso que es el calorcito y la seguridad que les da el contacto con el cuerpo de mamá. Me dijo: dale toda la teta que quieras, y mímalo mucho! Que esté a gustito ahora que puede, que en la vida ya se sufre mucho.

Lo típico es es que te recomienden las bondades del chupete, ese gran invento, lo tranquilos que se quedan ellos y los padres a su vez. Pero lo mismo consigue la teta, con el beneficio añadido de vincular ese efecto de calma a su madre, en vez del auto-consuelo. A esto, muchos dirían que eso les hace dependientes, que mimar y consentir a los bebés es un error… Nada más lejos de la realidad, está demostrado que debemos atender sus necesidades emocionales ya que ellos no tienen la madurez para autogestionarlas. Mimad a vuestros hij@s, que ya tendrán años por delante de independencia y tenerse que buscar la vida. Aprovechad ahora, que luego echareis de menos que os necesiten tanto! 😉

INSTINTO, CRIANZA CON APEGO Y RESPETO A LAS NECESIDADES DEL BEBÉ

Al ver que lo llevaba en la mochila me dijo: qué a gusto van ahí dentro!! No vaticinó como hace casi todo el mundo, que me dolería la espalda, que cuando pese más ya veré, que el carrito es mucho más práctico, que si puede ser malo ir ahí tantas horas, que se malacostumbrará a los brazos… Ella vio en seguida el lado positivo, y sin haberse informado previamente de los múltiples beneficios del porteo (no me extenderé ahora pues dan para otro post), se centró en que era lo mejor para el bebé.

La bisabuela de Biel entiende perfectamente que esa necesidad de contacto tan pasional que tienen los bebés es sana, normal y necesaria. En ningún momento vio raro que colechemos, que lo portee, y que estemos disponibles para él en todo momento. Para los bebés, el cuerpo de su madre es su lugar seguro, es una cuestión de supervivencia, están programados para eso. Instintivamente saben que sin el calor, la protección y el alimento cerca, morirían. Si no se sienten seguros (aunque no lloren pueden sentir desamparo) segregan cortisol, algo que les hace vulnerables a enfermar y puede marcarles de por vida.

OPINÓLOGOS, NO GRACIAS.

Cuando estás embarazada o eres madre primeriza recibes consejos, sin pedirlos, por todas partes, y además, se pone en tela de juicio como vas a hacer ciertas cosas. Te repiten tanto las cosas (normalmente son siempre los mismos temas) que si no te informas por tu cuenta, o dejas a tu instinto tomar las riendas, puedes acabar haciendo las cosas por inercia y luego arrepentirte de no haber tomado tú las decisiones. Te dicen: si lo coges en brazos siempre te tomará el pelo, si duerme en vuestra cama no lo sacarás nunca, no pasa nada por dar chupete/biberón/papillas… Obviamente no pasa nada, pero se trata de que lo hagas tomando la decisión, no por falta de apoyo o recursos.

Los padres primerizos no necesitan tantos egos con más experiencia que tu, sino creer en ellos mismos y confiar en que hacen las cosas bien. Para eso: menos hablar y más escuchar sus puntos de vista, apoyo, y respeto a su forma de criar. Las frases tipo: todos los bebés son de tal manera, o lo mejor es tal, o lo que le pasa al bebé es que tiene sueño/hambre/dolor de barriga… son erróneas. Nadie conoce mejor a su hij@ que su madre o su padre, es algo que me dijo la bisabuela cuando Biel lloró. Muchas veces, cuando ven a un bebé llorar, no pueden evitar hacer una porra: seguro que tiene sueño, dale teta a ver, tendrá frío que lleva muy poca ropa (esto te lo dicen sin que lleguen a llorar, es la frase comodín), será que le duele la tripa…

Cuando su bisabuela lo tenia en brazos y se le puso a llorar, me lo pasó y dijo: mira a ver tu que lo conoces mejor que nadie, sin más. Es de agradecer, porque aunque una sabe que conoce a su hijo, es bastante agobiante que empiecen a hacer suposiciones sobre qué le pasa, como si tu sola no pudieses «arreglarlo». Supongo que te vas impermeabilizando a los comentarios, pero cuando estrenas maternidad, generan ansiedad e inseguridades. Además quienes dicen esas cosas, suelen ser madres experimentadísimas, por lo que te pueden hacer dudar de tu instinto cuando tienes que estar conectada a él más que nunca. Quienes hablan sin tener en cuenta lo vulnerable que estás, es porque no se acuerdan ya de como lo pasaron cuando estaban en tu situación, es triste que se olviden…

En cuanto a las otras afirmaciones, las consecuencias del tipo de crianza solamente os incumben a ti y a tu pareja. No se trata de quien está en lo correcto, sino de que cada familia haga las cosas a su manera, sin coartarles con opiniones o experiencias.  Creo que todas las madres y padres intentan hacerlo lo mejor posible. Está en su mano informarse o pedir consejo, pero si no lo piden, demos por hecho que son adultos y saben lo que hacen. Si no compartimos, respetemos igualmente, y si no entendemos, podemos preguntar, que seguro tienen motivos de peso para hacer lo que hacen. La maternidad es un continuo aprendizaje y cada familia debe encontrar su camino por si misma, las experiencias de unos no tienen porqué servirles a otros.

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Abrazos mamíferos ❤

Porteando con mochila y fular elástico

Hace un par de semanas que nos ha llegado una mochila, y quiero contaros qué tal la experiencia, aunque ya os adelanto que estamos encantados con ella!!

Para mi cumpleaños, nos visitó mi madre con unas amigas, que nos hicieron varios regalitos y una colecta para el fondo de los pañales de Biel (os estamos muy agradecidos!). Y además, una de ellas nos dio algo más (mil gracias F.!!) para comprar la mochila que necesitábamos para combinar con el fular elástico. Como dice Hobbita, nunca se sabe cuántos portabebés necesitarás, ya que entre cacas explosivas y regurgitaciones, es muy posible que acaben en la lavadora pronto, y hasta que se seca el damnificado, necesitas un recambio.

Hemos optado por la Buzzidil standard, una mochila parecida a la Manduca, la cual nos han recomendado mucho y tuve oportunidad de comprobar que si, es comodísima. Se pueden cruzar las tiras de la espalda, y también usarse como un ombuhimo para no forzar el suelo pélvico, tiene muchos ajustes para comodidad del porteador y acomodarla también al cuerpo del bebé según vaya creciendo. Pero lo que más me gusta de esta mochila (además de sus diseños molones y lo fácil que es de colocar) son estos tres puntos:

  • Está toda hecha con tela de fular (algodón orgánico), por lo que es resistente, cómoda para el bebé, y muy ajustable a su cuerpo.
  • El panel se puede reducir y agrandar para poder llevar al bebé recién nacido siempre en la postura fisiológica de ranita, algo que con Manduca no es posible.
  • El modelo standard sirve desde los 2 meses hasta los 36 aproximadamente, así que tenemos mochila para mucho tiempo!

Existen dos modelos más, una «baby» que se puede usar desde el nacimiento hasta los 18 meses, y una «toddler»para bebés desde 8 meses y hasta los 4 años. Optamos por esta intermedia porque la podemos empezar a usar pronto y durará mucho. De hecho, aunque Biel todavía tiene 7 semanas ya la ha estrenado y va perfectamente cómodo en ella.

Esta mochila modelo «versatile» incluye mejoras como reductores de cinturón y tiras de espalda para tallas pequeñas, que hacen que la mochila se adapte a porteadores grandes o pequeños (de 60 a 120 centímetros de cintura) con rápidos ajustes, y además, vende por separado un extensor para hacerla más grande si hace falta. Estos ajustes también permiten que puedas acercar más la cabeza del bebé cuando se portea a la espalda. También han incluido un enganche que permite convertir la mochila en un «hipseat», un rápido asiento para cuando los bebés quieren estar en brazos y andar a ratos, o simplemente, llevarla doblada a la cintura. Para los modelos antiguos también venden este enganche para poderla convertir, y como accesorio también tienen una bolsita para llevar cosas pequeñas y colgarla en el cinturón.

La hemos comprado en la página de mibbmemima, que me gustó mucho por lo bien que explica los portabebés que vende con vídeos. Además, ofrece un servicio post-venta por si nos asaltan las dudas en casa. Nos estamos familiarizando con ella, y como tiene múltiples ajustes y posiciones para acomodarse tanto al bebé como al porteador, tenemos que aprender algunos trucos todavía. Tiene una capucha que se puede poner en varias posiciones o doblarla para hacer un refuerzo en el cuello. El bebé se puede llevar delante, atrás o a la cadera, y para dar el pecho, solamente hace falta alargar la tira del lado que quieras, muy fácil!!

De momento, la sensación es muy buena, comodísima, muy fácil y rápida para subir al bebé. Para recados cortos es muy práctica comparada con el fular, si la llevas ya ajustada a tu tamaño, la puedes llevar atada a la cintura y solamente tienes que montar al bebé y subir las tiras de la espalda. Para caminatas largas también he comprobado que es muy cómoda, no se carga la espalda ni se clava por ninguna parte, el reparto del peso es como el de una buena mochila de montaña. Al ser una sola capa de algodón apenas da calor, mucho más fresca comparado con el fular elástico que va pegado al cuerpo.

Los únicos contras que le he encontrado es que las tiras son bastante anchas, al menos para personas pequeñas como yo, y no se aguantan  bien hasta que cierras la tira del esternón. Aunque no molestan nada porque son cómodas, ni se caen al cerrar el enganche que las une. LLevando las tiras cruzadas es un poco incómodo sentarse ya que al apoyarte sobre la espalda te clavas alguna cosilla, pero está pensada para andar, y si vas a usarla sentada es mejor llevarlas sin cruzar como una mochila y sin problemas. Solamente puede molestar el enganche del esternón si lo llevas bajito, pero llevándolo alto no. Si me siento lo abro y luego lo vuelvo a cerrar, algo que cuesta un poco según la altura a la que lo lleves, pero eso pasa con todas las mochilas de este tipo. Nos falta probarla a la espalda y cadera, así que de momento no os puedo contar qué tal funciona así.

El paseo que hemos hecho esta semana 🙂

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Por otro lado, seguí practicando con el fular, y pude hacer la cruz envolvente con Biel a cuestas!! Os conté ( aquí ) que con el preanudado básico no me encontraba cómoda del todo, y Hobbita ( podéis leer sus experiencias con el porteo en su blog )me animó a probar este. Al principio no me atrevía por miedo a no saber sujetar a Biel y hacer el nudo a la vez (el preanudado se anuda antes, como indica su nombre, y después metes al bebé). Y me gustó mucho el resultado, es un nudo cómodo para la espalda, y más fresquito. El ajuste es mucho mejor, y Biel fue mucho más cómodo, ya que no va tan tapado por arriba. Además, conseguí sacarme a Biel y volverlo a meter sin deshacer el nudo. No se como, pero conseguí convertirlo en un preanudado, aunque forzando bastante la tela, claro, y supongo que cuando Biel crezca ya no será posible esta opción. Al final, le voy a coger el gusto a esto de los nudos, y ya le voy perdiendo el miedo a hacerlo con Biel encima y sola. Os dejo un par de fotos del nudo (orgullosa que estoy!), veréis que está demasiado bajo, pero lo rectifiqué después 😉

 

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Abrazos mamíferos ❤

 

Porteo con fular elástico

Tengo de momento muy poquita experiencia porteando, pero de momento, ha sido muy positiva. El concepto llevar al monete (así es como le llamamos con amor papá y mamá mamíferos) pegadito a nuestro cuerpo, relajado y tener las manos libres nos encanta. Como os dije, tenemos un fular elástico, que es muy cómodo, suave y amoroso. Me gusta mucho y no me arrepiento de la elección, sin embargo, hemos encontrado algunas lagunas en este sistema de porteo y algunas dificultades que esperamos mejorar.  Así que voy a contaros lo que nosotros le vemos de positivo y lo que no nos gusta tanto del fular elástico. Son puntos que a nosotros en concreto nos convencen o no, pero cada familia y cada bebé tienen unas necesidades distintas por lo que esto es muy subjetivo.

THUMBS UP!!

  •  Nudos: permite una gran variedad de nudos que se adapten a las necesidades del porteador o del bebé, por eso los fulares son los portabebés más versátiles.
  • El fular, tanto elástico como semielástico o tejido, es el sistema de porteo que mejor se ajusta al tamaño del bebé. Ofrece un ajuste perfecto a su cuerpo, por lo que es completamente respetuoso con la postura fisiológica de ranita y la curvatura correcta de la espalda que necesita un recién nacido.
  • El algodón elástico es muy suave y cómodo tanto para el bebé como para el porteador al no tener costuras ni nada rígido que se clave.
  • Se puede dar el pecho perfectamente, yo lo he hecho de momento en la posición de ranita (preanudado en cruz) y en la de cuna con el mismo nudo. Dar el pecho sin manos, de pie y poder hacer cosas mientras tanto es una gozada.
  • Va muy calentito al estar en contacto con el porteador y envuelto en varias capas de tela.
  • El vaivén y el suave rebote que da la tela elástica al estar en movimiento le relaja muchísimo, debe recordarle a cuando estaba en mi barriga. Si se pone nervios@, basta con andar un poco, balancearnos, o si estamos sentad@s mover un poco los ombros y en seguida se relajará.
  • Es fácil que se duerma en segundos y aguante ahí una buena y larga siesta. Cuando coge el sueño ahí dentro, es difícil que se despierte y coja un berrinche si no tiene una razón de peso.
  • Es muy cómodo para llevarlo en casa y hacer cosas mientras tanto.
  • Para pasear fuera de casa es también muy práctico, e incluso para comer con él colgado en un restaurante.
  • Si la postura del porteador y la del bebé son óptimas (hay que conseguir que la tensión sea la adecuada), la espalda no sufre, el peso va bien repartido y puedes estar horas con él sin molestias.

 

THUMBS DOWN…

  • Nudos: hay que aprender, y practicar mucho. De momento solamente dominamos el preanudado, y a veces no conseguimos la tensión adecuada para que no quede ni demasiado bajo ni apretujado… Es cuestión de rodaje, así que este punto espero poder anularlo en breve 😉
  • Si tienes que ponerte o quitarte el fular lo arrastrarás por el suelo, eso no mola.
  • Ponerse el fular requiere de ambas manos y destreza, todo esto con un bebé en brazos que todavía no sostiene la cabeza… Por todo esto, no me parece un sistema de porteo adecuado para ir con prisas y colgar/descolgar al bebé yendo sola, al menos de momento que no tengo práctica y que Biel no se sostiene solo. Por esto mismo, no me atrevo todavía con nudos sin preanudar, mucho menos aún estando fuera de casa sin ver los tutoriales.
  • Temperatura: el fular da calor, tanto al bebé como al/la que portea. Eso es un punto a favor cuando hace frío, claro, pero en verano lo imagino un poco agobiante, al menos con este elástico (algunos tejidos son de telas más fresquitas) y con el preanudado (otros nudos son más fresquitos). Ahora todavía hace fresco y he pasado calor casi cada vez que he porteado. Estando en casa es fácil, vamos con poquita ropa, o directamente piel con piel (perfecto para dar el pecho) y es comodísimo. Para ir a pasear y estar al aire libre también es perfecto yendo con las capas de ropa adecuadas. Pero fuera de casa, el dilema es que si te abrigas demasiado (lo mismo pasa con el bebé), cuando entres en un sitio con calefacción (aquí la diferencia de temperatura es considerable) tendrás calor, y tendrás que bajar al bebé, quitarte el fular, ropa sobrante, volver a anudar el fular y subir al bebé, y cuando salgas, repetir la acción a la inversa, además, dependes de que alguien te sostenga al bebé mientras tanto… Este punto no tendría importancia estando en otro clima o estaciones menos extremas, o simplemente con ropa de porteo (abrigos, cobertores…). Yo de momento no tengo, pero me estoy planteando que será necesario de cara al invierno que viene tener al menos un abrigo, e incluso currarme un polar para entretiempo como ha hecho Hobbita (os lo muestra en esta entrada).
  • Poco práctico también para hacer varios recados en coche, ya que se pierde mucho tiempo entre meter y sacar al bebé de la sillita y del fular. Prefiero portear ratos largos sobre todo para no molestar al bebé.
  • Meter ahí dentro al bebé cuando está modo cabreo-on es sumamente complicado y estresante, sobre todo para él. Si está dormidito o relajado, sin problemas, pero si te lo metes cuando ya no sabes que hacerle porqué está tontorrón, el cabreo que coge se multiplica al sentir que le limitas los movimientos, además de darle un sofocón con el calor de tu cuerpo y el berrinche. Si metes al bebé nervioso es difícil (al menos para mi de momento) saber si le estás colocando la pelvis bien, si las piernas están alineadas y a la altura adecuada… ya que está tenso y moviéndose constantemente. Si intentas ponerle las capas que le sujetan la cabecita, le harás incrementar el cabreo, luchará por liberarse de la tela echando la cabeza atrás, y tendrás que estar muy atent@ mientras acabas de colocarlo para que no se desnuque… además de que no ladeará la cabeza como tiene que llevarla hasta que se relaje, así que tendrás que sujetar su cabecita hasta que entre en modo zen. Biel, se pone rojo como una bombilla y lucha contra todo, hasta que no botas durante unos eternos minutos, entonces si, se calma.

Parece que sean muchos inconvenientes, pero creo que son solventables, y en general, la experiencia es muy positiva. Pesan mucho más los puntos a favor, y creo que es un sistema de porteo muy adecuado para recién nacidos (hasta los 8kg como recomiendan, ya que entonces rebotan demasiado por el peso). En las situaciones en las que portear con fular elástico es cómodo y para ratos largos, es realmente un gran sistema, no lo cambiaría. Eso si, complementaria con una mochila, que creo sería más práctica para otras situaciones.

¿Cual es vuestra experiencia porteando?

¿Alguna idea para solventar nuestros inconvenientes?

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Abrazos mamíferos ❤

¡Regalos para nuestro bebé!

Este, va a ser un mes intensivo de nidificación, preparativos, compras, y toma de decisiones respecto a todo lo que necesario para la llegada de nuestro bebé. Aprovechamos este mes porque todavía estoy ágil y me encuentro bien, y además tengo a Mamífero más tiempo en casa por lo que podemos movernos y hacer más cosas.

Mamífero tiene un período semivacacional, significa que solamente trabajará sábados y domingos, y como cobra por horas, eso es bueno y malo a la vez. Malo por el sueldo, y bueno porque ha estado haciendo muchas horas durante muchos meses, con un solo día de fiesta, y ya se merece un descanso. Y aunque no son vacaciones propiamente dichas (no va a tener este año, se las guardan para el que viene cuando nazca el peque) es un mes en el que puede recuperar fuerzas.

Amigos y familia, como sabéis, nos están brindando mucha ayuda, regalándonos cositas nuevas y de segunda mano, tejiendo ropita artesana y única, e incluso, colaborando con dinero. Puedo asegurar que los bebés no solo traen un pan bajo el brazo y mucha felicidad, sino también tribu: personas maravillosas que se implican para que no nos falte nada. Y como cada gesto, es una nueva alegría, merecen un post, y agradecimiento uno a uno.

Mi madre, ha empezado a tejer una mantita de lana, preciosa. Ella tiene la ilusión de hacer algo a mano para su nieto, y a nosotros nos emociona ese gesto. Esta manta y la ropa tejida por mi tía, los considero algo que al ser hecho con tanto amor por un familiar, serán cosas que guardaré para cuando nuestro hijo se haga mayor, para tener un recuerdo de sus abuelas que le quieren tanto ya antes de haber nacido.

Escogió la lana naranja porqué le comenté que quería una mantita de ese color para cuando nazca, ya que he leído que los tonos rojos y anaranjados, por ser los que percibe el bebé en el útero, dan seguridad y reconfortan a los bebés recién nacidos, que se ven sobrecargados de estímulos, luz y multitud de colores nuevos. Así que, esta mantita, vendrá a recibirle al hospital el día de su nacimiento 🙂

Así de bonita va quedando…

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Mi tía, sabiendo que queríamos saquitos- pijama, encontró este. Compró el mismo en dos tallas distintas para cuando crezca, un regalo muy útil, y es precioso.

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Esta semana, ha venido a visitarnos la mamá de Mamífero, comimos juntos y pasamos un día muy bonito y soleado. Además, nos ha traído un montón de regalitos muy útiles. Como sabe que preferimos lo ecológico siempre que sea posible, se preocupó de buscar una tienda de productos para bebé, y se fue hasta el barrio de horta a visitarla. La tienda se llama Plisplau, y además de tienda física, tiene venta online con muchos productos interesantes, os dejo la web.

Nos trajo lo que podéis ver en la foto:12204707_10206438674459322_594171876_n

  • Discos de lactancia algodón Imse Vimse (3 pares).
  • Discos de lactancia de lana y seda (un par).
  • Discos de lactancia deshechables.
  • Dou-dou de algódon y lana.
  • Toallitas deshechables Pingo.
  • Pañales deshechables Pingo para recién nacido.
  • Lana curativa.

Los discos de lactancia son justamente del tipo que había pensado comprar, de la marca Imse Vimse. Me gusta mucho porque trabajan con algodón orgánico, tengo pensado comprar también las toallitas, y compresas de tela que hacen. Y los deshechables creo que serán muy prácticos también para combinarlos.

Los pañales para recién nacido nos vienen muy bien por si al nacer, los de tela le quedasen demasiado grandotes. Siempre está bien tener el recurso deshechable para momentos puntuales, tanto pañales como totallitas, aunque los usemos preferentemente de tela.

El dou-dou es bonito, suave y tierno, y si lo agitas suena, pero muy poquito. Está pensado para que papá o mamá lo impregnen de su olor, y después se lo dejen al bebé para que duerma más tranquilo. Nosotros colecharemos (con cuna adosada), pero para las siestas de día puede ser un recurso muy bueno para que se sienta más seguro.

El gran descubrimiento ha sido la lana curativa, no sabía de su utilidad, y me ha sorprendido gratamente. Es lana sin tratar, de ovejas criadas ecológicamente, y tiene muchas propiedades. Principalmente, para irritaciones tanto del culito del bebé como de los pezones, se coloca un trocito sobre la zona, y la lanolina calma la irritación. En las instrucciones dice que se puede reutilizar una o dos veces poniéndolo unas horas al sol para eliminar gérmenes.

Me ha parecido un recurso natural y muy versátil. La lana da calor y protege a las ovejas, y de la misma manera, nos ayuda a nosotros. Buscando por internet, he encontrado las múltiples aplicaciones que los pastores descubrieron que tiene, son estas:

  • Para los hongos de los pies (entre los dedos).
  • Bronquitis, tos o catarros: colocar un trozo envolviendo y cubriendo el pecho.
  • Eccemas de la piel.
  • Infecciones de orina: colocar lana sobre las caderas, llevar medias o plantillas de lana.
  • Artrosis: Compresas de lana sobre las articulaciones.
  • Insomnio: Dormir envuelto en lana y con un trozo bajo la cabeza.

Carriwell_Lace_Nursing_Bra_Negro-600x600También, me he dado el lujo y me he hecho un autorregalo, gracias a un dinerito que nos han enviado unas buenas amigas (gracias L y F sois estupendas <3). Me he comprado por fin 3 sujetadores de lactancia. Como os dije, desde el principio del embarazo me crecieron los pechos, y mis viejos sujetadores ya no daban de si, por lo que me dolía la espalda, estaba incómoda, y hasta tuve una contractura en un lado del pecho durante un par de semanas. Así que, después de mucho buscar, tenía localizado un modelo que se ajustaba bastante a lo que quería: tipo top deportivo, tirantes anchos, cruzado por detrás, sin cierres ni aros, y sobre todo, que el material principal fuese algodón. El modelo que he escogido es el de la foto, de Carriwell, dos en negro y otro blanco. Están pensados para que escojas tu talla según la que usabas antes del embarazo, yo tenía una 95, entonces, me correspondía la más grande: XL.

Hice un pedido en la tienda online de Oh! la luna, aprovechando que tenía un 10% de descuento por haber participado en un sorteo por su sexto aniversario. Os recomiendo esta web, ya que han sido muy amables respondiendo a mis dudas, y el servicio ha sido muy rápido, lo pedí un día por la tarde, y me mandaron un SMS informándome de que lo recibiría hoy (menos de dos días) antes de las 19horas. Y si, esta mañana ha llegado el paquete, con una targetita de la tienda y una muestra de leche de caléndula Weeleda de regalo.

El sujetador ha resultado ser muy cómodo, es como si no llevase nada, como una camiseta de tirantes corta. Sujeta bien sin apretar, y el tacto de algodón es muy suave. Me queda un poco holgado, así que, con la subida de la leche, no tendré problemas de «espacio». Y para dar el pecho, como tienen el escote muy pronunciado, ya veis que es fácil acceder.

Y la última cosita que os quiero contar, es que gracias a un sorteo de la página Crianza y contacto emocional (tambiénPortada-libro-completa1 en facebook), he ganado un libro que me ha llegado hoy también. Se titula Porteo en situaciones especiales, y la autora es Julia Bernal. Ha sido muy amable, se puso en contacto en seguida y nos ofreció un descuento para otro de sus libros: «Antes de ser madre…», que, aunque no lo he podido encargar porque este mes son muchas cosas, me parece también muy interesante. Nos ha llegado, delicadamente envuelto, y con una bonita dedicatoria para los dos, su targeta y un punto de libro.

Es un manual de porteo que estoy deseando leer, con fotos muy ilustrativas, entrevistas a profesionales, características de los distintos tipos de portabebés… Y algo muy significativo: habla de las familias que portean a niños especiales, del duelo que representa tener un bebé distinto, y la transformación mediante la aceptación del hecho. Me parece muy humano por su parte darle este enfoque, y tener en cuenta las circunstancias especiales, mostrando el porteo como un sistema inclusivo, para bebés y familias de todo tipo.

Cuando lo lea, le dedicaré una entrada explicando lo que hemos aprendido con este libro, que seguro que es mucho. Gracias Julia por este práctico regalo que nos ayudará a iniciarnos como porteadores, y a establecer con ello un vínculo tan especial con nuestro hijo.

Como veis, esta siendo productivo el mes de noviembre, y ¡la semana que viene mas!

Nos iremos con mi madre y mi tía a Ikea a comprar cuna, mueble para la ropita y algunas cosillas que nos hacen falta, ya os contaré 😉

 

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Abrazos mamíferos ❤