Para muchos, tener hijos es algo que sucede, sea buscado o encontrado. Se supone que es tan sencillo como dejar de poner medios y quererse mucho. Pero para muchas otras personas, es una verdadera odisea, que conlleva mucho sufrimiento, esfuerzo, valor, dedicación, energía… Tanta implicación repercute en nuestro estado anímico y en la salud. Pero no solo eso, también puede afectarnos como pareja, o a nuestra economía, a la vida social y familiar, al trabajo…
Los que no han pasado por ello no nos entienden, para ellos es un regalo de la vida al que no han esperado y desesperado, sufrido por su ausencia, ni luchado para consguirlo, ni perdido cuando pensaban tenerlo, ni llorado cuando lo imaginaban… Nosotros si, durante años quizá, y duele cada día, cada ciclo perdido, cada aborto, cada problema que se cruza en nuestro camino.
Nos sentimos solos, incomprendidos, nadie parece querer escuchar tu dolor, tu duelo, tu pena… Pocos preguntan, y muchos opinan. Te dicen que eres joven, que no te preocupes, que cuando menos te lo esperes lo conseguirás… o peor, te dicen que con esa actitud no lo haces bien, y te sientes culpable, impotente, no puedes tomártelo bien.
Solamente tú y tu pareja sabéis por lo que estáis pasando, todo empezó con alegría y optimismo, como todas las parejas, ¿que habéis hecho mal? Ya lo habéis probado todo, y nunca llega. ¿Porque nosotros? Te repites esa pregunta mil veces, y no hay respuesta.
Tus amigas, hermanas, cuñadas, compañeras de trabajo, vecinas, la clienta a la que atiendes, conocidas y desconocidas van quedando embarazadas. Todo a tu alrededor rebosa vida, y tu tan vací@. Te duele en el alma sentirte así, pero no lo puedes evitar. No puedes compartir el dolor que sientes al verles, no lo entenderán, te juzgarán.
Nadie entiende porque no puedes sonreír, te lo recriminan, y te sientes egoísta por no estar a la altura. Eres tu quien actúa distinto, te sientes fuera de lugar, y te lo hacen saber: estás mal, lo haces mal, no te queremos ver así, cambia la cara, no te lo tomes así, no es para tanto, peor sería si… O simplemente no dicen nada, te ignoran a ti y a tu realidad. Quieren que seas la persona que eras antes, ahora no les sirves.
A tu alrededor ves familias con hijos, algunos no parecen felices, otros se quejan… Que dura es la maternidad, que cansad@ estoy, mi vida no es lo que era, a ver cuando empieza el cole y desconectamos, no tengo tiempo para nada, mis hijos me agotan… Y tu piensas lo injusta que es la vida.
Lo deseas demasiado, quizá no sea el momento, ser madre no es lo único en el mundo, se puede ser feliz sin hijos, si no te relajas no lo conseguirás, no pasa nada por adoptar, tómate un respiro, no puedes tomártelo tan a pecho, no es tan grave, ya está bien de darle vueltas al tema, no te lo tomes así, cuando seas madre/padre ya te enterarás de lo que es sufrir, no pasa nada, hay muchos avances en tratamientos de fertilidad, fulanita no podía tener hijos y ya va por el cuarto, menganita lo consiguió relajándose y yendo de vacaciones, cuando menos te lo esperes ocurrirá, ya está bien con ese tema, piensa en otras cosas …
Tantas tonterías te dicen, tan fáciles de pronunciar desde el otro lado, tan vacías de sentido, consuelo y empatia…
Y tan pocas veces escucharás: te comprendo, tienes derecho a sufrir, lo estás haciendo muy bien, lo que sientes es normal, te apoyaré en lo que necesites, me importa lo que estás sintiendo, respeto tu sentir, entiendo que esto os afecte, es muy injusto lo que os pasa, es humano derrumbarse, respeto tu dolor, es lógico que te duela ver niños/bebés/embarazadas, la situación es muy difícil pero sois capaces de superarlo, admiro vuestra determinación, estáis haciendo lo correcto, si lo necesitas hablamos de ello, ¿como lo lleváis?
Vas al médico y te pregunta si tienes hijos y te parte el alma la respuesta que le tienes que dar. Ves un bebé y sientes que tu estómago se encoge de dolor. Te cruzas con una embarazada o una pareja con un bebé y sientes que eso nunca os pasará a vosotr@s. En las noticias hablan de un bebé abandonado y quieres matar por él. Ves a un padre/madre gritar, ignorar o despreciar a su hijo y te dan ganas de partirle la cara. Llega la menstruación y te duele como si perdieses un hij@… Realmente lo has perdido, todas las esperanzas puestas en ese óvulo se van cañerías abajo.
Volver a empezar cada ciclo, cada tratamiento es esperar una eternidad, quizá para nada. Cada día parece tener el triple de horas. Mes a mes te desgarra la realidad de sentir que estáis siempre en el mismo punto. Cada pérdida sientes que has perdido un trozo de ti mism@ que no recuperarás. La candidez y la inocencia se han ido, hay huecos que debes reparar para continuar y se te agotan los recursos.
Un test de embarazo negativo os fulmina, un test de embarazo positivo os da miedo. No dais nada por seguro. La desconfianza y el miedo a volver a tener una decepción os corta las alas y solo podéis esperar con el corazón en un puño, desde la distancia para que duela menos. Pero si duele, y no por más acostumbrarse duele menos.
No quieres cumplir años, eso lo hace más difícil, más lejano. Las fechas señaladas son otro contador más del tiempo que ha pasado. Cuesta seguir viviendo mientras tanto, y nadie te lo pone más fácil porque no te pasa nada.
El mundo se empeña en convencerte de que no es tan grave y tu solo necesitas algo de empatia, reconocimiento, saber que no estas loc@. Te dicen que no tienes motivos para llorar, que eres débil, exageras, que debes seguir adelante, no te puedes hundir. Y eso te hunde más y más.
Te preguntas si volverá a ser como antes, y sabes que no, que esta experiencia os ha cambiado. ¿Merece la pena? Si, claro que si. Seguiremos persiguiendo nuestro sueño hasta que podamos.
A tod@s mis compañer@s con problemas de infertilidad, esterilidad, pérdidas a sus espaldas, o que carecen de medios, pareja o posibilidades para concebir un hijo; que llevan tanto luchado, tanto perdido y tan poco valorado:
Os admiro, sois más fuertes y valientes que la mayoría, que no os digan lo contrario. Los que hemos pasado por esto sabemos lo que vale un/a hij@, lo que somos capaces de soportar, lo buenos padres y madres que somos aunque no tengamos a nuestros hij@s aquí.
Somos madres y padres invisibles en esta sociedad, pero lo somos.
Si te ha gustado lo que has leído, no dudes en compartir, comentar, darle a me gusta y seguir mi blog! Gracias por leerme 🙂
Abrazos mamíferos ❤