17 semanas: cumple 4 meses!!

Tengo el blog un poco olvidado porque entre el calor-cansancio, y que he tenido visitas estas semanas, no doy mas de si. Aprovechando que Biel se me acaba de dormir solito (no se cuánto durará, suelen ser 10-20minutos como mucho de calma…) abrazado a un cojín con el que estaba jugando, intentaré contaros como fue su semana 17 de vida extrauterina.

Cumplió los 4 meses el pasado 24 de junio, que mayor!!

Y yo también me hago mayor, porque me salió mi primera cana, yeah! Para mi es motivo de alegría porque siempre me han gustando mucho las cabelleras grises, pero estoy muy lejos de conseguir tener una todavía… La semana pasada la descubrí en el cepillo, pobrecita, ya no está conmigo… Con el orgullo con el que la llevaría, si la hubiese descubierto antes! Era laaarga y blanquita, más lustrosa ella!

Biel, como os he ido contando en entradas anteriores, está hecho un destroyer, y esto irá a peor, me temo… Pero me encanta!! Tiene mucho carácter, es fuerte, obstinado e indomable, tiene mucha personalidad. Muy al margen de todo, muy él, como su padre, y muy punki como su madre.

 

Es muy brutote cuando juega, se da golpes con los puños en la tripa cuando está emocionado, tan fuerte, que a veces tose o regurgita. Culebrea, repta, descubre mundo, y se frustra muchísimo también cuando trata de alcanzar algo y no lo consigue. Yo opto por observar, e intervenir lo mínimo, para que sus logros le llenen más.

Con los espejos, ya os conté que se sonríe a si mismo y a mi desde hace bastantes semanas, y ahora hemos empezado a hacer otros juegos. Con la mochila en la espalda, le saludo de perfil para que se gire, para después girarme y hacerlo por el otro lado. El primer día lo hicimos así, yo le llamaba y él se giraba. Pero ahora ya se sabe el cuento y cuando me giro, gira él también la cabeza porque sabe que apareceré al otro lado… que listo mi monete!!

Algo nuevo que descubrió durante la semana 17, fue a él mismo reflejado en el espejo de la mantita de juegos. Ya se tenía visto en el espejo del baño, el del pasillo cuando nos ponemos la mochila, en el ascensor… pero siempre yendo en brazos. Pero ahora se ha visto él solito y se pasa buenos ratos examinándose a si mismo bien de cerca 🙂

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Durante esta semana, le ha dado por chasquear la boca, se pasa el día haciendo ruiditos. Mete el labio inferior y lo chasquea, hace ruidos con la lengua… Y pone una cara muy graciosa, parece un viejete. Si le haces tu el ruido, él lo repite y se parte de risa.

También se ha enamoró de un elefante de peluche, muy suave, que compré hace muchos años pensando: cuando tenga un bebé, será para él/ella. Siempre le lanzaba los brazos para que se lo enseñásemos porque lo teníamos en el mueble del comedor (en casa en vez de figuritas de lladró tenemos peluches y frikadas adornando…), se lo lavé, y ahora es uno de sus mejores amigos junto con el gatito del ikea, el cerdito, el búho… la jirafa punki y el tigre (otros dos peluches míos que le he cedido). Aquí le tenéis con sus colegas animales-peluche (y su inseparble toalla-recogebabas-vomitador):

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Algo que es genial, es que ha empezado a alargar algo las tomas nocturnas, yupiyeah! Después de las noches de mil despertares cada pocos minutos, hemos avanzado para bien, una crisis del sueño de los 4 meses de manual. Todas las crisis tienen su final feliz, y aunque se pase mal, después, las actualizaciones madurativas son una gozada…No os creáis, 3 horas y media es lo máximo que llega a dormir del tirón, pero para el ritmazo que llevábamos es mucho descanso. Acostumbran a ser las primeras de la noche, luego ya, empieza a despertarse cada hora, hora y media como de costumbre. Así que solamente aprovecho una de esas fases largas, porque soy demasiado trasnochadora y  me voy a dormir más tarde que él, pero noto bastante el cambio. Se agradece hijo!! 😉

También tiene momentos muy tiernos, le gustan tanto la caña como los cariñitos. Como os conté, ya  lanza los brazos (se pasa el día estirando los brazos hacia lo que/quien quiere) o rueda hacia mi, y muero de amor. Además, cuando está al pecho o en brazos (sobre todo si le estoy consolando por algo o tiene sueño), me toca la cara, la acaricia suave, o me coge mientras me mira con mucha ternura. Es como si me dijese: quédate cerquita mami ❤

Estas semanas han venido los yayos canarios (mi padre y su mujer que todavía no le conocían), junto con su otra yaya, mi madre. Siempre que tenemos visitas en casa, él lo da todo, está a tope, riendo, jugando… hasta que se agota. Cuando hay jaleo y cambian las rutinas, le cuesta dormir durante el día, hace las tomas caóticas porque se distrae escuchando las voces, e incluso, deja de hacer caca… Pasa de hacer 3-5 cacas a hacer una solamente 😦

Se lo ha pasado muy bien con los yayos, porque él es feliz estando de mano en mano, pero acaba cansadísimo y no se como hacerlo para que descanse mejor cuando hay gente en casa. He probado yendo los dos a la habitación, pero me tengo que quedar con él todas la siestas o se despierta… Lo único que funciona es la mochila, pero si estamos dentro de casa y no hay movimiento se acaba despertando demasiado pronto. Lo único infalible es salir de paseo, pero con el calorazo, depende de a que horas, un paseo de 2-3 horas para que descanse suficiente no es muy apetecible…

Por cierto, un aplauso para mi madre, que se ha convertido en una yaya canguro y eso que ella tiene sus achaques, que no son pocos, y no puede estar cargando peso de pie. Aún así, me ayuda muchísimo siempre que viene, y el otro día , mientras yo comía, se colgó a Biel en la Buzzi, y en un par de minutos cayó rendido! Tan a gusto se quedó, que mi madre pudo sentarse en el sofá y reposar también. Cuando se despertó, se quedó mirándola extrañado con cara de: tu no eres quien me portea normalmente, pero he dormido tan bien!

Foto demostrando que las abuelas porteadoras son molonas:

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Últimamente le cuesta mucho coger el sueño profundamente durante el día, a veces se despierta a los 5 minutos de haberse dormido con una energía y ganas de jugar… Pero claro, a la media hora ya se vuelve a cansar y pasamos unos días más tontunos… Si no consigue hacer la siesta buena de 2 o 3 horas por la tarde (a media mañana suele hacer una corta), entonces tiene que hacer muchas cortas a lo largo del día. En ese caso poco margen tengo para hacer algo porque a cada poco necesita que le de teta para dormirse. Me salva el culo el porteo, pero entonces no puedo parar, porque si me siento, se despierta, y me paso el día cargada y haciendo cosas en casa.

Lo dicho: 20 minutos de sueñecito ha echado. Suficiente para teclear un rato 😉

Foto de uno de los momentos-milagro en que se quedó dormido solo, agotado de jugar:

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No os perdáis la entrada de las 18 semanas que saldrá en breve, que promete… una pista: va de pediasaurios y falsos mitos de la lactancia. A este paso, y como pienso lactar no interrumpidamente (es decir, hasta que uno de los dos lo decida), tendré material suficiente como para escribir un librotocho.

Si te ha gustado lo que has leído, no dudes en compartir, comentar, darle a me gusta y seguir mi blog! Gracias por leerme 🙂

Abrazos mamíferos ❤