Porteo a la espalda

Me hace mucha ilusión contaros que estoy experimentando el porteo a la espalda con la Buzzidil, y me encanta!!

Ya hacía tiempo que quería probarlo, porque para hacer cosas en casa, comer con él en la mochila, y con la temperatura veraniega, empezaba a ser molesto. Vientre con vientre se suda más puesto que es la parte más caliente del cuerpo, y aunque corra el aire, no tienes la sensación de refrescarte con él, y Biel acababa empapado. En cambio, a la espalda, apenas sudó, y era una delicia sentir el aire en el pecho otra vez!! Esta mochila, además, tiene la particularidad de poderse llevar como un onbuhimo, simplemente, desabrochando el cinturón. Algo que va muy bien si no quieres forzar el suelo pélvico, estás embarazada o te molesta la barriga por algún otro motivo, y es más fresquito al no llevar atado el cinturón que es muy grueso.

El porteo a la espalda es casi obligado cuando empiezan a pesar y abultar. Además de ser molesto el peso adelante, limita bastante la visión y el equilibrio llevar a un bebé grandote barriga con barriga.Yo soy pequeñita, y bastante torpe, así que cuando porteo adelante, siento que me falta perspectiva, y me siento algo insegura por tropezar con Biel encima. Además, al sentarme con la mochila, se me clavaba un poco el cinturón, y me llegaba su cabeza a  la barbilla. Algo que es muy incómodo para comer, y peligroso cuando Biel se despierta de buenas a primeras dando saltitos para que te muevas o le liberes.

El porteo a la espalda se puede hacer con el portabebés adecuado desde el momento en que te sientas segur@ para ello, siempre que el bebé tenga buen tono muscular y cierto control cefálico (que pueda ladear la cabeza a voluntad y aguantarla derecha mínimamente). Biel está fortote, y levanta la cabeza desde que nació. Eso, sumado a que le hemos porteado siempre, ha ayudado a que Biel tenga buen tono muscular en cuello y espalda. Así que lo podríamos haber porteado desde el primer mes, pero claro, primeriza, y siendo novata en esto de portear, da respeto… Igualmente, las primeras semanas es muy beneficioso el porteo ventral, el recién nacido agradece tener cerca el latido de tu corazón 😉

La otra condición para empezar a hacerlo, es que sea sin prisas, sin miedo, y sobre todo, conociendo bien tu sistema de porteo y sabiendo colocarlo con soltura. Y las primeras veces, recomiendo hacerlo con alguien que te ayude, que mire como va el bebé, y te lo sostenga por si acaso. También es muy práctico hacerlo delante del espejo hasta que lo tengas por la mano, y si estàs sol@, con una cama cerca, mucho mejor!

Creo que a todos nos da respeto colocar al bebé a la espalda por primera vez, es algo más complicado y peligroso. Así pues, necesitaba probarlo, pero no me atrevía a hacerlo sola la primera vez. Me lo colgué con ayuda de Mamífero, y no fue nada complicado, más fácil de como lo había imaginado! Así de bien colocado nos quedó:

Desde el primer momento la sensación fue liberadora, tener el peso atrás, el pecho libre, Biel tan a gusto viendo el mundo… Ya no vuelvo a portear delante si no es necesario. Recuperé la soltura al andar, el peso no molestaba nada, el calor tampoco, y a Biel le encantó el cambio de perspectiva 😀

Pasamos una tarde estupenda, nos sentamos en un parque a comer unos bocadillos, y Biel se quedó (oh, milagro, yo sentada y Biel en la mochila despierto, y sin liarla!) viéndolo todo desde la mochila. Después, obviamente, le sacamos para que explorase la hierba, tomase teta, y jugase con nosotros. Tengo que hacer un post con fotos cuquis del momento 😉

Al día siguiente, en casa, estaba muy necesitado de bracitos porque el día anterior fue muy intenso (después del parque, hicimos una compra, y luego una visita a unos amigos, por lo que apenas durmió un rato en el coche) y estaba cansado. Yo tenía muuuchas cosas que hacer en casa, y tocaba mochileo para que Biel tuviese su necesidad de brazos cubierta mientras yo aprovechaba para poner orden.

No me lo pensé, quería llevarle a la espalda. Y en un par de minutos, delante del espejo, me lo coloqué a la cadera, pelvis basculada, piernas correctamente, subí el panel, y le giré un poco agachándome un poco para que el peso fuese hacia mi. Subí una de las tiras (la del lado contrario a la cadera en la que melo coloqué) mientras con la otra le aguantaba, y ya pude ponerle ponerle en la espalda del todo y subir la otra tira. Entonces, se ajustan todas las tiras, cogiendo el peso del culete para que suba un poco y no cueste ajustar, y listo!

Biel se lo pasó pipa viéndose en el espejo y mirando como yo tiraba de aquí y de allá mientras le contaba lo que hacíamos. Fue fácil, sobre todo porque estaba de buen humor y colaborador, todo hay que decirlo… porque al día siguiente estaba empeñado en tirarse al suelo (casi tenemos un susto!) y tocar el espejo y no pude hacerlo sola (suerte que entonces llegó Mamífero).

En 5 minutos estaba frito, tardó un poco más que de costumbre porque esto de ir a caballito le da mucho rango de visión y estaba flipándolo. Y yo, ligera como una pluma!! No hay color entre agacharse para poner una lavadora, por ejemplo, con el peso y bulto adelante, o a la espalda. Lo mismo para barrer, cocinar, fregar los platos, tender… y mucho más seguro, dónde va a parar! Todo se hace más fácilmente, sin obtáculos, y sin tener que calcular constantemente por si le das con el mango de la escoba al bebé 😉

Yo confieso estar enganchada, se me van los ojos cuando veo la variedad de sistemas de porteo que existen, cada uno con sus ventajas particulares… Espero ir probando más, poco a poco, y cuando el presupuesto acompañe, claro. Tengo en mente adquirir una bandolera de agua para estar más fresquitos en momentos de puntuales de porteo, y sobre todo, poder ducharnos juntos y agilizar el tiempo.

Y mis objetivos a largo plazo son: un mei-tai evolutivo con las tiras chinadas porque creo que me irán mejor que las gruesas tipo mochila (por movilidad de mis minihombros, además de ser más frescas). Y un fular tejido, ya que tengo la espinita del fular elástico, con el que Biel no me permitió probar más que dos nudos porque no le gustaba ir tan apretadito. No se si por la calor del elástico, el tejido, o que era demasiado peque y todavía andaba muy bicho-palo cuando porteábamos (ahora no se pone tenso, si tiene ganas de mochila, casi siempre colabora). Así que tengo la esperanza de que con un tejido, ahora que sabe que el porteo es cosa buena, y yo estoy más segura, se nos de mejor… Que veo cada preciosidad de fular por ahí… además de la variedad de nudos que hay, y ando loca por experimentar!!

Lo dicho, yo me paso al porteo a la espalda desde ya. Y os lo recomiendo si no lo habéis probado, os cambiará la vida!! El porteo en general ya te cambia los esquemas, te libera los brazos, y te une a tu bebé todavía más… Es un estilo de vida!! ❤

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Abrazos mamíferos ❤

Porteando: la ropa

Si quieres portear a tu bebé, no todas las prendas son adecuadas, y en esta entrada voy a contaros qué es útil y que no, y como vestir a un bebé porteado. Nosotros porteamos cada día, así que es importante tener en cuenta qué ropa nos conviene tener para eso, y qué ropa no usaremos por no ser práctica.

Estuvimos usado el fular elástico los dos primeros meses (ahora ya no, la verdad es que nos da muchísimo calor y a Biel es el sistema que menos le gusta). Ahora lo hacemos con la Buzzidil standard, una mochila evolutiva como os conté en este post. Y para más adelante, cuando Biel se aguante sentado por sí solo, tenemos una Manduca que compramos de segunda mano. Aunque el fabricante la recomienda desde el nacimiento, la postura con el pañal no es la óptima. Y al no ajustarse punto por punto y tener las tiras enganchadas en el cuerpo de la mochila, no es lo más recomendable para bebés que todavía no se sientan por crear presiones en la espalda.

Paseando con nuestra Buzzi

Bien, sea cual sea el sistema de porteo que elijamos, las recomendaciones sobre el tipo de prendas adecuadas son las mismas. Para los porteadores, algo menos de ropa de la que usaríais según la temperatura que haga, ya que tener un bebé pegado desprende calorcito. Y lo mismo para el/la bebé, siguiendo una sencilla regla: una capa menos de ropa que le pondrías.

Al portear, se genera calor, aunque no la haga, el cuerpo contra cuerpo hace que tengas que portear liger@ de ropa tanto tu como el/la bebé. Siempre es mejor ir ligeros de ropa y en el caso de hacer frío, es sencillo cubrir al bebé con un chal por fuera, una mantita, o abrigo grande o especial para porteo. Mejor eso que llevarlo embutido en capas de ropa o prendas gruesas que pueden ser incómodas. Tened en cuenta, que en invierno, si entras a cualquier lugar va a estar muy caldeado, por eso es mejor abrigar al bebé por fuera, para que no pase calor en sitios cerrados. Y si hace calorcito, poquita ropa, o ninguna, que sudan como pollos!!

Es importante llevar ropa cómoda para vosotros obviamente, y tened en cuenta que debe ser cómoda y sin peligros para el bebé. Las cremalleras o botones se le pueden clavar, lo mismo a tener en cuenta si lleváis algún ornamento duro o que se pueda desprender y provocar atragantamiento o asfixia. También es importante que sea ropa de algodón o materiales transpirables, no sintéticos, para evitar irritaciones, alergias, calor… Hay que tener en cuenta que los bebés tienden a chupar la ropa, por eso es indispensable vestir con ropa limpia y sin perfumar, y si los tintes de ésta son naturales, mucho mejor 😉

Para los bebés, lo mejor serían las prendas de algodón finas, suaves, sin botones en la espalda, costuras gruesas, o detalles que se puedan clavar. Los bebés van un poco apretaditos para que con el movimiento no bailen dentro del portabebé, así que tienen que llevar ropa cómoda. La tela del portabebés no les molesta al estar prieta, pero un simple bolsillo con costura gruesa, un tejano o panalón gordito, unos corchetes y cremalleras en la espalda, hebillas, u otros adornos duros, o simplemente, que la ropa quede arrugada, puede ser muy incómodo para ellos.

Otra norma básica, es no portear con peleles ni polainas (pantaloncitos con pie) y de hacerlo, que le vayan bien grandes. Al ir sentados en el portabebé, la tela del pelele o el pantalón queda estirada, lo que puede hacer que quede tirante en el pie. Un pelele que quede estirado es molesto, y el pantalón apretando los deditos de los pies tiene que ser insoportable. Las sudaderas, jerseis o chaquetas con cremallera, botones o capucha, tampoco son demasiado prácticas ni cómodas para el porteo… Y nada de vestir a los bebés de domingo, una camisa o un vestidito, quedarán arrugadísimos si vas a portear 😉

Algo que es bastante necesario si pretendes portear, sobre todo en invierno, son los calcetines y calentadores. Las piernecitas quedan por fuera, y es la parte del cuerpo que queda más desprotegida. Así que, es indispensable llevar calcetines (además de unos de repuesto por si se pierden…), y los calentadores de refuerzo para abrigar las piernas por si se arremangan los pantalones o hace mucho fresquito. Si no dispones de un abrigo chaqueta de porteo o que os cubra a ambos, ten en cuenta que si llueve necesitarás un paraguas! Nunca he tenido en casa, siempre he preferido el impermeable, y ahora me he dado cuenta de que lo necesitamos.

Sin embargo, si hace calor, pueden ir sin apenas ropa (al menos que haya una capa entre el/la bebé para evitar encharcamiento de sudor) o en pañal directamente. Normalmente, las mochilas suelen llevar capucha para cubrirles del viento, frío o del sol, pero si no disponéis de ellas, o a vuestro bebé no le gusta, tened en cuenta llevar un gorrito o pañuelo para cubrirles! Y como siempre, evitad la exposición prolongada al sol, y paseos cortos en situaciones climáticas extremas 😉

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Abrazos mamíferos ❤

Porteando con mochila y fular elástico

Hace un par de semanas que nos ha llegado una mochila, y quiero contaros qué tal la experiencia, aunque ya os adelanto que estamos encantados con ella!!

Para mi cumpleaños, nos visitó mi madre con unas amigas, que nos hicieron varios regalitos y una colecta para el fondo de los pañales de Biel (os estamos muy agradecidos!). Y además, una de ellas nos dio algo más (mil gracias F.!!) para comprar la mochila que necesitábamos para combinar con el fular elástico. Como dice Hobbita, nunca se sabe cuántos portabebés necesitarás, ya que entre cacas explosivas y regurgitaciones, es muy posible que acaben en la lavadora pronto, y hasta que se seca el damnificado, necesitas un recambio.

Hemos optado por la Buzzidil standard, una mochila parecida a la Manduca, la cual nos han recomendado mucho y tuve oportunidad de comprobar que si, es comodísima. Se pueden cruzar las tiras de la espalda, y también usarse como un ombuhimo para no forzar el suelo pélvico, tiene muchos ajustes para comodidad del porteador y acomodarla también al cuerpo del bebé según vaya creciendo. Pero lo que más me gusta de esta mochila (además de sus diseños molones y lo fácil que es de colocar) son estos tres puntos:

  • Está toda hecha con tela de fular (algodón orgánico), por lo que es resistente, cómoda para el bebé, y muy ajustable a su cuerpo.
  • El panel se puede reducir y agrandar para poder llevar al bebé recién nacido siempre en la postura fisiológica de ranita, algo que con Manduca no es posible.
  • El modelo standard sirve desde los 2 meses hasta los 36 aproximadamente, así que tenemos mochila para mucho tiempo!

Existen dos modelos más, una «baby» que se puede usar desde el nacimiento hasta los 18 meses, y una «toddler»para bebés desde 8 meses y hasta los 4 años. Optamos por esta intermedia porque la podemos empezar a usar pronto y durará mucho. De hecho, aunque Biel todavía tiene 7 semanas ya la ha estrenado y va perfectamente cómodo en ella.

Esta mochila modelo «versatile» incluye mejoras como reductores de cinturón y tiras de espalda para tallas pequeñas, que hacen que la mochila se adapte a porteadores grandes o pequeños (de 60 a 120 centímetros de cintura) con rápidos ajustes, y además, vende por separado un extensor para hacerla más grande si hace falta. Estos ajustes también permiten que puedas acercar más la cabeza del bebé cuando se portea a la espalda. También han incluido un enganche que permite convertir la mochila en un «hipseat», un rápido asiento para cuando los bebés quieren estar en brazos y andar a ratos, o simplemente, llevarla doblada a la cintura. Para los modelos antiguos también venden este enganche para poderla convertir, y como accesorio también tienen una bolsita para llevar cosas pequeñas y colgarla en el cinturón.

La hemos comprado en la página de mibbmemima, que me gustó mucho por lo bien que explica los portabebés que vende con vídeos. Además, ofrece un servicio post-venta por si nos asaltan las dudas en casa. Nos estamos familiarizando con ella, y como tiene múltiples ajustes y posiciones para acomodarse tanto al bebé como al porteador, tenemos que aprender algunos trucos todavía. Tiene una capucha que se puede poner en varias posiciones o doblarla para hacer un refuerzo en el cuello. El bebé se puede llevar delante, atrás o a la cadera, y para dar el pecho, solamente hace falta alargar la tira del lado que quieras, muy fácil!!

De momento, la sensación es muy buena, comodísima, muy fácil y rápida para subir al bebé. Para recados cortos es muy práctica comparada con el fular, si la llevas ya ajustada a tu tamaño, la puedes llevar atada a la cintura y solamente tienes que montar al bebé y subir las tiras de la espalda. Para caminatas largas también he comprobado que es muy cómoda, no se carga la espalda ni se clava por ninguna parte, el reparto del peso es como el de una buena mochila de montaña. Al ser una sola capa de algodón apenas da calor, mucho más fresca comparado con el fular elástico que va pegado al cuerpo.

Los únicos contras que le he encontrado es que las tiras son bastante anchas, al menos para personas pequeñas como yo, y no se aguantan  bien hasta que cierras la tira del esternón. Aunque no molestan nada porque son cómodas, ni se caen al cerrar el enganche que las une. LLevando las tiras cruzadas es un poco incómodo sentarse ya que al apoyarte sobre la espalda te clavas alguna cosilla, pero está pensada para andar, y si vas a usarla sentada es mejor llevarlas sin cruzar como una mochila y sin problemas. Solamente puede molestar el enganche del esternón si lo llevas bajito, pero llevándolo alto no. Si me siento lo abro y luego lo vuelvo a cerrar, algo que cuesta un poco según la altura a la que lo lleves, pero eso pasa con todas las mochilas de este tipo. Nos falta probarla a la espalda y cadera, así que de momento no os puedo contar qué tal funciona así.

El paseo que hemos hecho esta semana 🙂

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Por otro lado, seguí practicando con el fular, y pude hacer la cruz envolvente con Biel a cuestas!! Os conté ( aquí ) que con el preanudado básico no me encontraba cómoda del todo, y Hobbita ( podéis leer sus experiencias con el porteo en su blog )me animó a probar este. Al principio no me atrevía por miedo a no saber sujetar a Biel y hacer el nudo a la vez (el preanudado se anuda antes, como indica su nombre, y después metes al bebé). Y me gustó mucho el resultado, es un nudo cómodo para la espalda, y más fresquito. El ajuste es mucho mejor, y Biel fue mucho más cómodo, ya que no va tan tapado por arriba. Además, conseguí sacarme a Biel y volverlo a meter sin deshacer el nudo. No se como, pero conseguí convertirlo en un preanudado, aunque forzando bastante la tela, claro, y supongo que cuando Biel crezca ya no será posible esta opción. Al final, le voy a coger el gusto a esto de los nudos, y ya le voy perdiendo el miedo a hacerlo con Biel encima y sola. Os dejo un par de fotos del nudo (orgullosa que estoy!), veréis que está demasiado bajo, pero lo rectifiqué después 😉

 

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Abrazos mamíferos ❤

 

Porteo con fular elástico

Tengo de momento muy poquita experiencia porteando, pero de momento, ha sido muy positiva. El concepto llevar al monete (así es como le llamamos con amor papá y mamá mamíferos) pegadito a nuestro cuerpo, relajado y tener las manos libres nos encanta. Como os dije, tenemos un fular elástico, que es muy cómodo, suave y amoroso. Me gusta mucho y no me arrepiento de la elección, sin embargo, hemos encontrado algunas lagunas en este sistema de porteo y algunas dificultades que esperamos mejorar.  Así que voy a contaros lo que nosotros le vemos de positivo y lo que no nos gusta tanto del fular elástico. Son puntos que a nosotros en concreto nos convencen o no, pero cada familia y cada bebé tienen unas necesidades distintas por lo que esto es muy subjetivo.

THUMBS UP!!

  •  Nudos: permite una gran variedad de nudos que se adapten a las necesidades del porteador o del bebé, por eso los fulares son los portabebés más versátiles.
  • El fular, tanto elástico como semielástico o tejido, es el sistema de porteo que mejor se ajusta al tamaño del bebé. Ofrece un ajuste perfecto a su cuerpo, por lo que es completamente respetuoso con la postura fisiológica de ranita y la curvatura correcta de la espalda que necesita un recién nacido.
  • El algodón elástico es muy suave y cómodo tanto para el bebé como para el porteador al no tener costuras ni nada rígido que se clave.
  • Se puede dar el pecho perfectamente, yo lo he hecho de momento en la posición de ranita (preanudado en cruz) y en la de cuna con el mismo nudo. Dar el pecho sin manos, de pie y poder hacer cosas mientras tanto es una gozada.
  • Va muy calentito al estar en contacto con el porteador y envuelto en varias capas de tela.
  • El vaivén y el suave rebote que da la tela elástica al estar en movimiento le relaja muchísimo, debe recordarle a cuando estaba en mi barriga. Si se pone nervios@, basta con andar un poco, balancearnos, o si estamos sentad@s mover un poco los ombros y en seguida se relajará.
  • Es fácil que se duerma en segundos y aguante ahí una buena y larga siesta. Cuando coge el sueño ahí dentro, es difícil que se despierte y coja un berrinche si no tiene una razón de peso.
  • Es muy cómodo para llevarlo en casa y hacer cosas mientras tanto.
  • Para pasear fuera de casa es también muy práctico, e incluso para comer con él colgado en un restaurante.
  • Si la postura del porteador y la del bebé son óptimas (hay que conseguir que la tensión sea la adecuada), la espalda no sufre, el peso va bien repartido y puedes estar horas con él sin molestias.

 

THUMBS DOWN…

  • Nudos: hay que aprender, y practicar mucho. De momento solamente dominamos el preanudado, y a veces no conseguimos la tensión adecuada para que no quede ni demasiado bajo ni apretujado… Es cuestión de rodaje, así que este punto espero poder anularlo en breve 😉
  • Si tienes que ponerte o quitarte el fular lo arrastrarás por el suelo, eso no mola.
  • Ponerse el fular requiere de ambas manos y destreza, todo esto con un bebé en brazos que todavía no sostiene la cabeza… Por todo esto, no me parece un sistema de porteo adecuado para ir con prisas y colgar/descolgar al bebé yendo sola, al menos de momento que no tengo práctica y que Biel no se sostiene solo. Por esto mismo, no me atrevo todavía con nudos sin preanudar, mucho menos aún estando fuera de casa sin ver los tutoriales.
  • Temperatura: el fular da calor, tanto al bebé como al/la que portea. Eso es un punto a favor cuando hace frío, claro, pero en verano lo imagino un poco agobiante, al menos con este elástico (algunos tejidos son de telas más fresquitas) y con el preanudado (otros nudos son más fresquitos). Ahora todavía hace fresco y he pasado calor casi cada vez que he porteado. Estando en casa es fácil, vamos con poquita ropa, o directamente piel con piel (perfecto para dar el pecho) y es comodísimo. Para ir a pasear y estar al aire libre también es perfecto yendo con las capas de ropa adecuadas. Pero fuera de casa, el dilema es que si te abrigas demasiado (lo mismo pasa con el bebé), cuando entres en un sitio con calefacción (aquí la diferencia de temperatura es considerable) tendrás calor, y tendrás que bajar al bebé, quitarte el fular, ropa sobrante, volver a anudar el fular y subir al bebé, y cuando salgas, repetir la acción a la inversa, además, dependes de que alguien te sostenga al bebé mientras tanto… Este punto no tendría importancia estando en otro clima o estaciones menos extremas, o simplemente con ropa de porteo (abrigos, cobertores…). Yo de momento no tengo, pero me estoy planteando que será necesario de cara al invierno que viene tener al menos un abrigo, e incluso currarme un polar para entretiempo como ha hecho Hobbita (os lo muestra en esta entrada).
  • Poco práctico también para hacer varios recados en coche, ya que se pierde mucho tiempo entre meter y sacar al bebé de la sillita y del fular. Prefiero portear ratos largos sobre todo para no molestar al bebé.
  • Meter ahí dentro al bebé cuando está modo cabreo-on es sumamente complicado y estresante, sobre todo para él. Si está dormidito o relajado, sin problemas, pero si te lo metes cuando ya no sabes que hacerle porqué está tontorrón, el cabreo que coge se multiplica al sentir que le limitas los movimientos, además de darle un sofocón con el calor de tu cuerpo y el berrinche. Si metes al bebé nervioso es difícil (al menos para mi de momento) saber si le estás colocando la pelvis bien, si las piernas están alineadas y a la altura adecuada… ya que está tenso y moviéndose constantemente. Si intentas ponerle las capas que le sujetan la cabecita, le harás incrementar el cabreo, luchará por liberarse de la tela echando la cabeza atrás, y tendrás que estar muy atent@ mientras acabas de colocarlo para que no se desnuque… además de que no ladeará la cabeza como tiene que llevarla hasta que se relaje, así que tendrás que sujetar su cabecita hasta que entre en modo zen. Biel, se pone rojo como una bombilla y lucha contra todo, hasta que no botas durante unos eternos minutos, entonces si, se calma.

Parece que sean muchos inconvenientes, pero creo que son solventables, y en general, la experiencia es muy positiva. Pesan mucho más los puntos a favor, y creo que es un sistema de porteo muy adecuado para recién nacidos (hasta los 8kg como recomiendan, ya que entonces rebotan demasiado por el peso). En las situaciones en las que portear con fular elástico es cómodo y para ratos largos, es realmente un gran sistema, no lo cambiaría. Eso si, complementaria con una mochila, que creo sería más práctica para otras situaciones.

¿Cual es vuestra experiencia porteando?

¿Alguna idea para solventar nuestros inconvenientes?

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Abrazos mamíferos ❤

Embarazo: semanas 29 a la 32

Ya hemos superado las 32 semanas, y a poco de cumplir las 33 ya! 🙂

Esto avanza, da miedo y muchísima ilusión pensar en que ya es muy poquito lo que queda para tenerle en nuestros brazos… Se me hace un nudo en la garganta cuando visualizo ese momento, no puedo creerlo todavía…

Ahora estoy lavando la ropa de la cama, sus toallas, baberos, y toallitas de tela. Poco me queda por hacer, una lavadora más de ropa blanca, lavar la tela de la sillita del coche e instalarla, ordenar cosas, preparar su bolsa y la mía para el hospital, imprimir y enviar mi plan de parto, y comprar algunas cosillas que todavía no tenemos… poca cosa, la verdad.

Pero aunque es poco lo que me queda, veo que pasan los días muy rápido, y que ya la energía me da para poco más que cocinar y mantener un mínimo orden y limpieza en la casa. Suerte que Mamífero me ayuda muchísimo, aunque está trabajando mucho, saca horas y tiempo de sus días de fiesta para hacer lo más pesado de la casa.

Durante estas semanas, como os he ido contando, me vio el ginecólogo, y tenía también una cita con la matrona que ella anuló y pasó a finales de mes. Esta semana conoceremos a mi nueva matrona en el hospital en el que nacerá Biel, y también empezaremos las clases de maternidad, estas con la matrona de siempre.

Tenemos por delante un mes cargadito de pruebas, visitas y clases de maternidad, y me da bastante palo… Tengo ganas de que pase enero, tenerlo todo listo, y simplemente poder esperarle, prepararme para el parto, y relajarme todo lo que pueda.

Así estaba mi barriga a las 31 semanas, ahora es algo más grande, pero no hemos podido hacer más fotos… No se aprecia, pero el ombligo está planito, ha desaparecido xD

 

Estas últimas semanas la barriga ha dado un buen estirón, aunque algunas personas me han dicho que no tengo demasiada. Yo me la veo grande, y cuando me miden la altura uterina, está dentro de la normalidad. Lo que pasa es que se disimula un poco porque la tengo más ancha que prominente hacia fuera. Creo que es porque, según parece, Biel suele estar en posición horizontal, y la cinturita que tenía ha desaparecido para darle espacio al peque.

Ya los movimientos y las patadas son muy fuertes, y a veces incluso dolorosos, y veo bultos de pies y manitas salir de mi barriga! Ahora los giros son más lentos, parece que le cuesta más moverse, pero sigue dando vueltas ahí dentro. El hipo, que tiene muy a menudo desde el segundo trimestre (hasta 3 o 4 veces al día), ha pasado de ser unos leves saltitos, a que me bote la barriga de manera exagerada 🙂

En cuanto a malestar no me puedo quejar, la verdad. Si que este trimestre es físicamente mucho más cansado, ya no aguanto tanto tiempo de pie, ni sentada tampoco, y hasta por la noche tengo que cambiar de postura frecuentemente porque el volumen y el peso extra incomodan.  Pero no tengo ningún síntoma exageradamente molesto, o anormal.

El dolor de espalda es soportable, se me carga con el paso de las horas, lo normal. Habiendo tenido tantos dolores de espalda en mi vida y muchos ataques de ciática, esto no es nada, realmente. De vez en cuando se me resienten un poco los nervios al estar un par de horas sentada, pero se me pasa si me levanto y ando un poco. De vez en cuando tengo alguna rampa en la planta de los pies, o se me montan los gemelos según como muevo las piernas, sobre todo estando en la cama.

Lo más molesto podría decir que es el dolor de costillas según la posición que tome Biel, siento una presión muy grande, pero son ratos. Y luego, como males menores, están la acidez, el peso extra  (que apenas he cogido 6 quilos y medio), la poca agilidad, el cansancio, la necesidad de dormir muchas horas para recuperarme, flujo más abundante…. Algo que cada vez siento más, y me angustia, es la sensación de ahogo cuando hago algún esfuerzo, entro en un ambiente muy caldeado, o hablo y hago algo a la vez. Los picores de barriga y espalda solamente los siento días puntuales, y son muy leves, por lo que creo que me está yendo muy bien la manteca de karité.

Algunos días como mucho, y otros apenas me cabe un platito escaso de comida. Y el apetito, lo mismo, algunas veces comería sin parar, y otros como porque toca. Supongo que al tener las digestiones más lentas, hay momentos en los que estoy más vacía, mientras que otras comidas se me solapan con la digestión anterior y por eso no me entran cantidades normales de comida. También debe influir la posición de Biel, ya que en algunos momentos siento el estómago muy oprimido.

Sigo con el hierro, que me sienta bastante mal, pero es muy necesario. Por las noches, sobre todo, se me hace muy pesado en el estómago, y me da muchísima acidez. He descubierto unos cuantos remedios que funcionan bastante bien: comer manzana, zanahoria, almendras, o masticar chicle me calman bastante. Y para los momentos más desesperados: leche. Yo no la tomo, entre otros motivos porque me desagrada mucho el sabor y me sienta mal, así que he tardado en descubrirlo. Lo paso mal tomándola, pero la verdad es que da buen resultado, con un par de dedos de leche, soluciono el problema y puedo dormir.

Hace un par de días me apareció una pequeña almorrana, algo molesta, pero no es dolorosa, ni sangra. Por suerte no tengo problemas para ir al baño que puedan dar lugar a que aparezcan muchas más. Y sigo, claro con las encías sangrando, parece que algo menos, pero siguen mal. Aumenta la presión en la vejiga, por lo que voy al baño más a menudo. No he tenido ninguna contracción, ni siquiera de Braxton Hicks, y si ha habido, ni las noto… Como veis, son síntomas de embarazo muy normales y soportables, estoy contenta 🙂

La semana pasada fuimos a comprar el portabebés, hemos optado para los primeros meses por un fular elástico. Es de algodón, muy suave, y me parece muy cómodo e ideal para hacer piel con piel desde que nazca. Este tipo de fular, al ser elástico, se puede llevar preanudado y colocar después al bebé. Yo quería algo más sencillo para no andar aprendiendo nudos y porque me parecía más sencillo de colocar un mei-tai o una mochila. Me daba bastante apuro el tema de los nudos, pero hablando con Mamífero me animó ya que el se siente muy capaz ( es que es un experto en nudos), decidimos que era lo mejor.

Llegamos a la conclusión después de hablar con varias asesoras de porteo y mamás en los grupos. Estaba ya casi decidida por una mochila que me recomendó una amiga, pero las asesoras me dijeron que no era adecuada para recién nacidos, y que además, los portabebés atados a la cadera hacen sufrir el suelo pélvico. Así que nos decidimos por probar primero el elástico (hasta los 9 quilos) y después, si nos sigue pareciendo la mejor opción, uno tejido (hasta final del porteo). Seguiré investigando si realmente no existe otro portabebés más sencillo de colocar y tenga todas las características que buscamos, sobre todo para cuando sea más grandecito y quiera subir y bajar a menudo.

Este es el fular que hemos comprado, en color naranja para que Biel se relaje como si siguiese dentro del útero, calentito y cómodo. Por cierto, lo compramos en una tienda que se llama La lloba i la lluna, en Vic, la llevan dos chicas muy majas, una de ellas asesora de porteo. Además de portabebés, podéis encontrar ropa artesana preciosa, complementos, y además hacen muchos talleres interesantísimos 😉

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No me disgusta mi cuerpo, me encanta estar redondita, pero no me siento especialmente guapa en este embarazo. Será porque voy vestida como una cebolla al ser invierno, con capas y capas de ropa ancha (de Mamífero sobre todo) por el frío. Tengo cara de cansada casi siempre, y cuesta sentirse atractiva en estas condiciones. Además la abstinencia pasa factura, se hace muy largo y pesado… Menos mal que a Mamífero le gusta mi cuerpo embarazado, y se lo toma con filosofía, como algo temporal.

Anímicamente estoy bastante mal, no por el embarazo, porque siento que todo marcha estupendamente. Tengo problemas con alguien muy cercano, he dedicado mucho tiempo y energías estas semanas intentando hacerle ver lo absurda e innecesaria que está siendo la situación, y no ha servido de nada porque se empeña en complicarlo más y más. He evitado el conflicto mucho tiempo, callándome para no entrar en discusiones. Es algo que he sobrellevado durante toda la vida como he podido, y empeora con el paso de los años.

Mamífero y Biel me dan fuerzas para no hundirme, y el consejo que más escucho de quienes conocen esta situación, es que debo tomar distancia, no solo física, sino emocional. Me está afectando demasiado, y siento que afecta a mi-nuestra salud… Es una pena que tenga que pasar el final del embarazo con estas preocupaciones, ansiedad y nervios. Ahora que debería estar más relajada que nunca, preparando y esperando la llegada de un hijo tan deseado… 😦

Me he planteado incluso dejar este blog, ni ganas de escribir tengo… No he hablado apenas sobre esta persona, precisamente por no herirla, e igualmente, se ha ofendido. Pero este es mi refugio virtual, y no lo voy a dejar de momento, porque necesito el desahogo, y me aporta muy buenas sinergias que compensan con creces. Aunque me censure, y me ahorre muchos detalles por no molestar a nadie, me reservo el derecho a tener mi espacio. Y a quien le moleste, que no lea, y menos si es para sacar conclusiones de algo que le han contado, sin saber realmente lo que está pasando.

Esto último no tiene que ver con el embarazo en si mismo, pero si que me afecta emocionalmente. Lo cuento porque no puedo decir que esté estupenda cuando estoy en un momento muy triste. Si no fuese por ese conflicto, creo que me sentiría muy animada porque, por fin, empiezo a creerme que todo irá bien. Tengo las emociones a flor de piel como toda embarazada, estoy agotada, y con los nervios propios de tener el parto tan cercano. Por suerte, apenas tengo miedos, a parte de los grandes (que le pase algo a Biel…). Creo que estoy muy preparada para enfrentarme al nacimiento de nuestro hijo, me siento capaz y fuerte.

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Abrazos mamíferos ❤