Dudas: Rinitis del recién nacido

Como soy muy novata en esto de cuidar de un bebé, me asaltan dudas… así que, otra sección que abro! A este paso me monto un blog nuevo :p

Como se que much@s de los que me leéis sois madres y padres experimentados, compartiré mis quebraderos de cabeza de mamífera primeriza, a ver si vosotr@s me ayudáis a resolverlas 😉

Aviso de antemano que la mayoría son bastante absurders, los grandes dilemas ya los resuelvo en serio, no son cosas que me preocupen. Pero me quedan mil preguntas tontas que me hago o que no se si son cosas dentro de la normalidad o rarezas sin importancia.

Desde que nació, Biel estornuda frecuentemente, hasta 5 veces seguidas, y en el hospital nos dijeron que era normal. No tiene mucosidad excesiva, ni otros síntomas de resfriado, así que lo tomamos como algo normal.

También, suena al respirar a veces, cuando coge aire al llorar hace ruido de cerdito, y su nariz hace la trompetilla cuando duerme. Algo que de entrada la Pediasauria nos advirtió que suele pasar y no es ningún problema, dijo: los bebés hacen ruidos al respirar, no os preocupéis.

Algunas veces saca algo de moco con los estornudos, pero no es continuo, Vale, no vamos a alarmarnos entonces, tiene mocos, señal de que su cuerpo funciona, expulsa fluidos, bien. Además los echa con facilidad, no está tapado, respira perfectamente, sin problemas.

Obviamente, aunque iba sobreaviso de que no me alarmase por eso, a una le gusta informarse, y busqué. Rinitis del recién nacido o del lactante le llaman. Suena mal, pero es algo común, no es patológico, y no da mayor problema que algunos ruiditos o taponamientos puntuales.

Estuvo un par de días más cargado de mocos de lo normal, le costaba algo mamar, sobre todo por la mañana, después de toda la noche estirado. Cuando le pasaba esto, le ponía unas gotitas de suero, que le encanta como os conté en esta entrada, y al rato sacaba algún moquete y se quedaba tan a gusto. Pero esos días, no terminábamos de sacar los mocos, y fuimos a la consulta de Pediasauria sonando más que de costumbre…

Pediasauria, con su habitual tacto dijo: este niño no puede respirar!! como si tuviese algo grave… Y nos insistió varias veces que debíamos ponerle suero, mucho, mucho suero, a tope, que no falte! Sin embargo, según he leído, con unas gotitas basta, simplemente para humedecer un poco los conductos y ayudarle si tiene que expulsar algún moquete. Según dice un pediatra on-line, un exceso de suero puede ser contraproducente, incluso puede derivar en otitis. Y yo por mi parte, soy reacia a aspiradores nasales porque son muy invasivos.

Seguimos con el goteo en momentos puntuales, y pasó. Y parece que los ruidos, mocos y taponamientos van cediendo, ahora son casi inexistentes. Así que dejamos los chutes masivos de suero para cuando haya un taponamiento real por un constipado o algo mayor, que mientras que no sea eso, Biel no tiene nada más que dar un par de estornudos y el moquete molestón aparece a saludarnos. Y él, feliz de que le hagamos fiestas cada vez que lo echa, o sopla por la nariz, y colaborando a tope en el proceso de limpieza.

Hasta aquí os he contado lo que hemos vivido nosotros con los moquetes, pero me pregunto como son vuestras experiencias… Contadme!!

¿Cómo lo hacéis vosotr@s?

¿Esto le pasa a todos los bebés (creo que no), o es que Biel tiene esta tendencia?

¿Hasta cuando le sonará la nariz?

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Abrazos mamíferos ❤

 

 

 

 

Cositas divertidas de las 4 a las 8 semanas I

Este miércoles, Biel cumplirá 8 semanas, y desde las 4 en adelante, ha cambiado muchísimo!

Durante su primer mes de vida, apenas hacía algo más que dormir y mamar. Los ratos en que estaba despierto esbozaba alguna sonrisa, se agarraba con manos y pies a todo lo que tocaba, seguía con la mirada o la cabeza y ejercitaba un poco los músculos. Pero ahora, los ratos entre sueños y tomas los aprovecha muchísimo, tiene que aprender muchas cosas en poco tiempo y se esfuerza en ello. Abre los ojos como platos y se dedica a absorber información con todos los sentidos.

Ahora está mucho más espabilado, muy atento a todo y aprendiendo cosas nuevas cada día. Empezó a intentar comunicarse con sonidos la cuarta semana, y lo primero que hizo fue toser. Se dio cuenta que cuando lo hacía, le mirábamos o íbamos corriendo a ver si estaba bien. Así que siempre que quiere llamar la atención o tener algo parecido a una conversación tose. Tose él, y luego yo, entonces él contesta con una risita y otra tos… y así hasta que se cansa. Divertidísimo!

Estas últimas semanas está muy gracioso, se despierta contento, aunque a veces confunde el llanto con la risa y lo que parece una carcajada al principio acaba en drama… Y ahora también, hace pucheritos antes de ponerse a llorar, algo que es un buen aviso y te da algo de margen para intentar evitarlo. Normalmente amanece con ganas de mirar cosas, de interactuar, y le encanta que le hablemos e intentar imitar sonidos. Si le sonríes, te regalará sonrisas y carcajadas, o si no lo haces, empezará él a reírse para que hagas tu lo mismo. Si le repetimos un sonido, se queda pensativo abriendo la boca lo más parecido a como lo hacemos, y cuando lo tiene claro suelta con gran esfuerzo un: GA! o un AAAAAI, o EH!… Con una voz tan dulce que te lo comerías a besos… Acto seguido se ríe, contento de su hazaña, esperando que le hagamos fiestas y volvamos a repetir. Así pasamos unos buenos ratos cada día. Si le dejamos solo un momento mientras está despierto va tosiendo o vocalizando, y espera que le contestemos desde donde estemos, sino, considera que estamos demasiado lejos, se enfada y llora.

También tiene momentos de introspección, le encanta mirar cosas. Sobre todo, le fascinan las luces y las sombras, las ventanas, las cortinas por donde se cuelan los rayos del sol, y un cuadro de tonos rojos que tenemos en la habitación. Puede pasarse un buen rato mirando la sombra de su brazo mientras lo mueve a puño alzado, arriba y abajo. Esto lo hace sobre todo en el baño, cuando está en el cambiador, que es un sitio zen para él.

Normalmente aguanta un rato allí entretenido y puedo aprovechar para arreglarme por las mañanas o vestirme después de la ducha. Es un gran recurso también cuando no sabemos que hacer con él durante sus horas brujas, a veces, cuela, y se calma allí, llegando incluso a dormirse. Creemos que es por una mezcla entre las sombras que le entretienen, y el ruido del extractor del baño que le relaja. Últimamente estoy experimentando con los ruidos blancos para que se duerma y parece que, a veces, funcionan. También he notado el mismo efecto mientras cocino con el sonido de la campana.

Tiene espasmos de brazos y piernas como todo recién nacido, llegando a pegarse a si mismo puñetazos en la cara repetidamente. Este movimiento de brazo automático lo hace también cuando está mamando, es una especie de masaje-tortura sobre mi pecho: golpea y araña a la vez. Esas uñitas diminutas se clavan como alfileres, y como crecen! Cada semana se las limamos, en cambio, las de los pies no lo hemos tenido que hacer todavía. Al no parar de mover los pies apretando contra todo lo que siente en contacto con ellos, se las lima él. El otro día vi como tenía un trocito de uña del dedo gordo a medio caer.

En su primer mes de vida, cogía todo lo que estaba a su alcance, pero de manera aleatoria. Una vez lo escuche llorar a pleno pulmón, y era porque se había cogido su propio pelo por el cogote y estaba tirando de él… Y algo en lo que siempre ha tenido mucha puntería es en cazar mis pezones para después retorcerlos (es muy agradable…), y cuando llevo la pezonera me la quita o la tira del manotazo. xD

Ahora, además, intenta coger cosas a voluntad con las manos, todavía no controla, pero él lo prueba. Incluso intenta abalanzarse con todo el cuerpo cuando estamos lejos para hacernos saber que nos quiere tocar. Alarga los brazos y se mueve sin control, pero cuando consigue tocar lo que quiere su sonrisa y cara de satisfacción son impagables. El otro día consiguió cogerle la nariz a Mamífero, alguna vez ya se la había chupado (cualquier cosa a la altura de su boca se lleva un chupetón), pero esta vez no era un acto reflejo, cazó lo que quería para disfrute y diversión de ambos. Aquí os dejo la secuencia de fotos del momento 😉

Casi siempre tiene moquitos secos y cuando no los hecha por si mismo, le pongo un par de gotitas de suero. Se lo echo previamente templado por mi calor corporal para que no le moleste, y no es que no lo note, es que le encanta el proceso! Es que es un niño risueño y el suero le encanta, cuando aspira las gotitas y nota el saborcillo en la garganta, traga y sonríe, solamente le falta relamerse! Tanto le gusta que cuando me ve con la pipeta abre la boca y las gotitas que se salen intenta cazarlas con la lengua.

La primera vez que lo hice fue con cautela, pensando en que no le gustaría nada la experiencia, y lo hice en plan divertido, para no traumatizarlo. Tan payasa me puse que ahora el momento moquitos es de los más divertidos del día… Para él es como un juego, le voy comentando lo que hacemos con mucha efusividad, y al final, cuando el moquito asoma, le animo a que sople, y él colabora ya que sabe que cuando lo saca respira mejor. Esta es la carita de felicidad que tiene cuando hacemos limpieza de nariz 🙂

También tolera muy bien la vitamina D que nos han recomendado darle, se la doy con un dedo en la boca para que chupe, porque sino la escupe, y se la traga muy bien. Se la voy dando de momento, aunque no soy partidaria porque son igual de peligrosos los déficits de vitaminas que los excesos. En el caso de esta vitamina, algunos bebés por exceso, han tenido problemas con cierre de fontanelas prematuro… No me gusta suplementar por sistema, solo porque las estadísticas indiquen que un tanto por ciento de la población tiene baja la vitamina D, sin ver si cada bebé en concreto lo necesita en realidad. Con lactancia artificial noes necesaria, pues ya la llevan incluída, y con lactancia materna depende de que la madre esté bien.

Por ahora se la daremos porque no estuve demasiado al sol el verano pasado (con el embarazo me sentaba mal), y no debo ir muy sobrada. Mi idea es pedir una analítica después de este verano, para ver como estoy, y en todo caso, suplementarme yo, ya que por la leche ya le pasaría la cantidad adecuada de vitamina. Y aprovechar el sol todo lo que podamos, que es la mejor manera de adquirir la vitamina. Nos ponemos en el salón que entra el solecito unos 15 minutos, con el balcón abierto y sin ropita de cintura para abajo (la cabeza no según me dijo Pediasauria), y sin protección solar, claro. Lo hacemos a mediodía que es cuando más efectivo es, y es importante no ducharse en las 4-5 horas posteriores para dar tiempo a que se absorba.

Tomando el sol 😀

Se me ha echo larga la entrada, así que continuaré contándoos en la siguiente 😉

 

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Abrazos mamíferos ❤